Ausencia policial es aprovechada
por ladrones y plagiarios
Zonas de tolerancia para el delito:
Todos conocen y denuncian cómo, cuándo y dónde actúan los delincuentes que mantienen aterrados a los caraqueños con secuestros express, robos de celulares y arrebatones. Sin embargo, en esos lugares no se observa presencia policial ni medidas para frenar la acción del hampa. Las quejas parecen no llegar a las autoridades.
Mafias de celulares en la Libertador y Sabana Grande:
Desde Plaza Venezuela hasta Chacaíto y toda la avenida Libertador son incontables los robos de celulares. Cualquier caraqueño ha sido víctima o tiene a alguien cercano que ha dejado su móvil en manos de la red que opera en esa área.
Este fue identificado como uno de los lugares donde se reportan más robos de teléfonos celulares, según Milagros Santander, portavoz del Comité de Usuarios de Telefonía Celular.
Hace dos semanas la periodista Laura Castellanos iba en su vehículo a las 7:45 am por la Plaza Venezuela y cuando llegaba a la avenida Libertador, dos motorizados la interceptaron y la obligaron a entregarles el celular: “El parrillero estaba armado y me pidió el teléfono, luego me dijo que le diera el anillo. Se fueron y lanzaron dos tiros al aire”.
El episodio se repite en forma idéntica a lo largo de la avenida Libertador. “A mí me robaron igualito. Se me acercaron por la izquierda y me tocaron el vidrio frente a la clínica Santiago de León. El parrillero tenía un revólver plateado, no me apuntó pero lo dejaba ver. Les entregué el celular y se fueron. Era la tercera víctima de la cola”, contó Josefina Sánchez.
El cruce entre las avenidas Guaicaipuro y Casanova, en los límites entre los municipios Libertador y Chacao, es otro “punto caliente”. Los arrebatones son tan frecuentes allí que el conductor de la línea Las Minas-Chacaíto, Juan Carlos Scovino, suele advertir a los pasajeros en las horas pico que eviten mostrar sus celulares mientras esperan en la cola.
Los hampones aplican dos procedimientos, según este transportista, para el robo de los aparatos: el arrebatón, a pie o en motos, y el robo colectivo en las busetas. El comisario Carlos Vargas explicó que Chacaíto es una zona limítrofe entre Libertador y Chacao. “Hemos intentado ponernos de acuerdo con Policaracas para hacer alguna maniobra conjunta, pero no se ha podido. Si lográsemos un trabajo conjunto, podríamos hacer mejor planificación”, afirmó.
Cansados de secuestros en El Hatillo:
El 6 de octubre un grupo de habitantes del municipio El Hatillo bloqueó el acceso por Los Naranjos para llamar la atención ante el auge de los secuestros.
Esa misma semana, según el concejal Eduardo Battistini, presidente de la Comisión de Seguridad del ayuntamiento, hubo dos plagios en días consecutivos en el sector Solares del Carmen. Ambos con el mismo modus operandi.
La comisión ha contado 65 casos este año. Las zonas donde esto ocurre con más frecuencia son Alto Hatillo, Solar del Hatillo y La Lagunita.
“La policía no tiene un plan operativo para combatir ese delito. Patrullar y tener presencia en las zonas calientes es vital”, afirmó Battistini.
El director de la policía municipal, Ángel Rincón, informó que fueron reactivadas las mesas técnicas con los vecinos para conocer cuáles son las zonas críticas.
Reconoció que entre los habitantes de algunos sectores hay mucho miedo. Para contrarrestarlo han incrementado el patrullaje en el Alto Hatillo, Los Naranjos y El Cigarral.
Arrebatones frente al Dibise en Las Acacias:
Los vecinos de Las Acacias han denunciado en reiteradas ocasiones que quienes transitan con frecuencia por la zona son víctimas de la inseguridad. El arrebatón realizado por parejas de motorizados es una de las modalidades más comunes.
El representante de un niño que cursa tercer nivel de preescolar en el Colegio Las Acacias relató que mientras esperaba que su hijo saliera de clases, fue abordado por dos jóvenes: “Eran las 4:00 pm a plena luz del día. Los menores de edad llegaron en una motocicleta y me quitaron dos celulares; simultáneamente robaron a tres representantes más. A ellos les quitaron prácticamente todo lo que tenían”.
El Dibise es el único organismo de seguridad encargado de resguardar los sectores de Los Símbolos, Las Acacias y la avenida Victoria. En un recorrido se comprobó que 100 funcionarios, al menos, trabajan en esas zonas; sin embargo, los vecinos de estas localidades denunciaron que los agentes sólo permanecen en una carpa que está ubicada detrás de la estación del Metro de Los Símbolos y ocasionalmente en las avenidas principales. Cuando les piden apoyo o denuncian algún delito, argumentan que por órdenes superiores no se pueden mover de la carpa.
Andrés Jaramillo, habitante de esa comunidad del municipio Libertador, aseguró que la calle El Parque es uno de los lugares más frecuentados por los delincuentes. “Esto es una guillotina. A mi mamá la han robado cuatro veces en los últimos tres meses. En las calles internas no se ve presencia de la Guardia Nacional ni de policías, y si les dices que te robaron, tampoco hacen nada”.
Peligro en salidas a la Cota Mil:
Hasta la noche en que permaneció ocho horas en poder de secuestradores, Rafael no daba mucho crédito a los reportes de prensa sobre las bandas de plagiarios que operan en las salidas a la Cota Mil.
El abogado y su esposa fueron interceptados un lunes a las 9:00 pm en la salida de la avenida Luis Roche, de Altamira, en dirección al este, justo frente al Centro Catalán. Allí la vía se hace angosta, lo cual facilitó el trabajo de los captores.
El uso de esta vía expresa en casos de plagios ha sido reportado por la prensa desde 2007.
No obstante, un recorrido efectuado esta semana permitió verificar que luego de las 10:00 pm la presencia policial es nula en las calles que conducen a ella. Mientras Rafael y su pareja estuvieron cautivos, su propio vehículo fue usado para secuestrar a una mujer.
Rafael Guerra, presidente de la Asociación de Vecinos, afirmó que los secuestros exprés son, por el momento, la mayor preocupación de los habitantes de Altamira, La Castellana, Los Palos Grandes y El Rosal. “Hemos pedido reuniones con la policía para expresarles nuestras inquietudes y preocupaciones. Nos reunimos con los comerciantes, tenemos la radio vecinal para alertarnos cuando ocurren cosas sospechosas y los botones de pánico en los locales, pero nuestro trabajo va más allá porque debemos convencer a la gente de que denuncie para que en las estadísticas se puedan reflejar las cifras reales”, explicó.
El director encargado de Polichacao, Carlos Vargas, reconoció que la salida a la Cota Mil está siendo utilizada por plagiarios. Estos delincuentes en su criterio abordan a sus víctimas con la intención de robar los vehículos y se quedan con ellas ante la expectativa de incrementar sus ganancias.
Añadió que se reunieron con representantes de la PN, encargada de la vigilancia de la Cota Mil, para mejorar la coordinación.
Por: ANGÉLICA LUGO
alugo@el-nacional.com
JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
Inseguridad | Ciudadana
EL NACIONAL
