Las precipitaciones del martes
mantienen en alerta pobladores
■ La alcaldía activó el alerta amarilla.
■ 2.000 personas quedaron afectadas por las lluvias en Maracaibo.
■ Habitantes del sector Cañada Honda aún tienen charcos en sus casas debido al aguacero del martes.
El olor a humedad y el charco que sigue sin secarse en las dos habitaciones de la casa de Dilia Mosquera no le permiten olvidar el aguacero del pasado martes. La vivienda, enclavada junto al cauce de la cañada Los Borrachos del sector Cañada Honda, quedó hundida en las aguas. Casi un metro y medio fue la altura que alcanzó el líquido dentro de las cuatro paredes.
“En esta vivienda somos cuatro. Mi hija, mis dos nietas de dos meses y cuatro años de edad, y yo. Para vivir tenemos una bodeguita. Vendemos durofríos, tetas, cepillados y golosinas, pero ¡el agua se lo llevó todo!”, relató la mujer.
Explicó que a pesar de tener la nevera sobre una base de alrededor de 30 centímetros de altura, el agua tapó la unidad y ahora no prende. “Tenemos estas cuatro paredes y no sé por cuánto tiempo, pues del piso brota agua y barro, y las paredes están todas hinchadas, llenas de agua por dentro”, señaló con preocupación.
Su hija cuenta que el martes en la madrugada, cuando comenzó la lluvia, sólo pasó media hora para que el río se apoderara del interior de la vivienda. No les quedó de otra que salir corriendo.
“No tenemos dónde dormir, mucho menos qué comer. El martes en la noche y ayer dormimos en casa de unos vecinos. En nuestra vivienda corríamos el riesgo de que nos arrastrara la cañada o que la estructura se desplomara”, agregó Dilia Mosquera.
“Hice unos huecos en la pared para que el agua salga y por eso es que más o menos está seco. El agua se mete rápido porque el piso que rodea la casa está a la altura de las ventanas. Eso quedó así desde que rellenaron para limpiar la cañada, porque antes estaba abajo”, contó la afectada.
Por ahora rezan para que no vuelva a llover y esperan que algún organismo se acerque para auxiliarlos o reubicarlos.
“Si vuelve a llover nos iremos a la casa de otro vecino”, indicó.
Diagonal a su casa, otra residencia abandonada era testigo mudo de lo sucedido. Con paso apresurado llegó Sandra Soto, cuñada de Belkis Ortega Villegas, propietaria de la vivienda desocupada. Expresó que los habitantes debieron marcharse porque el agua estuvo a punto de llevárselos.
“Ellos sacaron tanta agua como pudieron, pero entre más sacaban, más entraba. Por último se fueron y dejaron lo que pudieron encaramado. Lo demás se perdió todo”, dijo.
Dentro de la vivienda, el agua alcanza cerca de 10 centímetros de altura e incluso hay pequeños peces nadando en la sala y en el comedor. En el patio, la ropa siguen tendida al sol pero destilando agua.
“No sabemos nada de Belkis, sólo que se la llevaron a un refugio, mas no dónde está o cuál es. Esperamos que los ayuden porque se quedaron con las cuatro paredes solamente”, agregó Soto.
Con la tierra encima:
En el barrio Nuevo Amanecer del sector Cañada Honda, el cerro se rodó una vez más. Yoverlis Méndez estaba dentro de su vivienda cuando empezó a llover: “Eran como las 3:00 am. Estaba con mis dos hijos y mi sobrino. En el desespero de subir a los niños y los enseres, me caí y me fracturé la pierna.
Ahorita están echando de nuevo el piso del porche porque el agua se lo llevó”.
Ella también debió hacer un hueco en la pared de su casa para que saliera el agua y el barro que bajaban de la loma.
Unas seis casas más adelante estaba Dayan Puche, que relató que le asombró ver cómo el agua brotaba del piso del cuarto de sus hijas. “Sentí algo crujir, pero no sabía qué era. No fue sino hasta la mañana que supe qué fue lo que crujió: fue la pared del fondo de la casa que se fracturó con la bajada del cerro”, indicó.
Comentó que requieren que instalen un muro de contención o una estructura antideslizamientos para evitar que la loma los cubra.
Sin techo, con media pared abajo, sin lavadora ni esperanza estaba Rosa Moreno de Hernández, una quincuagenaria propietaria de un abasto. Está resignada a que llueva más adentro que afuera de su casa. “La primera vez que se corrió el cerro me tumbó el techo en la parte de atrás de la casa. Lo reparé pero luego otro deslizamiento lo volvió a romper. Ya ahora cuando llueve lo único que me queda es confiar en Dios”.
Moreno duerme en un rancho en la acera frente a su casa y cuando empieza a llover se va hasta su vivienda para ver cómo el agua corre por ella.
“No me queda más que mirar qué se lleva y qué no. Después que para la lluvia, comienzo a sacar agua. El único gobernante que pasó por aquí y me ayudó fue Manuel Rosales. ¡A los de ahorita ni los conozco!
Alerta amarilla:
Desde el sector de Arismendi, al centro de la ciudad de Maracaibo, la alcaldesa Eveling de Rosales anunció la activación del alerta amarilla después de los embates de las lluvias del martes en la madrugada.
Señaló que hasta ahora hay 2.000 personas afectadas confirmadas por los Bomberos y Protección Civil de Maracaibo: “La alerta amarilla es de prevención porque según tenemos reportes, todo el mes de octubre será de lluvias”.
Hizo un llamado a la conciencia de la población para que no tiren basura a las cañadas. “En la cañada del Varillal había un colchón que obstruía el paso del agua.
Gracias a la Chinita no hubo muertos o heridos”, dijo.
Aseguró que la alcaldía de Maracaibo entregará colchonetas, bolsas de comida y atenderá a los afectados, y que las precipitaciones del martes casi alcanzaron el mismo nivel que las de Vargas cuando ocurrió el deslave. “Hay que estar preparados porque las lluvias van a seguir. No hubo mayores consecuencias, porque el trabajo preventivo estaba hecho. Ahora lo hemos reforzado”, aseguró.
Pidió al presidente Hugo Chávez que fortalezca el trabajo mancomunado con gobernaciones y alcaldías.
“Presidente Chávez, Maracaibo necesita la mano del Gobierno. Reflexione, el centralismo no representa una solución a los problemas”, manifestó.
RECOMENDACIONES:
• La Alcaldía de Maracaibo solicitó a los ciudadanos de la localidad evitar tirar basura a las cañadas pues propicia el sedimento de escombros y las inundaciones en las inmediaciones de los riachuelos. “Ayer vimos como en la cañada de El Varillal había todo tipo de escombros, arboles y basura. Hay que concienciar sobre el saneamiento y la limpieza”, puntualizó la alcaldesa Eveling Trejo de Rosales.
• Al menos 10 bombas de achique y retroexcavadoras se usaron en sector El Varillal, así como en la zona oeste. Decenas de empleados de la Alcaldía marabina trabajaron en el retiro de escombros, sedimentos y árboles.
• Las autoridades recomiendan a los ciudadanos, en caso de riesgo, abandonar sus casas a la brevedad posible.
Por: JORGE KOUSSA GONZÁLEZ
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