En varios sectores el paso es
a riesgo de los conductores
■ Derrumbes, hundimientos del asfalto y fallas de borde son frecuentes en las carreteras de la región.
Las carreteras principales y secundarias de Táchira, así como de zonas rurales, están en situación crítica. Aunque ha habido esfuerzos de los gobiernos nacional, regional y municipales por repararlas, en varios sectores sólo hay paso a riesgo de los conductores por el mal estado de la vía, y la circulación depende de las condiciones climáticas.
Ese es el panorama que deberán sortear en estas vacaciones las personas que escojan Táchira como destino turístico o que deban atravesar sus carreteras.
Entre los problemas más importantes está el socavamiento del terreno en la vía hacia la zona norte-montaña, entre Las Mesas y La Fría.
También hay un gran hundimiento de la calzada en la Colón-Michelena y más de seis fallas de borde en Altos de Caliche de la Colón-La Fría. Esta es la ruta principal que se utiliza entre Táchira y Mérida.
En la zona de frontera el paso es a riesgo por la carretera San Antonio-Las Dantas-Rubio, donde hay permanentemente maquinaria para despejar los escombros por los derrumbes.
Los viajeros toman esta vía para ir a Colombia, así como a San Antonio y Ureña, donde están las principales industrias de confección de calzado, carteras y ropa, entre otros productos.
La ruta por Táriba que desemboca en Tucapé, donde hay ventas de cestería y flores artificiales, fue cerrada debido a un deslizamiento en el sector Las Margaritas.
Entre La Florida y Macanillo, el puente La Gómez tiene fallas estructurales y sólo hay paso para rústicos. Los hermosos escenarios bucólicos de este trayecto y la venta de hortalizas, flores y cuajadas es lo que atrae a los turistas.
Los deslizamientos son permanentes también en la vía La Petrólea-Río Chiquito y San Vicente de la Revancha, donde sólo hay paso por un canal. La ruta conduce a uno de los más importantes parques del estado: La Petrolia, lugar donde se ejecutó la primera explotación de crudo en Venezuela.
La carretera San CristóbalCapacho-San Antonio del Táchira está afectada por derrumbes constantes. Por ahí se llega a la frontera y hay gran cantidad de ventas de productos artesanales, como mermeladas, muebles y muñecas de trapo, que son referencia de Táchira.
La ruta alterna a Capacho por Santa Rita de Miraflores tiene 400 metros de carretera colapsados a causa de las lluvias. Estos 2 últimos caminos llevan a Lomas Bajas, donde se elaboran objetos de barro con tornero manual que se llevan a otros estados.
En el kilómetro 10 de la vía a Rubio hay paso por un solo canal debido a los deslizamientos, que también se registran en la carretera de Chorro El Indio hacia Macanillo. Los dos son recorridos acostumbrados de paseo para los visitantes.
Otro lugar por donde el paso es por un solo canal es en la aldea Cristo de La Laja. Allí el horario de circulación es de 12:00 m a 1:30 pm y de 6:00 pm a 8:00 pm, pues el resto del tiempo se mantiene cerrado para los trabajos de la maquinaria.
En las vías que conducen a las aldeas Santa Clara, Guania, Las Talas y El Hatico hay paso a riesgo por los derrumbes. Estas rutas de la zona de montaña son muy concurridas por automovilistas y caminantes, que en agosto hacen peregrinaciones tanto a Táriba como a La Grita para celebrar las fiestas de los patronos tachirenses: la Virgen de la Consolación y el Santo Cristo.
En la Troncal 5 o carretera de los Llanos los mayores inconvenientes que se registran son el desgaste de la capa asfáltica, así como fallas de borde. Esta es la ruta de entrada al estado desde la zona sur-este del país.
Vialidad en Mérida:
Fue recuperada de manera parcial la carretera Transandina es una de las más confiables en la entidad. El paso por la Rafael Caldera es restringido cuando llueve.
Ante el inicio de la temporada turística más importante del año, los merideños se mantienen a la expectativa por el estado de la vialidad, afectada por las fuertes lluvias de 2010 y 2011 y que ocasionaron daños en más de 400 kilómetros de carretera.
A pesar de la situación, los operadores turísticos y las autoridades del estado Mérida, uno de los destinos preferidos por quienes salen de vacaciones, se esfuerzan para brindar a los viajeros comodidad y seguridad, pues en sus principales vías hay sitios turísticos de importancia.
Una de las carreteras más confiables, porque fue una de las menos afectadas por las lluvias, es la Trasandina, que comunica Mérida con Barinas y Trujillo.
No obstante, del lado barinés de la vía trabajan para abrir una variante que garantice el paso de vehículos de manera permanente.
La troncal estuvo cerrada durante más de una semana y ahora el tránsito es controlado. Es una de las principales vías de acceso a Mérida y forma parte del circuito turístico más importante del estado, pues por ella se llega desde el centro del país a poblaciones del páramo, como Santo Domingo, Mucubají y Apartaderos, entre otras.
La vía entre Valera, Timotes y Collado del Cóndor también fue afectada por derrumbes, auque la Gobernación de Mérida y la Alcaldía de Miranda, cuya capital es Timotes, han trabajado conjuntamente para normalizar el paso.
Por la autopista Rafael Caldera, que comunica El Vigía y Mérida, continúa la remoción de escombros en los sectores La Trujillana y Garibaldi, donde una falla arrastra constantemente grandes cantidades de tierra.
Sin embargo, más de tres meses de trabajo ininterrumpido han permitido que el paso, aunque intermitente, sea seguro. En caso de fuertes lluvias se restringe la circulación de vehículos como medida de prevención.
La vía que conduce a Santa Cruz de Mora, Tovar y Bailadores es segura. En junio, las lluvias destruyeron la calzada principal en el sector El Peñón, pero el problema fue subsanado.
En la comunidad de San Felipe también se hacen trabajos para garantizar la estabilidad de los terrenos e impedir que los taludes obstaculicen la vía.
Economía deteriorada. El estado Mérida fue uno de los más afectados por las fuertes lluvias, pero ante la llegada de la temporada turística alta se unieron esfuerzos para recuperar la vialidad, aunque de manera parcial.
La situación económica en la entidad es grave, lo que ha ocasionado una caída de 80% en la actividad turística, afirmó Leonardo Arellano, presidente de la Cámara de Turismo de Mérida.
El deterioro de la vialidad en todo el estado ha sido determinante en esta involución nunca antes vista por los prestadores de servicios turísticos, asegura Arellano; no obstante, reconoce que las autoridades locales trabajan para rehabilitar las principales vías que comunican con la capital merideña.
A pesar de las dificultades, la Cámara de Turismo regional presentó un plan para afrontar la crisis, que comenzó con la campaña ¡Ven a Mérida!, con la intención de reposicionar el estado en los mercados turísticos nacionales.
Por: ELEONORA DELGADO
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