El “no volverán” no es más que “no
me sacarán de la camionetota..”
Los revolucionarios debemos “persistir en el camino de recuperar paulatinamente la credibilidad internacional de la economía”. “Superar las incoherencias, reinstaurar la disciplina financiera en la economía y acabar con la superficialidad, la negligencia, desterrar la improvisación y las costosas irracionalidades”. “Debemos reparar las injusticias y el elocuente daño que ocasionan a las personas y a la propia revolución conceptos obsoletos”. Pero sobre todo “las actitudes basadas en una mentalidad arcaica, alimentada por la simulación y el oportunismo”. “Nuestro peor enemigo no es el imperialismo ni mucho menos sus asalariados en suelo patrio, sino nuestros propios errores”. “Sin cambiar la mentalidad no seremos capaces de acometer los cambios necesarios para garantizar la sostenibilidad”, y para ello debemos limpiarnos “la cabeza de tonterías de todo tipo”: “yo no fui al Moncada para eso”.
¿Se han preguntado por qué Raúl Castro le habla así a su pueblo? ¿Y por qué ningún chavista habla de orden en las finanzas, ahorro, trabajo, disciplina fiscal o sostenibilidad de sus planes, sino de gasto y billete? Es porque una buena parte del país que se vestía de verde o de blanco, se disfrazó de rojo vociferando unas consignas marxistas que ni en Cuba se gritaron en su momento. Esos mismos que aguardaban a las puertas de Miraflores con Carlos Andrés, se aprendieron los lemas soviéticos para ser incluidos en la gran piñata del derroche “rojo rojito”.
Año tras año se fusilaron cuanta consigna existe para dar el aspecto de revolucionario y poder entrar en un listado y así recibir un carguito o un contratico. Por eso, es por lo que cada vez que les advertimos preocupados por el futuro de nuestros hijos y nietos, porque han despilfarrado un millón de millones de dólares y que este año entrarán 100 mil millones más, los chavistas nos insultan. Aún cuando el propio INE diga que al comenzar este Gobierno había 4,5 millones de hogares pobres en Venezuela y que setecientos mil millones de petrodólares después, los 4,5 millones y medio de pobres siguen intactos, los chavistas insultan. Aún cuando les preguntamos ¿Si el 70% de los hogares siguen siendo ranchos, cómo superaron la pobreza? Se siguen burlando y riendo. Porque al oírnos hablar de millones de millones, en vez de reflexionar, buena parte de ellos lo que dice es: “aquí se armó un limpio” y la Nomenklatura seguirá vacilándose la nota, porque es que las carteras Louis Vuitton, combinan con la franelita del Che.
Para los chavistas y para los que defienden la revolución, esta simplemente fue y es, un ascensor social. Sustituyeron una clase por otra y por eso ha sido fácil convencerlos de que la oposición representa una amenaza. Ese es el origen de la actitud violenta contra nosotros, porque esa violencia está destinada a tranquilizarse así mismos. El “no volverán” no es más que “no me sacarán de la camionetota”. Por eso luego de un millón de millones despilfarrados, lo que quedó demostrado es que los hogares de chavistas burgueses se duplicaron y los pobres siguen siendo los mismos, así como los hogares hacinados. Los pobres que en realidad esperaban algo mejor como trabajo, hospitales bien dotados y escuelas, solo les llegó algo de comida importada y un tratamiento médico y misiones insostenibles si el barril baja de 50. Porque si llegara bajar a 30 como el año pasado y se mantuviera por unos años, será la “Misión ONU” la encargada de alimentar a la Biafra creada por el chavismo.
Por: THAYS PEÑALVER
@thayspenalver
tpenalver@me.com
Política | Opinión
EL UNIVERSAL
jueves 20 de octubre de 2011
