Sólo se colocó una
valla promocional
El proyecto de Foncrei fue prometido por el ahora diputado del PSUV William Fariñas, en enero del año 2007
Los pescadores del municipio Tubores, en el estado Nueva Esparta, se llenaron de expectativas cuando el 26 de enero de 2007 los gobiernos de Venezuela y de Italia suscribieron en Margarita convenios de cooperación para instalar en un corto plazo una planta procesadora de pescado en la localidad de Punta de Piedra.
Luis Malavé, pescador de la zona, aseguró que a pesar de las reservas que tenían sobre el proyecto, se crearon muchos sueños, que luego se esfumaron debido a la larga espera.
Recordó que el convenio fue firmado -en representación del Gobierno- por el entonces presidente del Fondo de Crédito Industrial, William Fariñas, quien había explicado que la ejecución del proyecto requeriría una inversión de 30 millardos de bolívares.
“Se agarraron los reales y nos dejaron esperando. Teníamos muchas expectativas, porque ahí podríamos vender nuestros productos”, expresó el dirigente de los pescadores.
Malavé aseguró que la opción más factible y económica era adquirir la sede de Alimentos El Faro, empresa privada que se vio obligada a cerrar cuando el Gobierno le expropió las embarcaciones para enviarlas a la planta procesadora La Gaviota, en el estado Sucre.
Insistió en que la ejecución del proyecto representaba el progreso de toda la zona pesquera de Tubores y de la península de Macanao.
El concejal Gustavo Guerra, segundo vicepresidente de la Cámara Municipal de Tubores y presidente de la Comisión de Contraloría y Legislación, denunció que han pasado casi cinco años, y en el terreno destinado a la ejecución del proyecto solamente quedaba la valla en la que se dan detalles de la obra. Esta semana fue retirada luego de que fue fotografiada.
“Ahora solamente quedaron las huellas del proyecto que generó grandes expectativas en los pescadores. Ni siquiera un bloque pusieron”, lamentó.
Embarcados:
Guerra aseguró que Fariñas, actual diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV, anunció en aquella oportunidad que los recursos para la ejecución de la obra estarían disponibles a partir del mes de abril de ese año y que beneficiaría a cerca de 1.200 pescadores de los municipios Tubores y de la península de Macanao.
Considera que se debe hacer una investigación desde la Contraloría General de la República, pues a simple vista lo único que hicieron fue aprovecharse de los recursos y justificar el proyecto con una valla que colocaron en el año 2007. “El diputado William Fariñas le mintió a los pescadores de Tubores y de Macanao”, manifestó.
Una vez aprobado el proyecto en Consejo de Ministros, Fariñas señaló que la instalación de la fábrica convertiría a Nueva Esparta en la primera entidad del país en contar con una planta de producción de carácter socialista, diseñada para impulsar el desarrollo endógeno de la región. También indicó que el proyecto le daría a la isla el primer distrito industrial pesquero y que contaría con tecnología de punta para el procesamiento de pescado.
El proyecto constituiría una visión integral de lo que sería el trabajo a desarrollar e involucraría diferentes entes del Estado para favorecer el desarrollo de la colectividad de Tubores.
En esa fecha se anunció que a través del Banco de Desarrollo Social sería financiado el proyecto dirigido a las mujeres de las cooperativas y, con apoyo de la Orquesta Sinfónica, trabajaría con los niños de la zona.
Dos años después, Fariñas explicó que el retardo en la construcción de la planta se debía a la discusión planteada sobre las formas de propiedad, entre ellas la social, la cual estuvo prevista en la reforma de la Constitución y fue rechazada por la mayoría de los venezolanos.
Por: DEXCY GUÉDEZ
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