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Crisis: El viacrucis por un repuesto

La renovación de los permisos demora hasta cinco meses, lo que hace que más o menos 70% los empresarios dejen de acudir a Cadivi.

Autopartes subieron más
de un 30% en un año

 

■ Cadivi ha entregado 8,9% de las divisas para comprar repuestos.

■ De 1,3 millardos de dólares que necesita el sector, los importadores han recibido 116 millones.

■ Las autopartes no son consideradas artículos de primera necesidad por el Gobierno y no le da la prioridad que requieren.

■ Hasta 3 meses se debe esperar para encontrar una pieza que, aunque sencilla, es imprescindible para el funcionamiento de un vehículo.

Conducir por cualquier calle o carretera de Venezuela es una verdadera calamidad. El mal estado de las vías contribuye al deterioro del parque automotor que se incrementó a partir de 2007. Pero conseguir un repuesto en estos tiempos no es tarea fácil.

“Es una tortura. Hace poco me quedé accidentado y para encontrar el repuesto dañado tuve que recorrer un gran número de locales”, dice Alí Pereira, propietario de un Chevy Metro de 1992.

“Duré mes y medio con mi carro en el estacionamiento porque no conseguía las partes que se dañaron”, señala Mariana Freitas, dueña de un Optra 2007.

Sin importar la antigüedad del vehículo, reemplazar una pieza implica para los conductores una travesía por varios establecimientos, que en ocasiones puede prolongarse por meses.

“Tengo casi dos meses buscando un porte de eleva para cigüeñal de un Corsa del año 2000 y no lo encuentro ni en las tiendas grandes ni pequeñas”, comentó Carlos Mejías, consumidor.

Del otro lado de la acera, los vendedores de autopartes también padecen la dificultad para conseguir los repuestos. Aseguran que el problema que afrontan los proveedores a la hora de adquirir las divisas para importarlos es la razón principal de la falla en el inventario.

“La escasez de repuestos se ha acentuado durante el último año. En el almacén tenemos muchas faltas, que la mayoría de las veces podemos reponer después de meses, cuando nos llegan los pedidos que hacemos a las distribuidoras de Asia, donde está la casa matriz”, cuenta Néstor Gutiérrez, ejecutivo de ventas de Hyundai de Los Cortijos.

Los precios han aumentado durante el último año más de 30%. “Por ejemplo la correa de tiempo de la Tucson el año pasado tenía un precio para el público de 450 bolívares, ahora se vende en 600 bolívares”, agrega Gutiérrez.

“El problema se da cuando solicitamos los repuestos que tardan hasta más de tres meses en llegar”, reclama Juan Montilla, conductor.

Víctor Pérez, jefe de repuesto del concesionario Honda Auto Young, en Los Ruices, apunta que las piezas automotrices no son consideradas artículos de primera necesidad por el Gobierno, por lo que no le da la misma prioridad que a otros rubros.

Dueños de vehículos pasan meses esperando por una pieza, afectando su economia y la de su entorno.

Dólares y certificados:

Entre enero y junio de 2011, Cadivi entregó a la industria alrededor de 116 millones de dólares, lo que representa 8,9% de los requerimientos anuales del sector, que para este año rondan 1,3 millardos de dólares, según la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes, Frisned Piñate.

La ejecutiva aclara que las asignaciones de Cadivi están saliendo a tiempo, que el escaso nivel de aprobaciones se debe a que muchos de los productos tienen los certificados de no producción vencidos, documento sin los cuales no se pueden hacer las solicitudes ante la comisión.

“La renovación de los permisos demora hasta cinco meses, lo que hace que más o menos 70% los empresarios dejen de acudir a Cadivi y se vuelquen hacia el Sitme aunque, por la naturaleza del mecanismo, reciban menos divisas, lo que se traduce en menos inventario”, señala la presidenta de Canidra, y recuerda que 75% de las piezas del parque automotor nacional es importado.

Piñate asegura que no se puede hablar de una falta puntual, que en general en todos los ítems hay escasez. “Con los recursos que otorga Sitme se puede adquirir menos piezas que con Cadivi”, refiere.

Vendedores y distribuidores aseguran que las piezas más vendidas son las de mantenimiento como filtros de aceite, gasolina y aires, así como las correas de los tiempos y partes que sean de producción nacional como carrocerías y vidrios.

Mientras que compresores, alternadores y arranques, que en su mayoría son importados de países asiáticos o europeos, han tenido que dejarse de vender. “Dejamos de pedirlos debido a lo costoso que son, los distribuidores alegan aumento en los precios. Nos traen esos artículos a un precio muy similar o superior al de la venta al público, por eso preferimos no ofrecerlos”, señala Gabriel Páez, encargado de Auto Partes Fórmula 1.

Sobre los repuestos nacionales, José Luis Hernández, presidente de la junta directiva de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores, indica que las faltas en los anaqueles no se prolongan más de 30 días, lo que califica de ausencias normales. “Afortunadamente, las liquidaciones de Cadivi (para la adquisición de insumos) son oportunas, están saliendo entre 20 y 30 días”, agrega.

Reconoce que el descenso en los niveles de producción de las empresas básicas ha afectado la elaboración de piezas.

Sin embargo, sostiene que el sector satisface óptimamente la oferta de las ensambladoras y del mercado de reposición.

“Si se cumple la proyección de las automotrices, de fabricar 150.000 unidades este año, nosotros podremos atender ese requerimiento. Nuestro problema no es de capacidad”.

Ausentes y más caros:

El índice de precios al consumidor del Banco Central de Venezuela indica que la categoría utilización y mantenimiento de equipo personal de transporte (en la que están contenidas las autopartes) se encareció 22,6% en un año.

“El año pasado me tocó comprar un faro para mi Aveo LS, por el que pagué 900 bolívares.

La semana pasada me chocaron y se me dañó el mismo faro, lo fui a comprar, pero debí cancelar 1.200 bolívares. Subió 33,33%”, apunta Carlos Durán.

“Las piezas originales de los carros son muy difíciles de encontrar. Cada vez que necesito alguna prefiero ir a las chiveras antes de comprar una genérica. En esos lugares las consigo, aunque más costosas que las genéricas, sé que me va a durar un poquito más”, señala José Rondón.

Esteban Mata, jefe de almacén de Taxi Parte, dice que los repuestos genéricos son de mala calidad. No obstante, se resigna porque son los que se encuentran en los locales.

“Son más económicos que los originales. Por ejemplo, el capó genérico de un Accent cuesta 700 bolívares, mientras que el original 1.300 bolívares, lo que se traduce en una diferencia de 85,7%”, añade Mata.

Los vendedores justifican la escasez por la amplia variedad de carros y piezas que tiene el parque automotor nacional. “Sería imposible tener todos los modelos de piezas en un almacén”, refiere César Torres, encargado de la venta de repuestos del concesionario Ford de Los Cortijos.

El jefe de repuestos del concesionario Honda Auto Young reconoce que las fallas en los inventarios disminuyó la comercialización.


Por: CARMEN SOFÍA ALFONZO A.
ANDRÉS R. BARRIOS PANTOJA
calfonzo@el-nacional.com
anbarrios@el-nacional.com
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