En módulos que dejó la PM
conviven viudas y cubanos
■ Han sido más de diez años de espera.
■ Otros modulos son guarida de maleantes o indigentes.
■ Una comandancia devino en refugio para 18 familias de los efectivos.
■ No hay respuesta y las mujeres se vieron en la obligación de tomar los espacios abandonados de la Policía Metropolitana.
Aquellos módulos que algún día sirvieron para alojar al contingente de funcionarios, ahora están convertidos en refugios y en espacios donde los médicos cubanos prestan servicios de salud. El ejemplo más factible es la comandancia José de San Martín, Zona 8 de la PM.
Allí, 18 familias ingresaron y acondicionaron los espacios para vivir, hace más de dos semanas, mientras esperan por la ayuda que les prometió el Gobierno, en cuanto a la obtención de una vivienda digna.
Quienes tomaron los espacios son viudas de efectivos de la Policía Metropolitana. Ellas se sintieron con el derecho de vivir allí, donde alguna vez trabajaron sus maridos.
“No tenemos vivienda y tampoco ayuda de ningún tipo. Estamos enterradas con nuestros esposos. Por eso nos metimos aquí a defender el derecho a una vivienda y a que nos indemnicen”, destacó Senobia González. Así como ella, otras 17 mujeres viudas con sus hijos (20 en total) instalaron colchonetas en el área administrativa de la comandancia para dormir.
Limpiaron la cocina y los calabozos sirven como área de recreación de los niños, pese a lo insalubre en que se encuentran. El patio central donde se formaban a diario los funcionarios antes de salir a sus labores, ahora es el espacio para el recreo, donde los infantes comparten con escudos, botas, uniformes y demás implementos de la PM que quedaron en los dormitorios oficiales.
Justo allí el ambiente es de ruinas. Papeles, casilleros destruidos y las insignias de la PM están en el piso. Son los juguetes que utilizan los niños.
“Lo que pedimos es atención, porque estamos esperando mucho tiempo sin tener respuesta y no podemos quedarnos a vivir aquí. No es sano para nuestros hijos”, dijo Beatriz Palio.
Ella tiene tres hijos, el último con cuatro meses de nacido. Trabaja como empleada de mantenimiento en un colegio, ganando 200 bolívares semanales. No pudo pagar más alquiler y por eso se fue al módulo.
“Yo también trabajé en la Comandancia General de la PM. Allí estuve un año y seis meses buscando un cargo fijo y nunca llegó. Me despidieron y me quedé en la calle, sin esposo, sin trabajo y con mis hijos”, detalló la dama.
El drama que viven a diario esas 18 mujeres con sus hijos también lo sienten algunos de los efectivos que acuden al módulo para apoyarlas y tenderles una mano.
“Venimos todos los días a vigilar, porque nos enteramos de que dieron la orden de sacarlas de aquí y eso no lo vamos a permitir. Aquí lo que se necesita es respuesta”, dijo un funcionario de la PM.
No hay mucha diferencia en los módulos del organismo ubicados en Montalbán, La Quebradita y La Vega. Allí también hay familias viviendo, a quienes no les quedó otra opción que tomar los espacios.
Otros módulos, de los 50 en total que tenía la PM, están ocupados por indigentes o por la Policía Nacional Bolivariana.
EFECTIVOS SACARON A MILICIANOS:
El módulo de la Policía Metropolitana de Pérez Bonalde fue un ring de boxeo la mañana de ayer. Cerca de 20 miembros de la Milicia Bolivariana ingresaron a la fuerza, con banderas en mano y gritando consignas oficialistas, y hacerse de esa infraestructura del Oeste de la ciudad.
De acuerdo con los funcionarios del cuerpo policial que se encontraban en el sitio, los milicianos ingresaron a las 11 de la mañana sin una orden para la entrega del módulo. El subcomisario Víctor Rojas, quien está a cargo de la instalación, quedó atrapado junto al resto del personal administrativo de la Metropolitana.
Una veintena de funcionarios de la PM llegó al lugar para sacar a sus compañeros del módulo, pero les fue impedida la entrada.
Luego de una trifulca, los policías lograron abrirse paso. Después de una acalorada discusión con los milicianos, el pleito tomó otro nivel y hubo un intercambio de golpes dentro de las oficinas.
Minutos después, los policías expulsaron a empujones a milicianos. Unos 12 metropolitanos se quedaron resguardando las instalaciones. Los funcionarios mantienen su posición y aseguran que no entregarán el módulo hasta que exista una orden por escrito del despacho del Interior. TRG
Por: DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA
dramirez@eluniversal.com
VIVIENDA| EL UNIVERSAL
jueves 4 de agosto de 2011