El país es un desastre
tras la “década de plata”
A mediados del año 2000, durante una de tantas cadenas largas que se extendían casi hasta media noche, Hugo Chávez le anunció al país que “el período 2001-2010 será el de la década de plata”. Y dijo que luego vendría “la década de oro”. Fue más preciso aún: en la “década de plata” (que ya debió haber concluido hace 10 meses), “el país tendrá solventados todos sus problemas básicos, con una vida próspera, de modo que en la década de oro hasta el 2021 lograremos el despegue hacia el rol de una gran potencia latinoamericana y mundial”.
Ayer, en Puerto Ordaz, ocurrió el inusitado caso de dos accidentes aéreos graves (por fortuna y casi por milagro sin víctimas fatales). A un avión con 125 pasajeros se le desprendió una turbina aterrizando. Unos minutos antes y habría ocurrido lo peor. Otro avión con 90 pasajeros debió regresar apresurado cuando el humo invadió la cabina por una fuga hidráulica. No es algo sorprendente. El accidente de Conviasa en Sidor, hace un año, mostró que el problema era serio. Los técnicos en aviación son los indicados para hablar del tema, pero debe haber severos problemas de mantenimiento. Y seguramente surgirán temas como “los dólares de Cadivi, la compra de repuestos, la insuficiencia de equipos que por tanto son usados hasta el agotamiento”, etc. Eso se refleja en que sólo por milagro los vuelos salen “a la hora”.
¿Es acaso un tema aislado el desmadre del transporte aéreo en el país? Cada ciudadano sabe que para viajar por carretera de una región a otra, hay que encomendarse a Dios, igual que al montarse en un avión. Escasas son las vías donde los huecos, derrumbes, fallas de borde, asfalto deficiente, rayado de la vía y monte que invade el pavimento, no son la regla. En TV, el domingo vimos un dramático reportaje del desastroso estado del Puente sobre el Lago de Maracaibo a tres años del “arrebatón” inconstitucional que el gobierno hizo, quitándole la competencia de su administración y mantenimiento a la Gobernación del Zulia. Aquí, el Puente Orinoquia es más el tiempo que pasa a oscuras que con el alumbrado funcionando. En la vía a La Viuda los asaltos nocturnos son frecuentes. Así andamos al concluir la “década de plata”. Para no hablar de los asaltos impunes a los autobuses del transporte colectivo interurbano. Pan de cada semana.
¿Hablamos de la criminalidad desatada en las calles? Por más que Chávez diga que es “solamente una sensación” y no algo real, el pueblo que no tiene los “anillos de seguridad” de la oligarquía roja, sabe cuán real es ese drama. Los homicidios se han multiplicado por 10. ¿Hablamos de las cárceles? La ministra, confesando ayer que hay numerosos reos que siguen presos pese a haber cumplido sus condenas, bastaría para condenar a “la década de plata”, pero todos sabemos que el desastre es mucho peor, como el episodio de El Rodeo nos lo hizo saber de modo brutal.
De la ruina de las empresas básicas sabemos de sobra. La “década de plata” nos encuentra con todas ellas en el suelo. La producción destrozada, tanto como el mantenimiento. Los derechos del trabajador pisoteados.
Se frenó el progreso y el ascenso social. Los apagones con sequía o con lluvia nos muestran a diario cuanta ruina hay en el sistema eléctrico al cumplirse la “década de plata”. ¿Cómo fue que dijo Chávez? ¿Qué al terminar esa “década de plata” el país estaría feliz y rumbo a convertirnos en potencia mundial? ¿Potencia en qué, si ni siquiera se puede usar la energía eléctrica necesaria para que la producción industrial avance?
El café es importado. Al menos un 40% del que consumimos. A los productores de Nicaragua se les paga el doble que a los venezolanos por su cosecha. Por eso allá crece el agro y aquí se deprime año tras año. Lo mismo que sucede con la producción de carne o pollo. La “década de plata” ha destruido el empleo en el campo venezolano y lo ha hecho crecer en China, Argentina, Ecuador, Colombia, Nicaragua o Brasil.
La “década de plata” nos encuentra haciendo brutales colas para lograr comprar una o dos botellitas de aceite de comer o un par de latas de leche en polvo, cuando algún amigo nos avisa que “en tal supermercado llegó”. ¿Y la basura? ¿Y Cambalache? De “plata” ha sido la década para el grupito de los “chavi-burgueses” con enormes riquezas mientras hablan de “socialismo”.
Si así ha sido el balance final de la “década de plata”, imaginemos por un instante lo que será la “década de oro hasta el 2021”, si nos dejamos embaucar por Chávez el año próximo, en lugar de desatar un torrente de participación, lucha y votos por el cambio democrático.
Por: Damián Prat C.
PÚBLICO & CONFIDENCIAL
www.damianprat.com
@damianprat
Martes, 27 de Septiembre de 2011
Sí claro, lo único que le faltaría ahora para impedir el libre desplazamiento sería que promulgue una ley de “distritos militares y comunas socialistas” donde para desplazarse va a haber que pedir permiso por escrito y justificar el porqué te vas a desplazar ¡Zape gato!.