Lágrimas por las víctimas
venezolanas en Nueva York
■ Cuatro compatriotas figuran en la lista de fallecidos en el World Trade Center.
■ Familiares de Howard Boulton recuerdan con nitidez el día que Nueva York fue escenario del desastre.
Con entereza y voz serena, Alfred Boulton narra cómo su hermano Howard intentó escapar de la torre sur del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001.
Después de que un avión se estrellara contra la torre norte, Howard llamó a su esposa, Vigdis Ragnarsson. Le dijo que bajaría del piso 84, en el que estaba su oficina, hasta la calle. Nunca llegó. Él formó parte de la lista de desaparecidos entre los escombros y el polvo.
Alfred reconstruyó lo ocurrido a partir del testimonio de Ragnarsson y lo que le relató una mujer que habló con Howard los últimos minutos de su vida.
Al llamar a su esposa, Howard de 29 años de edad bajó al piso en el que debía cambiar de ascensor, pero le dijeron que se quedara en el edificio, que era peligroso estar en la calle porque caían escombros de la otra torre. Por eso regresó a su oficina.
“Cuando se estrelló el segundo avión quiso bajar las escaleras, pero estaban en llamas.
Algunos usaron otras y se salvaron. Él y sus compañeros llegaron a las escaleras equivocadas”, relata el hermano.
En Venezuela, Alfred supo lo que estaba pasando porque un amigo le avisó. Trató de llamar a Howard, pero fue imposible la comunicación. Transcurridos 8 o 10 días, Alfred viajó a Nueva York, donde permaneció 2 semanas: “Vigdis pensaba que Howard había salido del edificio. Sus amigos lo buscaban en los hospitales”. A los 6 meses, cuando encontraron sus restos entre las ruinas, terminó la esperanza.
Howard llegó a Nueva York a finales de la década de los noventa y trabajaba en Eurobrokers International. Junto a él casi 3.000 personas fallecieron ese día por los ataques terroristas contra el World Trade Center y el Pentágono; en esa cifra se incluyen los pasajeros de los 4 aviones utilizados en los atentados.
Una década de tristeza:
El primero de mayo de este año se informó de la muerte de Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001. A Alfred Boulton la noticia no le dio paz: “Le tenía rabia a ese señor, pero no le deseaba la muerte, ni a él ni a nadie. Perdimos a mi hermano y eso no va a cambiar”.
Los restos de Howard reposan, desde septiembre de 2002, bajo un árbol de mango en Cojedes. A 10 años de la tragedia, la familia Boulton no se ha recuperado. Alfred dice que su madre, Renata Szokoloczi, reaccionó mal y perdió el control de su existencia. Nunca pudo recobrarse anímicamente. Ragnarsson se volvió a casar y tuvo otros niños, además del hijo de Howard, ahora con 10 años de edad. “Ella llora mucho todavía y nosotros también. Todos estamos entristecidos; esta fecha es horrible”.
Alfredo Olarte: “Olía a tecnología quemada”
“Yo no escuché el despertador y nos quedamos dormidos, así que desayunamos con normalidad en el apartamento. Un amigo me avisó lo que estaba pasando y encendí el televisor. Desde mi casa pude ver el humo y las torres a lo lejos.
A los minutos, vi la sombra y escuché el sonido de un avión que pasó rasante por el edificio. Ese avión se estrelló contra la torre sur. Lo más impresionante era que nosotros teníamos planes de ir temprano a esa zona.
Mi amiga es periodista, así que la acompañé a recorrer la ciudad. Fuimos a la Cruz Roja y la cola para ayudar a las víctimas abarcaba tres cuadras. Era muy impresionante la solidaridad de la gente. Lo que más me impactó fue el orden, la manera como la ciudad se organizó.
Esa semana las personas lloraban en el Metro; parecían zombies. La ciudad era otra.
El humo se observó por muchos días. Nunca lo voy a olvidar: olía a computadoras en llamas, a tecnología quemada.
Yo supe que tenía que irme de la ciudad. A finales de 2004 empecé los planes para mudarme, y lo hice en 2005. Creo que no volvería a vivir en Nueva York”.
Johani Ponce: “Pensaba que el mundo se iba a acabar”
“Yo trabajaba como periodista independiente en Nueva York, y el 11 de septiembre de 2001 tenía una entrevista de trabajo. Para llegar, debía tomar el Metro y pasar muy cerca de las torres del World Trade Center. Ese día, gracias a Dios, me quedé dormida.
Como me acababa de mudar, no tenía cable en la televisión. Salí a llamar por teléfono y vi que mucha gente revisaba su celular; muchos compraban comida. A las 10:30 am hablé con la secretaria de la empresa en la que me iban a entrevistar, para disculparme por no haber llegado. `Pero, niña, ¿no sabes que tumbaron las torres?’, me dijo. Yo pensé que ella estaba loca.
Cuando lo vi no lo podía creer. Me empecé a convencer de la realidad al mirar el humo. Pensaba que el mundo se iba a acabar.
Lo que más me daba miedo era que pusieran una bomba en el Metro. Siempre me sentí segura en Nueva York, pero después del atentado contra las torres, esa confianza se fue. Decidí volver a Venezuela por unos meses y ahora vivo en Miami”.
Pedro Monsalve: “Sentimos que estamos en riesgo permanente”
“Soy médico y me invitaron a un congreso en Nueva York, desde el 8 hasta el 12 de septiembre. El 10 fuimos al restaurante Windows of the World, en el piso 106 de la torre norte del World Trade Center. Llegamos a las 8:00 pm y cuando íbamos a pagar se registró un problema con la tarjeta. Estuvimos allí hasta la 1:30 de la madrugada del 11 de septiembre. Una muchacha del restaurante dijo que nos quedáramos hasta el amanecer y que, después, desayunáramos allí, pero yo dije que no porque tenía una reunión muy importante al día siguiente.
Me desperté a las 8:00 am del 11 de septiembre, y encendí la televisión. Transmitían la noticia del avión que se estrelló contra la torre.
Pensamos que empezaría la tercera guerra mundial y que debíamos salir de ahí.
Pero no había forma de irse.
Nos organizamos para tratar de salir del país. A los cinco días viajó la primera persona de nuestro grupo. Los últimos fuimos nosotros. Ahora tenemos miedo. Sentimos que estamos en riesgo permanente porque un grupo de terroristas puede atacar en cualquier parte”.
Sin información:
De acuerdo con la Embajada de Estados Unidos, por lo menos 4 de las víctimas de los atentados eran venezolanos: Howard Boulton, Jenny Low Wong, Eduardo Hernández y Anabel de Hernández. Esta última estaba en los listados iniciales, aunque ahora no figura su nombre. El Consulado de Venezuela en Nueva York señala que no tiene cifras ni datos sobre el asunto.
Por: ARIANA GUEVARA GÓMEZ
arguevara@el-nacional.com
CIUDADANOS | HISTORIAS
Internacional | Política
EL NACIONAL
*Este es un sitio participativo. Para publicar artículos aquí sólo tienes que registrarte en: reportero24
*Reportero24 no se solidariza o avala las opiniones de los colaboradores.
*Nota: El presente articulo se reproduce sin perjuicio de los Derechos de autor, quien por cortesía permite su reproducción en este site.
*Las noticias publicadas en este sitio podrán ser difundidas siempre que se mencione la fuente.