HomeMundo & America LatinaSEXO SIN TABÚ: La sanación que viene del sexo

SEXO SIN TABÚ: La sanación que viene del sexo

“Expertos aseguran que
disminuye el estrés…”

 

Además de mitigar la ansiedad, 30 minutos de placer sirven para quemar calorías, tonificar los músculos y aliviar ciertos dolores

Pedro G. vive cercado por la ansiedad. A los 28 años de edad acaba de ser nombrado gerente general de una multinacional, que le garantiza bienestar económico; además, 2 tardes por semana cursa una maestría en administración, y cuando llega a su casa con dolor de espalda, después de manejar 45 minutos, le aguarda su mujer que le cuenta los chismes de la oficina.

Al observar el desfile de problemas que agobian a este caraqueño, al psicólogo Ángel Rivas no se le ocurre otro consejo que recetarle la infalible panacea universal.

Entonces, lo interrumpe y le pregunta: “¿Y cómo va con el sexo?”. Mientras Pedro G. se repone y contesta, se pueden extraer de la larga lista dos mágicos atributos del acto sexual: la disminución del estrés y la reducción de la presión arterial.

“Cierto. Hacer el amor es lo mejor que le puede pasar a una pareja porque libera endorfinas, las hormonas de la felicidad que actúan en el sistema nervioso central”, señala el psiquiatra y sexólogo Rubén Hernández. El especialista refiere que las endorfinas son responsables del estado de bienestar, tranquilidad y paz interior, que conduce a una mejor calidad de vida.

Ejercicio reconfortante. Hay otras bondades en el sexo. El esfuerzo que entraña el coito se equipara a un acondicionamiento físico. “Digamos que 30 minutos, el tiempo promedio del acto sexual, equivale a una caminata matinal alrededor de la casa”, indica Rivas. Enfatiza que el sexo sirve para adelgazar, pues permite quemar cerca de 85 calorías. Con 42 sesiones de media hora se pierde cerca de medio kilo de peso. El gasto calórico del orgasmo es casi el mismo de un pelotero cuando batea un jonrón.

Un estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health sostiene que practicar sexo dos o más veces por semana disminuye en 50% la probabilidad de un infarto cardiaco mortal.

Para el sexo masculino, un dato del British Journal of Urology International: científicos australianos descubrieron que los hombres que eyaculaban frecuentemente en su juventud tenían una menor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata.

Como todo ejercicio físico, la actividad sexual aumenta el ritmo respiratorio, fortalece los músculos, estimula la circulación y reduce la concentración de colesterol en la sangre. Los expertos afirman que un buen sexo produce en el cerebro una descarga de endorfinas que implica una acción analgésica, eficaz para mitigar el dolor de cabeza, aliviar temporalmente los cólicos menstruales y hasta reducir el dolor artrítico.

Otros beneficios para el organismo son el desarrollo de una mejor tolerancia al dolor, lo cual lleva a un aumento de las endorfinas. La misma secreción de oxitocina durante el orgasmo ayuda a mejorar el sueño, y dormir bien es algo que permite enfrentar de buena forma el nuevo día.

Síndrome de Maiquetía:

Desde luego, no es la única ventaja. Hernández insiste en que entre los factores que inciden en la persona cuya sexualidad está satisfecha destaca que casi siempre está de buen humor, no genera conflictos ni intrigas, se siente relajada, duerme mejor y logra un estado de compatibilidad perfecta con la pareja: “En otras palabras, una persona sexualmente plena es alguien mucho mas feliz”.

El sexólogo Rómulo Aponte, en su libro Todo por un orgasmo, asegura que buscar el mayor de los placeres resulta inevitable. “La vida sin sexo de calidad es sólo subsistencia. El buen sexo eleva la calidad de vivir a la dimensión de la existencia infinita, y la alteración de la conciencia que genera la intensidad del orgasmo es la mayor experiencia vital”.

Hérnández describe las desventajas de quienes no frecuentan el goce íntimo. Para decirlo en venezolano, el especialista lo denomina “el síndrome de Maiquetía”, que traduce más o menos la sensación de desconcierto que sufre el viajero que regresa del exterior. Dice que se le ve a menudo en el rostro de la gente que vuelve al país y recibe una primera carga de molestia e irritación por la larga cola en Inmigración, cree que le robaron las maletas y la ansiedad reaparece casi inmediatamente.

Señala que hoy las personas no tienen tiempo para nada, comen rápido, están pendientes de la inseguridad y las colas le arruinan la vida. Una de las nuevas características del venezolano es que progresivamente ha perdido la alegría.


Por: ELIZABETH ARAUJO
SEXO SIN TABÚ
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