Delincuencia y abandono se
apoderan de La Rinconada
■ Seis personas presentaron asfixia.
■ Ayer un incendio acabó con dos de los cubículos parcialmente.
■ 398 familias conviven dentro del refugio desde diciembre del año pasado.
■ Del total de los refugiados (1.548 personas), 700 son niños y adolescentes.
■ Cuatro incendios han afectados los damnificados este año. El penúltimo fue el jueves pasado.
■ La estructura fue dividida en tres pisos, y fue separada en cubículos tipo habitaciones con literas.
■ El siniestro, que ocurrió en el piso 2 del albergue, evidenció el peligro que corren 1.500 personas alojadas en el hipódromo.
Además de la inseguridad, los refugiados dijeron que las filtraciones, cortos circuitos y fallas en el suministro de alimentos son los males que padecen todos los días. Exigen reubicación en nuevas casas.
El sonido de las chispas interrumpió ayer a las 11:00 am el reposo de Ninoska Castellanos y su bebé, de dos meses de nacido, alojados en el refugio Tribuna C del Hipódromo de La Rinconada. “Yo sospeché desde el principio que se trataba de otro incendio. Al ver que ardía la cortina de mi cubículo, salí gritando”, relató.
A los gritos de alerta de la mujer se unió un fuerte estallido.
Un total de 1.590 damnificados tuvieron que abandonar por 3 horas el refugio debido al siniestro originado por un cortocircuito. Oscar Coste Toro, mayor de los Bomberos Metropolitanos, considera que el incidente pudo tener peores consecuencias: “No explotó ninguna bombona de gas, llegamos a tiempo a las 11:45 am y sólo 6 personas presentaron síntomas de asfixia”.
Nediker López, alojado en la Tribuna C, duda de la versión de los bomberos: “Tuvo que haber estallado una bombona, pues se escuchó una detonación muy contundente. En meses anteriores ocurrieron tres cortocircuitos en el refugio, y ninguno fue tan fuerte como el de hoy”.
La avería eléctrica se originó en el área habilitada como lavandería, en el segundo piso. El suelo de ese sitio está permanentemente mojado, rodeado de varios cables sueltos y al lado hay un depósito de bombonas de gas. “Son muchos peligros en el refugio. No queremos que nos sigan manteniendo acá. Deseamos nuestras casas antes de octubre de 2012, fecha prometida por el Gobierno para sacarnos de La Rinconada”, dijo López.
Caballerizas:
Los terrenos funcionaron hasta el 2004 como el “puesto de montas” del hipódromo La Rinconada, lugar donde se alojaban los caballos mientras eran subastados. El área también sirvió hasta 2009 como caballerizas donde los potros cumplían la cuarentena antes de llegar al hipódromo. Hoy se usa para albergar a 131 familias que quedaron damnificadas la semana pasada en la carretera vieja Petare-Guarenas (460 personas).
El refugio Cacique Tiuna de La Rinconada se está habilitando para que duerman damnificados en las extintas caballerizas de 4 y 9 m2, dice Raquel Moreno, afectada del sector Ochoa.
Moreno denuncia que un grupo de familias del sector Ochoa (carretera vieja Petare-Guarenas) desconocía que serían desalojados de sus casas para vivir en “establos”. “Hay camas literas, baños y otros enseres. Pero no somos animales para vivir en caballerizas”, resalta.
De espaldas al problema:
Las condiciones de la Tribuna C son adversas. La energía eléctrica llega por cables empatados por los damnificados. Los cubículos están separados por láminas de drywall.
Sólo tienen 7 baños para 633 familias, que proceden de La Vega, La Silsa y Las Mayas, entre otros barrios. 4 guardias nacionales intentan garantizar la seguridad. No cuentan con servicio médico y son constantes los brotes de enfermedades virales.
El servicio de agua y los alimentos no llegan con regularidad. “Así vivimos nosotros, señor Presidente. Yo soy chavista hasta los huesos, pero aquí estamos a la voluntad de Dios. Podría decirse que los caballos viven mejor que nosotros”, afirmó Carmen Torres Salinas.
El relato de Torres, de 64 años de edad, está acompañado de lágrimas. Cuando supo del incendio, intentó saltar por el balcón del tercer piso del refugio. “Todo ocurría abajo, no sabíamos si era grave o no. La gente se agolpó en las rejas y no se podía bajar. Yo pensé en lanzarme por el balcón”, contó.
Los damnificados de la Tribuna C han dirigido cartas al Ministerio de Turismo, encargado del refugio; a La Electricidad de Caracas, el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia y la Vicepresidencia de la República. Ninguno ha respondido.
No sólo se trata de las peticiones de los damnificados.
Un funcionario del Ejército, de apellido Barreto, que custodia el lugar, solicitó la instalación de un centro policial: “Queremos que coloquen un módulo de la Policía Nacional. En este lugar ocurren dos robos al día y no nos damos abasto”.
Nelson Milano, encargado de los refugios apadrinados por Mintur en Caracas, se acercó ayer, a la 1:00 pm, a las instalaciones de la Tribuna C.
Aunque se le preguntó sobre posibles alternativas a la situación de los damnificados, el funcionario se limitó a decir: “No estoy autorizado para dar informaciones”.
Por: M. C.
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