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Thursday, November 21, 2024
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Táchira: Caos pica y se extiende ante colas de gasolina

Usuarios critican que con el "chip" se pierde mas tiempo, algunas veces la maquina demora hasta 15 minutos tratando de leer el codigo de barras.

Usuarios trancan pasos de garajes
tapones e intersecciones

 

Son las seis de la mañana y Carla Ramírez dejó a sus hijos durmiendo en casa. Se despertó bien temprano para ubicar una estación de servicio sin chip o con Tag. Al igual que ella cientos de personas se acostaron y/o despertaron pensando en la misma idea.

Y es que llenar de gasolina el tanque del vehículo ya no es tarea sencilla ante un panorama que avizora kilométricas colas.

No hay distingo de raza, credo, religión, ideología o estatus social, cualquier persona que tenga un vehículo (y quiere hacer uso de él para desplazarse) debe hacer colas en las estaciones de servicio durante dos horas, tres cuadras o más de 30 carros en promedio. La aventura solo marca que se debe disponer de tiempo y paciencia, lo demás está fuera de sus manos.

Aparentemente esto solo ocurre en Táchira, donde el Ejecutivo nacional alega contrabando de combustible para implementar un plan de automatización que lejos de solventar el problema genera un desbarajuste en todo el quehacer de la ciudad. Altera el tránsito y la productividad, genera molestia, incertidumbre y conlleva a la violencia, irrumpe en la sana convivencia y propicia la astucia y la anarquía.

En la gráfica se observan los carros haciendo doble fila, una que entra directamente a la bomba y otra que da la vuelta a la manzana. Además de los buhoneros ofreciendo sus productos.

El congestionamiento:

El desbarajuste vehicular de la ciudad en los últimos meses tiene como factor clave las colas en las estaciones de servicio debido a que los usuarios de las bombas realizan hasta doble fila dejando solo un canal libre para circular. No solo abarcan la manzana donde está ubicada la estación sino que, además, dan la vuelta, tal cual laberinto, entre calles y carreras.

Algunos trancan pasos de garajes, tapones e intersecciones, no les importa más nada que llenar el tanque de combustible. Están casos específicos como el de la E/S ubicada en la avenida 19 de Abril, a la altura de un colegio privado, donde la fila de autos es continua y sin espacios, bajando por la calle 15, doblando por la carrera 24 y llegando hasta la calle 11, casi hasta donde está ubicada la E/S Texaco en Barrio Obrero, donde se genera otro pandemónium vial.

Si se habla de productividad, es obvio que tanto empresas públicas como privadas se han visto afectadas ya que sus empleados deben tomar como mínimo una hora de su tiempo laboral para hacer la cola en la estación de servicio, bien sea en la mañana o en la tarde.

Los que no cuentan con el permiso de sus jefes simplemente se escapan porque no se van a arriesgar a quedarse varados por falta de gasolina.

El clima de estrés, intolerancia, molestia y confusión ante esta situación es tal que es común observar a los ciudadanos gritándose e insultándose en las colas de la gasolina.

Algunos trancan pasos de garajes, tapones e intersecciones, no les importa más nada que llenar el tanque de combustible.

Atracos en las colas:

Los motivos pueden ser diversos; sin embargo el general es por aquellos “vivos” que pretenden “colearse”, porque la bomba fue automatizada, no sabían y se calaron una cola de dos horas; porque el bombero no les tanqueó completo, porque hicieron la cola y justo antes de pasar cerraron la estación de servicio, porque no consiguen gasolineras abiertas, o sencillamente porque tienen que hacer la cola.

También es cierto que esta problemática propicia los espacios para que se cometan actos delictivos, y en este hecho influye el sector donde esté ubicada la bomba. En la zona de la Troncal 005 se escucharon denuncias acerca de personas que fueron atracadas haciendo cola para la gasolina. De allí que las estaciones de servicio en la parte alta de la ciudad sean las que presentan mayor demanda.

Al respecto los usuarios afirmaron que se sienten más seguros y hay más presencia policial en la parte alta de San Cristóbal, aunque también acotaron que hoy en día roban en cualquier lugar y a cualquier hora.

No puede faltar en este nuevo quehacer la presencia de la economía informal que siempre aprovecha las circunstancias para vender sus productos. Donde haya una cola para el combustible no faltarán los buhoneros exhibiendo artículos para los celulares, lentes de sol, CDs y películas, cerámicas, entre otros; así como personas solicitando colaboración para un familiar o los mendigos pidiendo una ayudita.

El panorama es bastante denso y para muchos pica y se extiende, como reza el refrán, aunque las autoridades se den a la tarea de garantizar que con el plan de automatización del combustible no habrá más colas. A los ciudadanos solo les queda esperar y tener fe en que algún día todo volverá a la normalidad.

La realidad es que la acción de abastecer el tanque de combustible dejó de ser tarea sencilla y se suma a todas aquellas que ameritan una cola como hacer mercado, ir al banco, pagar los servicios, tramitar un documento y pare usted de contar, la lista es bastante larga. Pero los ciudadanos se están acostumbrando, al punto que si cualquier actividad la realizan en menos de cinco minutos es extraño y hasta les causa desconfianza y zozobra.


Por: Mariana Contreras