HomeActualidadAUTOMOTRIZ: La inseguridad hizo triplicar el blindaje de los vehículos

AUTOMOTRIZ: La inseguridad hizo triplicar el blindaje de los vehículos

La gente común desplazó al Gobierno, las embajadas y multinacionales de la cartera de clientes de las empresas del ramo.

80% de los carros ahora protegidos son
propiedad de clientes particulares

 

■ La inseguridad disparó el blindaje de vehículos en la última década

■ El servicio no es exclusivo de autos lujosos, también se presta a segmentos más bajos

■ En Venezuela se protegieron alrededor de 3.000 carros el año pasado, 150% más que los 1.200 que se recubrieron en Colombia

■ Los talleres especializados cobran un mínimo de 110.000 bolívares y dan garantía de hasta 24 meses. Venezuela superó a Colombia en número de unidades blindadas y hoy ocupa el segundo lugar en el continente detrás de México.

El número de compañías que prestan el servicio aumentó de 4 a 50 en los últimos 5 años. Cada vez hay más dueños de modelos populares que solicitan los refuerzos para sus autos.

Temor a la violencia: Empresarios del sector calculan que en 2010 fueron blindados aproximadamente 3.000 vehículos, 200% más que en 1999 cuando se protegieron aproximadamente 1.000 carros.

Los altos niveles de inseguridad del país figuran entre las principales preocupaciones de los venezolanos. El más reciente estudio de opinión del Instituto Venezolano de Análisis de Datos ­efectuada entre el 27 de agosto y el 6 de septiembre de 2011 a personas de todos los estrados sociales- indica que 82% de los consultados considera que el auge delictivo es el peor problema que afronta día a día.

La situación ha motivado que los venezolanos cambien de hábitos y redistribuyan el presupuesto familiar. El blindaje de carros, un gasto que hace cinco años era exclusivo de los organismos gubernamentales, delegaciones diplomáticas y de empresas multinacionales, pasó a formar parte de las necesidades de la gente de la calle.

Arturo Prieto, director comercial de Veneblind, empresa del ramo con cinco años en el mercado, recuerda que cuando la compañía inició operaciones 80% de la cartera de clientes estaba formada por funcionarios del Gobierno y de embajadas, pero que ahora el grueso es liderado por particulares.

“En lo que va de año, sólo he protegido 3 carros oficiales, mientras que he blindado 380 vehículos de clientes particulares”, expresa.

Francisco Belisario ­presidente de Blinda Center, firma con 3 años de actividades- coincide con Prieto. Indica que cerca de 80% de sus pedidos proviene de la gente común.

Otra fuente, que pidió no ser identificada, afirma que 60% de la clientela que atiende su empresa son particulares, pero que la proporción podría ser mayor porque sabe de muchos usuarios que incluyen sus pedidos entre flotillas para que salga más económico.

El incremento de la demanda de este servicio no es infundado. Entre julio de 2008 y julio de 2009 se registraron 162.288 automóviles robados, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Ciudadana 2009, del Instituto Nacional de Estadística, última disponible. “Lamentablemente el crecimiento de este negocio evidencia la mala situación que vivimos los venezolanos”, agrega la fuente.

Prieto apunta que hasta 2005 en Caracas había entre 4 o 5 compañías dedicadas al blindaje de autos, pero que ahora debe haber cerca de 50. Advierte, sin embargo, que no todas son formales. “Serias hay alrededor de 12, las otras son talleres. Por ejemplo, sé de muchos casos en los que habilitan el área de un estacionamiento para blindar carros”, dice.

Este vertiginoso aumento ha hecho que Venezuela esté por encima de Colombia (nación que por años ocupó el primer lugar en carros blindados en la región) y sólo por debajo de México, cuyos niveles de crimen organizado y narcotráfico han aumentado significativamente.

Cálculos de los empresarios consultados reflejan que en Venezuela, con una población que ronda 30 millones de habitantes, se blindaron en 2010 aproximadamente 3.000 vehículos (200% más que en 1999 cuando se protegían casi 1.000 anuales).

En Colombia, con 46 millones de habitantes, el año pasado se protegieron 1.200 automóviles; mientras que en México, con 113 millones de personas, se blindaron entre 60 y 780 al mes.

Todo carro:

Los representantes de las compañías afirman que en Venezuela la protección de automóviles no es más alta por la poca disponibilidad de unidades nuevas. “Si la oferta en los concesionarios no fuera tan escasa, blindáramos muchos más carros”, asegura Belisario.

La contracción que muestra la industria automotriz desde hace unos años ha impulsado el servicio para los carros usados, señala la fuente que pidió no citar su nombre.

Añade que en este segmento se encuentran dos tipos de clientes: los que ven el blindaje como una inversión que revaloriza el bien, además de la protección que les brinda, y los que prefieren aplicar la técnica a carros de años anteriores para llamar menos la atención del hampa. “Muchos me dicen que no cambian de vehículos para pasar inadvertidos”.

Esta situación y el hecho de que cada vez más gente común solicita el servicio, hacen que el blindaje ya no sea exclusivo de carros o camionetas de lujo. “Hay muchos padres que protegen, además de sus carros, los de sus hijos adolescentes para que vayan a la universidad o salgan en la noche un poco más seguros”, expresa Belisario.

Es posible encontrar modelos Corsa, Terios, Fiesta y Yaris blindados. Prieto dice que en lo que va de 2011 cerca de 35% de sus clientes llegan con automóviles de este tipo. “Ese porcentaje va en ascenso año a año”, apunta.

Los precios del recubrimiento varían según la empresa, materiales, modelo del automóvil, tipo de blindaje y técnica empleada, pero se puede conseguir desde 110.000 bolívares.

Esta es la primera inversión, pero no la única. Recomiendan que a partir de los 6 meses comiencen los mantenimientos preventivos. La mayoría de las empresas da hasta 24 meses de garantía, período en el que las revisiones se hacen sin costos, después de ese tiempo cuestan desde 800 bolívares.

El nivel medio es el más usado:

Existen cinco categorías de blindaje. De ellos el más usado en el país es el 3A. Arturo Prieto, director comercial de Veneblind, explica que es el más demandado porque resiste el impacto de armas de cualquier calibre. Recubre la cabina completa, el tanque y la tapa de la gasolina; y los vidrios son sustituidos por unos que no se deforman con los impactos.

Las escalas 1 y 2 sólo resguardan contra vandalismo o intentos de forzar las cerraduras.

Agrega, sin embargo, que conoce casos en Venezuela en los que se han solicitado los niveles más altos (4 y 5) que son los más completos, por lo que son muy solicitados en las fronteras y en países donde opera el crimen organizado, guerrillas o narcotráfico. En México y Guatemala son los niveles más pedidos, señala Prieto.

El 24 de abril de 2010 la consejera de Seguridad de Michoacán, México, Minerva Bautista, resultó ilesa de un ataque que recibió el vehículo donde viajaba, que tenía una protección nivel 5. El blindaje resistió 350 impactos de bala de diversos calibres y granadas.

Materiales:

Nylon, plástico y acero

La página http://www.carrosblindados-autosblindados.com/carro_blindado/ describe el proceso que se lleva a cabo para blindar un vehículo. Señala que para el exterior se utiliza un material de nylon flexible que protege las partes de metal. Esta barrera también debe usarse en los asientos y alfombras del vehículo.

Para blindar un auto, según el enlace, se quitan todas las partes del interior del carro: alfombras, alambres, asientos y demás piezas. Se desarman las puertas y demás cavidades para rellenarlas o soldarle materiales. Dependiendo del grado de blindaje solicitado, se le puede añadir placas de acero. El sitio indica que el piso y el techo se cubren con alguna tela fabricada con un material parecido al empleado para hacer los chalecos antibalas.

En lo que se refiere a las ventanas, es necesario sustituirla por unas a prueba de balas, las cuales se hacen con capas de plásticos especiales muy resistentes.

Los cauchos y rines también pueden protegerse, la página señala que tienen una cobertura de hule duro que permite avanzar a grandes velocidades aun con los cauchos desinflados. El enlace también recomienda resguardar el tanque de gasolina con una cubierta que evita que explote en caso de recibir un impacto de bala. En lo que se refiere a la batería, se sugiere cambiarla por una resistente a detonaciones. Si un proyectil penetra una batería común, el ácido es capaz de dañar el motor.


Por: CARMEN SOFÍA ALFONZO A.
calfonzo@el-nacional.com
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