Más sangre en las cárceles
ahora en San Felipe
■ Dura situación atraviesan los presos en las cárceles venezolanas.
■ Un enfrentamiento en la cárcel de San Felipe dejó al pran de la torre I muerto y a otros 16 presos heridos.
■ Los familiares de los internos, denunciaron que las autoridades del recinto no les dejan entrar a visitar a sus parientes. para entregarles comida.
■ El enfrentamiento se produjo durante el día domingo en el Internado Judicial de San Felipe en el estado Yaracuy. Internas de Uribana iniciaron huelga de hambre.
Gregorio José Briceño, uno de los “pranes” de la Torre I del Internado Judicial de San Felipe en el estado Yaracuy, fue asesinado el domingo durante una reyerta registrada entre los convictos de la Torre I y II, motivada por el control del penal.
Briceño de 23 años de edad, y apodado “El Morocho”, recibió diversos impactos de proyectil en su cuerpo, al enfrentarse con otros reclusos de ese recinto carcelario, conocido como La Cuarta. En la revuelta otros 16 privados de libertad resultaron heridos.
Parientes de los reclusos se quejaron porque los efectivos de la Guardia Nacional no permitieron el ingreso de alimentos durante el fin de semana. Exigen que les informen el estado físico de la población penal.
Autoridades judiciales regionales acompañaron la mañana de este lunes al defensor del pueblo de la entidad, Oscar Baquero, durante una visita al centro de reclusión para conocer detalles sobre lo ocurrido.
Huelga de hambre en Uribana:
190 mujeres recluidas en el anexo femenino del Centro Penitenciario de la Región Centro Occidental, se declararon en huelga de hambre en rechazo a una investigación administrativa que se inició luego de un incendio registrado la noche del sábado en el interior del penal.
Las internas no permiten entrada ni salida de personas al anexo. El incendio supuestamente provocado para generar un motín, dejó con quemaduras en el pecho y en el rostro a las reclusas Rosa Pérez y Glesenia Peñaloza.
Faltan más de 20 cárceles:
De los 25 recintos penitenciarios que ha prometido construir o ampliar, sólo cuatro han sido inaugurados. La mora data desde que en 2005 Jesse Chacón aseguró que edificarían 15 prisiones en los próximos 6 años.
De las 25 cárceles que el Gobierno ha prometido construir, sólo cuatro han sido inauguradas: el Centro Penitenciario de Carabobo (con capacidad instalada para 300 internos), la Comunidad Penitenciaria de Coro (para 840 personas), el Centro Penitenciario Terrazas de Yare III (para 432) y el Centro Penitenciario Femenino, en Porlamar, para 54 reclusas.
Desde que en 2006 el entonces ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, anunció el plan piloto de Humanización Penitenciaria, el Estado está en mora. Fue en esa oportunidad cuando el funcionario aseguró que, entre 2007 y 2012, se construirían 15 comunidades penitenciarias, lo que en promedio significaba tres prisiones al año.
Cuando Tareck El Aissami asumió el ministerio, ese número fue reducido a diez para luego incorporar a la planificación actual, la construcción de diez centros de producción socialista y otros diez de producción socialista de máxima seguridad (que resultarían menos costosos que las comunidades penitenciarias), además de cinco ampliaciones carcelarias.
La suma de estas obras previstas es de 25 establecimientos con capacidad para 13.055 reos, pues la idea era que a las comunidades penitenciarias se trasladaran 8.100 internos; a los sitios ampliados, 2.130; a los centros penitenciarios de producción socialista, 1.575; y a los centros penitenciarios de producción socialista de máxima seguridad, 1.250 reclusos, según el informe anual octubre 2009-septiembre 2010, realizado por Provea.
Si todos esos recintos carcelarios hubieran sido construidos, el problema del hacinamiento no se hubiese resuelto en su totalidad. Actualmente, la población penal es de más de 49 mil privados de libertad y en el país existe una capacidad instalada para 14.500 reos. Con esas más de 13 mil plazas nuevas, todavía estuviesen 9 mil reclusos hacinados.
El coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, denuncia que existe una “gran falta de coordinación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, ya que el mismo ministro El Aissami le echó toda la culpa de lo del Rodeo al Poder Judicial; reconoció que hay 70% de retardo procesal. Yo creo que es muchísimo más, pero ya 70% es bastante vergonzoso”.
Más cárceles, más delitos:
Nieto Palma considera que la solución a la crisis penitenciaria no está en la construcción de nuevas prisiones. “No hay que crear más cárceles para tener más presos, sino tener recintos con condiciones dignas, por eso hay que perfeccionar las que tenemos ahora. Sólo se podrían construir nuevas para sustituir a las viejas y hacerlas más grandes”, dice.
Sin embargo, sostiene que en algunos lugares del país, como Caracas, Vargas, Amazonas y Delta Amacuro, es necesaria la edificación de nuevas prisiones. “La Planta tiene más de 50 años, por lo que hace falta una nueva cárcel en la capital. Vargas requiere de una también y un anexo femenino porque a muchos reos, la mayoría extranjeros y por tráfico de drogas, los capturan en Maiquetía y su tribunal es el de Vargas, pero ahí no hay prisión.
En Amazonas y Delta Amacuro se usan retenes policiales porque no se han construido recintos penitenciarios”, detalla.
El coordinador de las Redes Penitenciarias de Voluntad Popular, Gilber Caro, coincide con Nieto Palma y añade que “no se pueden construir más cárceles con una visión de tener más prisiones porque eso también te está diciendo que vas a tener más delitos en las calles”. Por eso, recomienda crear políticas de prevención y sólo edificar cárceles para sustituir las que se encuentran en peores condiciones.
Por: César Paradas Montesinos
Yaracuy / San Felipe
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