Guasdualito explosivo
en la calle Cedeño
■ Al parecer la carga sería de explosivo C4 de alto poder que acabó con un amplio sector de la calle Cedeño con carrera General Salón.
■ Fuentes militares dijeron que los lesionados se vieron afectados por esquirlas de vidrio y otros materiales, que literalmente volaron durante el estallido.
■ Las pérdidas son millonarias y hasta el momento ninguna autoridades se ha atrevido a emitir un primer pronunciamiento de lo ocurrido en esta población venezolana.
La onda expansiva afectó en un considerable porcentaje la estructura de este inmueble, reducido a escombros, también a unos 15 establecimientos comerciales y 4 residencias de la cuadra, así como a gran cantidad de vecinos que a esa hora se encontraban durmiendo.
La semana pasada fue colocada una bomba en una de las calles más céntricas de Guasdualito. Por pura suerte no causó víctimas fatales, porque destruyó una cantidad significativa de viviendas y negocios. Es la primera vez que ocurre una cosa de esta magnitud en ese territorio, ya suficientemente asolado por la acción de esa combinación letal de guerrillas, paramilitares desempleados, hampa común, narcotráfico y contrabando. El viernes pasado nuestro colaborador Sebastián de la Nuez dibujó un cuadro crudo y dramático de cómo se vive en Guasdualito. Se vive en el miedo y con miedo. Es territorio de donde está ausente el Estado venezolano, por eso la población prefiere el silencio a la práctica autodefensiva.
Porque sabe que la denuncia no llega a ninguna parte y por lo general quien se atreve a hacerla paga con su vida. La gente lo sabe y en voz baja lo dice: hay demasiadas evidencias de colaboración entre la delincuencia y las llamadas “autoridades”. Ya una vez este minicronista contó cómo el para hace algunos años comandante de la fuerza militar en la región se excusó ante Aristóbulo Istúriz de no asistir al entierro de un “compañero” asesinado porque ese “compañero” era el jefe del contrabando de gasolina en la región. Así son las cosas por allá. Y cada vez son peores. Lo de la bomba ha causado consternación e impotencia. La gente señala, en voz bajita, a esa especie de guerrilla chavista que antes se llamaba FLB y ahora cambió el nombre pero son los mismos extorsionadores y cobradores de vacuna de siempre.
Se dice que fue un aviso hacia aquellos valientes que han comenzado a dejar de pagar las vacunas. Pero, a todas estas, ¿el gobierno nacional no tiene nada que decir ni hacer frente a esta evidente lesión, esta sí real y concreta, a nuestra soberanía nacional?
Más temprano:
Veinticinco personas heridas, la mayoría con lesiones leves, causó una gran explosión en una residencia de Guasdualito, estado Apure, este martes en la madrugada, hecho que afectó toda una cuadra, donde funcionan mayormente establecimientos comerciales.
El estallido ocurrió a las 3:15 de la madrugada, en la residencia de dos plantas marcada con el número 3-06, propiedad de Reyes García, en la calle Cedeño, esquina de la carrera “General Salón”.
La onda expansiva afectó en un considerable porcentaje la estructura de este inmueble, reducido a escombros, también a unos 15 establecimientos comerciales y 4 residencias de la cuadra, así como a gran cantidad de vecinos que a esa hora se encontraban durmiendo.
Fuentes militares dijeron que los lesionados se vieron afectados por esquirlas de vidrio y otros materiales, que literalmente volaron durante el estallido.
Hasta el momento no se conoce con certeza el origen de la explosión, y aunque se presume que pudo ser ocasionada por una fuga de gas, una comisión de explosivistas del Servicio Bolivariano de Inteligencia -Sebin- se trasladó al sitio e iniciaron las correspondientes experticias y colección de evidencias entre los escombros, pues no descartan que se trate de más de una granada o cualquier otro tipo de artefacto explosivo, debido a la magnitud de los daños.
Igualmente arribaron comisiones del Cicpc, de la Policía Municipal, Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, ocupándose estos últimos de asistir a los heridos, y de ser necesario, trasladarlos a centros de salud.
Una labor aparte cumplieron los efectivos adscritos al Destacamento de Fronteras número 17 de la Guardia Nacional, que se encargaron de acordonar el sitio del suceso y de mantener alejados a los sorprendidos vecinos, que aún al mediodía no salían de su asombro.
Sobre el monto estimado de los daños materiales no se obtuvo información, como tampoco fue posible conocer la identidad y estado de salud de los heridos, debido a que las autoridades se mantuvieron herméticas.
Por: Sucesos/Redacción
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