Al Cumpleaños acudió el pueblo rojo
para “comer” de la torta oficialista
Ese día, El Palacio de Miraflores en Caracas, sede del gobierno venezolano, lucía mas rojo que nunca. Desde bien temprano por la mañana las camisas rojas desfilaban por la entrada principal para ir a felicitar al mandatario.
Las mujeres también hicieron acto de presencia, con sus zapatos de medio tacón rojos, sus vestidos rojos, sus pantaletas rojas, sus sujetadores rojos, la bemba pintada de rojo y un lazo rojo enorme en la cabeza para que no quedara duda de la devoción que tenían hacia el que cumplía años de nacido , como si fuera el santo Niño de Atocha.
Días antes al 28 de julio, todo indicaba que ese día sería especial, porque el Presidente no desaprovechaba ningún momento para recordarle a la población que asistía a sus espectáculos permanentes, transmitidos en cadena nacional de radio y televisión, que estaba por cumplir sus 57 años; que la pasaría en el Palacio, que no tendría nada fuerte en agenda y que la estaría pasando humildemente como cualquier cristiano que trabaja muy duro por su país, que es la América toda y que para él no hay día de descanso “ y que si patatín y que si patatán”.
La historia se repetía como en cumpleaños anteriores. No recuerdo otro presidente tan folclórico y egocéntrico en ese día tan personal.
Era como disparar un tiro al piso, que la Casa de gobierno estaría llena del pueblo rojo para comer torta , la cual era enorme y llegó bien temprano en la mañana, montada en un camión y luego cargada por varios hombres musculosos y diestros en el oficio de armar el bochinche como en fiesta patronal de Uchire.
El pueblo no perdería la oportunidad para entregar escritos de peticiones, como si estuviera en el muro de los lamentos, sobre infinidades de cosas insignificantes como por ejemplo: solicitudes de empleo, necesidad de casa, puentes rotos, requisitorias de un Mercal para el barrio, mejoras para el Módulo de Barrio Adentro, becas, ayudas de máquinas de coser, regalos de computadoras, créditos agrícolas e industriales y pare de contar. En fin, peticiones revolucionarias del pueblo llano y de allegados al proceso.
Ese día el presidente no indultó a presos como si fuera el día de la Virgen de las Mercedes, cosa que llamó mucho la atención porque da la impresión que el cumpleañero se cree un todo poderoso en acción por encima de la vida de las personas. Bien temprano en la mañana sintonizó el canal ocho para ver quienes se retrataban con su cumpleaños y además tomaba nota de quién lo llamaba para felicitarlo y de quién no lo hacía.
Lo cierto, es que armaron un templete frente al balcón del pueblo y montaron músicos cargando arpas para cantarle al presidente como fiesta en pueblito encabezados por Reina Lucero, Cristóbal Jiménez y Cristina Maica, al mejor estilo de una campaña electoral presidencial para exponer al candidato de la revolución que mas bien parecía otra cosa difícil de describir.
Aristóbulo se quedó afónico de tanto gritar que “Chávez no se va” y aparentemente gastaron mucha vaselina en el proceso de jaladera y me temo que el hombre de Barinas deberá hacerse una operación de cirugía plástica para remendarse los testículos.
Por: Luis ALFREDO RAPOZO
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
