Los perversos y descarados
planes del Gobierno
I
Hay quienes afirman que la casualidad no existe. Pero al revisar unos apuntes para fundamentar mi criterio sobre la nueva multa, desproporcionada y confiscatoria, contra Globovisión, por 9.300.000 bolívares, advierto que tal día como hoy, cuando me dispongo a escribir esta nota, el 26 de noviembre del año pasado salió publicado en las páginas de este diario “Globovisión, memorial de agravios”. Releo el artículo de entonces y no encuentro cómo cambiar una coma a lo ya dicho: allí está expresada nuestra solidaridad y, particularmente, basado en el informe “Globovisión en la mira”, una relación sumarial del acoso específico que ha adelantado el Gobierno contra este medio independiente.
“Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, tiene dos causas penales abiertas en su contra.
Su residencia fue allanada en dos ocasiones. Su abogada también fue imputada. Zuloaga fue aprehendido el 25 de marzo de 2010 por el presunto delito de “informaciones falsas difundidas” y “vilipendio al Presidente de la República” durante su intervención en la SIP, el 21 de marzo; con insistente frecuencia el Presidente de la República ha referido la persecución contra el presidente de Globovisión y ha amenazado con “tomar” esa televisora independiente; entre 2009 y 2010, por lo menos, en seis oportunidades el presidente Chávez amenazó con revocar la concesión de Globovisión y ha dado orden pública a Conatel, la Fiscalía General y al Tribunal Supremo de Justicia para actuar contra el canal y sus directivos. Los directivos de Globovisión (Guillermo Zuloaga, María Fernanda Flores y Nelson Mezerhane) tienen actualmente causas penales abiertas en su contra; Nelson Mezerhane fue acusado por homicidio, estuvo preso aproximadamente dos meses. Su causa sigue abierta, “archivada” desde hace aproximadamente tres años. Luego de la intervención del Banco Federal, en junio de 2010, institución de la cual era propietario, fue imputado por nuevos delitos relacionados con la actividad bancaria y otra vez fue solicitada su aprehensión.
Alberto Ravell, ex director general del canal, tiene más de 5 causas penales en su contra; la sede de Globovisión ha sido atacada violentamente en más de 10 ocasiones, con uso de granadas, bombas y armas de fuego; trabajadores de Globovisión han sido víctimas de más de 250 agresiones físicas por parte de funcionarios policiales, militares o por seguidores del presidente Chávez; los directivos y trabajadores de Globovisión han sido objeto de más de 300 agresiones verbales por parte del Presidente de la República, altos funcionarios públicos y seguidores del Presidente. Contra Globovisión cursan aproximadamente 40 causas, entre juicios y procedimientos administrativos, iniciados por organismos públicos o por seguidores del presidente Chávez ante diferentes tribunales, instancias y organismos públicos (CNE, Ministerios, tribunales de protección de menores, tribunales civiles, Tribunal Supremo de Justicia, etc.). En mayo de 2009, el Seniat multó a Globovisión por un monto de 5 millones, que a los pocos días fue doblado a más de 9 millones de bolívares”.
II
¿El problema es Globovisión? ¿Cuál es el propósito real de esta nueva sanción de Conatel? El perverso y descarado plan del Gobierno de imponer una hegemonía comunicacional excluyente, atenta contra el vital derecho a la información de los venezolanos.
El modelo político que el teniente coronel Chávez pretende imponer a los venezolanos, fotocopia de la dictadura de los hermanos Castro en Cuba, no es posible con la existencia de medios con políticas editoriales e informativas autónomas. Y quienes se autocensuran se equivocan. La razón de la multa a Globovisión es silenciar los múltiples reclamos por un salario justo, por una vivienda digna real y no una papeleta sin posibilidad legal de ser registrada para negar los rostros que deambulan desesperados clamando por atención médica en hospitales públicos donde falta hasta el algodón, para acallar las quejas de quienes se transportan en precarios vagones sin aire acondicionado, para ocultar el virtual genocidio de las prisiones venezolanas hacinadas de gente pobre.
Conatel no puede ser el tutor de las líneas editoriales e informativas de los medios. Las insistentes cadenas con la telenovela del cáncer son obscenas y niegan nuestro derecho a estar informados.
La confiscación de ANTV por la fracción oficialista atenta con la pluralidad de la opinión, producto de la voluntad popular expresada en las urnas. Los medios públicos deben ser liberados de la corrupción, dedicados al proselitismo político y al culto de la personalidad del Presidente de la República. Indignémonos.
Por: ÓSCAR LUCIEN
@olucien
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EL NACIONAL