Nueva ofensiva oficial
Tal como preparó y abonó el terreno el director de un diario prochavista este domingo, al escribir que la percepción de violencia se debía a una complicidad política entre los partidos de oposición y los medios de comunicación, ayer el Gobierno arremetió contra el canal de noticias Globovisión y lo conminó a pagar una multa de más de 2 millones de dólares, una suma considerable que sólo tiene como objetivo la quiebra económica de ese canal.
No cabe duda de que esta estrategia contra los medios de comunicación se ha venido madurando en la misma medida en que las encuestas muestran la inseguridad como una preocupación relevante en todos los sectores de la población, en especial en los estratos más pobres. De manera que al Gobierno no le queda más remedio que buscar un culpable y nada más fácil que culpar a los medios, tal como lo hizo con RCTV en el pasado.
Pero esta es una peligrosa y arriesgada jugada porque, si recordamos lo sucedido con RCTV, la represión contra ese canal llevó al comandante a morder el polvo de la derrota electoral.
Y ya sabemos el berrinche que armó y el lío que se desató entre la jefatura militar y Miraflores. Lo peor es que hoy el Presidente está gravemente enfermo, según la prensa internacional, y políticamente debilitado al punto de que ni el mismo Partido Comunista quiere incorporarse al moribundo Polo Patriótico.
La jugarreta contra Globovisión seguramente fue inventada por alguno de los perros guardianes de Chávez con fines políticos muy personales. La idea no es más que quitarle cancha al comandante que ya no está en condiciones de jugar los noventa minutos del partido.
Por lo pronto, la arremetida contra los medios de comunicación no va a cesar porque se trata de una estrategia y no de una táctica. La oposición tiene que involucrarse en el tema de la libertad de expresión y debe desarrollar una política de protección a los medios que sea empujada por todos los partidos y movimientos que integran el exitoso proyecto electoral de la unidad.
La Mesa de la Unidad, si bien ha orquestado todo lo relativo a las primarias y a las candidaturas, se muestra más floja que una lata de chicha a la hora de reunir a sus integrantes para que se movilicen en torno a los intereses comunes y los de sus aliados.
No hay duda de que los medios de comunicación independientes forman parte de la capacidad de la MUD de dar a conocer sus proyectos y opiniones, tal como lo hace el Gobierno en los espacios políticos de esos mismos medios democráticos.
La MUD, que no es más que un amplio frente electoral, debe instruir a sus integrantes para que salgan por sí mismos a declarar y denunciar ante los medios lo que está sucediendo. Cada partido o movimiento debe movilizarse y salir a la calle en función de líneas generales que no necesitan sino una apreciación acertada del momento político. Táctica y acción es lo que le falta a la Mesa.
Por: Redacción
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EL NACIONAL