El enfermo no mejora
Y no hablamos de su cáncer sino del talante totalitario, grosero, teatral…
El enfermo no mejora. Y no hablamos de su cáncer innominado, sino del talante totalitario, grosero, deleznablemente teatral, violador de los derechos humanos y enemigo de la libertad de expresión.
El último show comenzó el jueves con la llamada a VTV para disipar los intensos rumores del empeoramiento de su enfermedad, ritual que los medios conocen bien porque un día luce enfermo y el otro no, por eso publican títulos como “Chávez dice que ya está sanito” (Tal Cual 26-09-2011). Es probable que la fotografía del acuerdo unitario con todos los precandidatos, gobernadores y partidos de oposición y los resultados de las verdaderas encuestas hayan afectado su salud. Horas más tarde invitó a los corresponsales extranjeros para que contemplaran su muy ensayada calistenia deportiva que dio paso al sketch estelar de su enfermedad con la lectura de la versión del Nuevo Herald, muy parecida a las que circularon en Venezuela. El enfermo reía gozoso; se burlaba de las hipótesis de los médicos declarantes , jugaba con una pelota de beisbol para graficar que así “era el cáncer que me sacaron”, para concluir que el tratamiento mediático sobre su salud “es una cosa morbosa, grosera e inhumana”. El misterio creado en torno a su enfermedad es gasolina para el fuego de los rumores (¡si lo sabrá Fidel!) para así distraer la atención colectiva de los problemas nacionales. Por eso solo en Cuba y en Venezuela no ha habido (ni habrá) parte médico alguno sobre la enfermedad de sus gobernantes.
“Cualquier pequeña cosa que ocurra en Venezuela la magnifican, forman un escándalo” (… ) Apelan al morbo para causar temor. ¡Son unos terroristas!”, acusa el enfermo. Citemos algunas de esas “pequeñas cosas” ocurridas en el país mientras él despotricaba desde Miraflores: un avión sufrió una explosión de sus cauchos traseros poco antes de despegar de Maturín, convirtiéndose en el sexto incidente en menos de 48 horas. En septiembre ocurrieron 30 incidentes aéreos y 74 en lo que va de año. La flota nacional es antigua y no hay mantenimiento porque Cadivi no entrega las divisas para los repuestos. Poco antes habían robado un avión oficial de la rampa presidencial y en la madrugada chocaron dos trenes del Ferrocarril Caracas-Valles del Tuy por una aparente falla eléctrica (Últimas Noticias) con saldo de un muerto, 30 heridos y 4 mil evacuados, accidente que era una crónica anunciada según los desoídos informes de los trabajadores ferroviarios. Y de Ripley: Pdvsa Gas advierte que las barcazas instaladas en La Guaira para dar electricidad a Caracas (que costaron $ millones) no podrán operar porque no cuentan con un gasoducto. Dado que el enfermo “está sanito” podría disfrazarse de Pavo Lucas e iniciar la búsqueda de los desaparecidos aceite, leche, azúcar, harina de maíz, arroz, pasta, etc. O de las nunca construidas 115 mil viviendas que deberían estar listas a la fecha. O que visite a las 450 familias de la Isla de la Culebra inundada por el Lago de Valencia. O a los damnificados (“vivíamos mejor en nuestros ranchos”) .
El sketch revienta con dos corresponsales que no se prestan al juego oficial: el de AP se interesa por el tipo de cáncer del enfermo, pregunta normal en cualquier país democrático: “Tenía un tumor así -dice el enfermo blandiendo iracundo la bola de beisbol. “¿Quieres que saque el tumor y que te diga de qué clase era para aumentar tu morbosidad? Yo no los voy a complacer, no voy a alimentar su morbo”.
Como el enfermo no pudo disimular su simpatía por la causa guyanesa, la valiente Andreína Flores, de Radio Francia y RCN de Colombia -la misma que hace tiempo le preguntó por qué si en las parlamentarias la oposición había sacado más votos, tenía menos diputados que el Gobierno- le pidió esta vez que explicase por qué Maduro no había planteado en la ONU el delicado caso de Guyana. Ardió Troya: “¿Tu eres venezolana? ¿Por qué voy a complacerte dándote una respuesta? ¿Por qué tenía Maduro que decir algo en la ONU si eso no le importa al mundo? En medio de la andanada Andreína denuncia que Izarra había dado órdenes para que le impidieran sus preguntas. Con los insultos del Goebbels criollo y el grito de Chávez a la corresponsal “Respeta para que te respeten” (es decir, “cállate o atente a las consecuencias”) el showman decidió cerrar el espectáculo dejando al desnudo su verdadera y corrosiva enfermedad: defendió enardecido a los sanguinarios sátrapas Gadafi y Al Assad, al asegurar que !!!! nunca habían masacrado a sus pueblos porque ambos han sido víctimas de terroristas infiltrados por el Imperio!!!!!
Con razón el veterano Rafael Poleo resume así el drama nacional: “Estos choros que nos gobiernan se roban hasta la verdad histórica”
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
EL UNIVERSAL
domingo 2 de octubre de 2011