Alberto Fuentes habría sido expulsado de la
FAN por vinculaciones con el narcotráfico
■ El misterio del Narco-vuelo.
■ En el procedimiento también fue asesinado un vendedor de plátanos.
El cabo segundo (r) de la Guardia Nacional, Luís Alberto Fuentes Pernía, de 36 años de edad, que murió en un supuesto enfrentamiento con la policía judicial durante la incautación de 1.400 kilos de cocaína en cabo San Román, era confidente del Cicpc y de la GN.
Un funcionario vinculado a las investigaciones, que pidió el anonimato, dijo que después del retiro de Fuentes Pernía, siempre mantuvo nexos con estos dos organismos. Agregó que más que un confidente, era el intermediario en grandes operaciones vinculadas al tráfico de drogas en las que los dos cuerpos han participado.
Fuentes Pernía, expulsado del cuerpo castrense en 2004 por haber estado presuntamente involucrado en un caso de narcotráfico, era el copiloto de la avioneta King Air 300 que aterrizó en Falcón el 12 de agosto proveniente de la Base Aérea de La Carlota. Murió al recibir un tiro en la frente durante el procedimiento realizado por funcionarios de la policía judicial y de la ONA, en el que incautaron los 1.400 kilos de cocaína y detuvieron a 8 personas, entre ellas, 5 agentes de Polifalcón.
El oficial retirado de la Guardia Nacional dejó 3 hijos de 16, 11 y 8 años de edad, respectivamente. Desde que fue expulsado no tenía empleo fijo; sin embargo, esporádicamente vendía arena y realizaba carreras con su vehículo particular.
Aunque la familia de Fuentes Pernía defendió sus virtudes, prefirieron no opinar acerca del caso. Hasta la fecha se desconoce quién era el piloto de la aeronave. Un día después del operativo, la avioneta fue sacada del aeropuerto Josefa Camejo por un hombre que se identificó como el capitán Morales, presuntamente funcionario del Cicpc.
Un vendedor de plátanos:
Otra de las piezas de este caso es Edilberto Rosales Escalante, de 38 años de edad, segunda víctima mortal del procedimiento. Recibió un tiro en el pecho.
Era natural de El Vigía, estado Mérida, y se ganaba la vida como vendedor de plátanos.
Los abogados de los procesados presumen, según la reconstrucción de los hechos y las versiones de los detenidos, que el comerciante transportó el alijo de cocaína en su vehículo. Vecinos de las zonas adyacentes a cabo San Román aseguran que vieron a Rosales durante el día en una tasca del sector Las Camaraguas; no obstante, el origen de la droga incautada tampoco está claro, pues el propio ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck el Aissami, dijo que había salido de La Carlota.
El cuerpo del vendedor de plátanos fue reconocido por uno de sus hermanos en la morgue del hospital Rafael Calle Sierra, de Punto Fijo. Un familiar de Rosales indicó que él acostumbraba a pasar hasta 15 días fuera de su casa, en el sector Los Guayabales, de Mérida, pues aprovechaba el tiempo para entregar las cosechas y hacer viajes de trabajo: “Llegué a las 4:00 am directo a la morgue del hospital y vi mis esperanzas derrumbadas al ver a mi hermano”.
Cuando Rosales Escalante viajaba a Punto Fijo distribuía plátanos en el mercado municipal de la entidad. Su camión Ford F-350, placa A76AEOB, es uno de los vehículos que fue incautado en el operativo y hasta la fecha permanece en la sede del Cicpc-Falcón.
Piden investigar muertes:
Euro Colina, abogado defensor de los cinco Polifalcón detenidos por su presunta vinculación con el caso de la narcoavioneta, insiste en que es necesario que se investigue la manera en la que los dos hombres murieron: “En comparación con el funcionario del Cicpc que resultó herido con tiros en el glúteo y en la espalda, José Hernández Piñango, estos dos hombres recibieron disparos certeros: en la cabeza y en el pecho”. También criticó que el agente hubiera sido trasladado a un centro asistencial en helicóptero, mientras que los dos hombres que fallecieron fueron llevados por carretera.
Por: ANGÉLICA LUGO
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