GNB reprime con gases protesta
por inseguridad en Naiguatá
■ Estudiantes de la USB fueron evacuados por amenaza de disturbios.
■ Los temporadistas quedaron atrapados durante nueve horas en la tranca.
■ 17 heridos, 30 robos en la cola y una moto quemada durante la protesta contra la inseguridad
■ La protesta tuvo como punto de partida el intento de robo que vivieron las personas que participaban el domingo en una fiesta en el sector Pueblo Arriba. Todo degeneró en un enfrentamiento en el que murieron dos personas.
El encuentro se realizó en el puente localizado a la entrada del pueblo. No se conoce de responsables u organizadores. Correr la voz, mensajes de texto y en Twitter fueron los medios. Las autoridades sabían de la convocatoria desde la mañana, pero la subestimaron hasta que el domingo, después de las 4:00, una multitud se aglomeró en el puente. Los vecinos de la parroquia Naiquatá en el estado Vargas decidieron protestar contra de la inseguridad debido a que se han registrado más de 20 robos en los últimos días, y porque esa madrugada fueron asesinados dos jóvenes en un tiroteo durante una fiesta.
La intervención del secretario de seguridad Andrés Goncalves para llegar a acuerdos no fue suficiente. Hasta las 11:00 pm no había paso de vehículos ni motos. Los intentos por salir o entrar al pueblo generaron enfrentamientos.
14 policías y 3 vecinos fueron heridos, hubo 30 robos a los temporadistas que pasaron más de 9 horas en cola y una moto de la policía fue quemada, mientras se mantuvo la manifestación que fue infiltrada por encapuchados que lanzaban botellas y piedras.
Los comercios cerraron después de las 7:00 pm por instrucciones de la Guardia Nacional. La gente, varada en las colas hacia el este, no tenía dónde abastecerse y estaba amenazada por los delincuentes que los atracaba dentro de los vehículos.
Uno de las exigencias de los protestantes fue la presencia de la fiscal superior Deysy López, quien llegó al lugar, pero no aceptó conversar con todos sino con una comisión de diez personas. Le solicitaron que se subiera a un camión para ser escuchada, pero optó por retirarse ante la intransigencia de los manifestantes.
“Debió explicar por qué hay tanto delincuente libre, con denuncias, pruebas en mano y los vemos en la calle a las horas después de caer preso”, comentó Jesús Zambrano, una de las víctimas de robo.
“La delincuencia está desatada, ya no estamos seguros ni en nuestras casas. Lo extraño es que hay sujetos con 15 expedientes y están en la calle haciendo de las suyas. La fiscal vive en Guarenas y nunca está aquí. El pueblo está molesto y seguirá protestando. No se justifica que mientras la gente reclamaba justicia, los malandros cometían robos a diestra y siniestra. El policía para atacar al pueblo y al malandro no se toca. Nos cansamos de esta anarquía”, expresó Zambrano.
Ismenia Rodríguez, residente del sector Pueblo Arriba, dijo que la gente volverá a trancar la calle. “No hay tranquilidad, esto dejó de ser un pueblo sano. Los policías se van a dormir a las 12:00 pm y las calles quedan solas”, manifestó.
La amenaza de más protestas está latente. Los vecinos reconocen que la manifestación terminó en anarquía, pero aseguraron que si las autoridades no solucionan el problema de la inseguridad, lo harán por sus medios.
“Éramos un pueblo sano y nos cansamos de esperar por la justicia”, afirmó Ismenia Rodríguez.
Prohibido manifestar. El procurador de Vargas, Pedro Rodríguez, anunció que no se permitirán más protestas debido a las implicaciones que esto tiene para los responsables, por los delitos de trancar vías, agavillamiento y destrucción de bienes del Estado. “Le brindamos seguridad al pueblo de Naiguatá como siempre lo hemos hecho. Con estas acciones de protesta se empeora la situación porque se genera más violencia”.
Desde el lunes en la mañana, la policía y Guardia Nacional se mantenían en las vías del pueblo. A las 1:30 pm llegó el féretro de Germán Paz Corro, una de las personas que falleció el domingo en la madrugada. Fue escoltado desde La Guaira por varios motorizados y la policía estaba alerta ante posibles protestas.
Media hora después bajaron del sector Pueblo Arriba el cadáver de Miguel Orlando Blanco, que fue escoltado hasta el cementerio por un centenar de personas. Yusmar Blanco, hermano de la víctima, informó que él estaba en la fiesta y quedó atrapado en la balacera que hubo cerca del lugar. “Trabajaba y estudiada”, dijo.
Por: LUIS LÓPEZ
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