“La informaciónes sobre el cáncer de
Chávez se han vuelto clandestinas…”
El campesino andino precavido siempre monta una mula o un macho (mulo), para andar seguro en los estrechos caminos de las montañas. La mula le advierte el peligro, mejor que cualquier otro animal de a caballo. Su origen es producto del cruce entre el burro y la yegua o entre el caballo y la burra. Es un animal tozudo que no da un paso más hasta tanto su jinete no haya resuelto el peligro. El macho no da hijos y la mula tampoco, pero te pueden salvar la vida.
En Venezuela vivimos momentos de peligro y deberíamos ir pensando en ensillar la mula. Las informaciones son confusas y han generado incertidumbre y comentarios convertidos en rumores que no sabemos si tienen fundamento o no. La comunicación se ha hecho clandestina. Pareciera que hay algo que todo el mundo conoce a voces o todos estamos mintiendo sobre algo que realmente no conocemos. La enfermedad del Presidente Chávez es preocupante. Nos contentamos, nos sentimos aliviados cuando lo vemos de buen ánimo, pero nos preocupamos cuando uno de sus médicos nos dice que su situación es muy crítica, porque consideramos que su ausencia trastocaría todo el aparato gubernamental y político del país, indistintamente de la posición donde estemos ubicados.
Pareciera que hay un interés por desinformarnos, por callar la verdad o por esconder la información que realmente acontece. En este momento cuando el Presidente Chávez lucha por su vida, uno se pregunta: ¿Cuál es el interés del Tribunal Supremo de Justicia de no acatar la decisión de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, en relación al caso de Leopoldo López? Y nos deje como información un sí, pero no. Esa información no sólo genera confusión en la población, sino desconfianza contra en el propio gobierno. Y todos sabemos que lo peor que puede perder el poder, es la confianza que el ciudadano tenga en él.
Lo que uno percibe o puede intuir es que alguien está detrás de todo esto, porque no tiene explicación que en momentos cuando el Presidente Chávez se encuentra en Cuba en su chequeo médico y pidiéndole a Dios y a los santos por su vida y les hizo un juramento desde la interioridad de su espíritu, venga precisamente ahora un funcionario de su gobierno a sancionar a Globovisión, por el hecho, según él, de haber manejado mal la información sobre la dramática situación que viven los presos en Venezuela y que fue reconocida por el propio Presidente de la República, al crear un nuevo Ministerio y designar una ministro para que se encargara de esta lamentable situación.
Algo anda mal. Lo que se observa por encimita, sin conocer el trasfondo de las cosas, es que la burocracia está acabando con el gobierno. Los burócratas se adueñaron del ejercicio del poder y están disfrutando a sus anchas los privilegios que les da. El país se siente solidario con el Presidente por su enfermedad, pero fustiga a su gobierno por incapaz y a sus funcionarios porque se están dando ínfulas de grandeza frente a un pueblo desempleado, sin trabajo, y los que lo tienen, el salario no les alcanza para comprar la comida y sienten temor por ellos y por sus hijos que están siendo asesinados en las calles del país por una delincuencia que se volvió insensible, porque no siente el imperio de la ley. Estemos atentos a los movimientos de la mula que ella levanta las orejas cuando siente o ve el peligro.
Por: Lenín Valero
Periodista leninvalero1@hotmail.com
@valeromarquez