No hay relevo, psuvistas
no lo tienen en mente

■ La ausencia de Chávez ha hecho más evidente la falta de cuadros rojo-rojitos.

Se buscan líderes de buena presencia con experiencia política, que aglutinen masas y pongan orden en casa. Interesados favor dirigirse al Partido Socialista Unido de Venezuela…

Nunca antes fueron tan pertinentes las interrogantes sobre el “Chavismo sin Chávez”. Hasta a lo interno del Partido Socialista Unido de Venezuela se preguntan quién está llamado a recibir el testigo de la revolución o, por lo menos, qué fichas son las más idóneas para cuidarle el terreno al Presidente de la República, Hugo Chávez. Sea como sea, los análisis y encuestas más recientes no dan muchas sorpresas: Elías Jaua, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello encabezan los sondeos de opinión más recientes.

Más de 65% de los seguidores del Presidente no vislumbraban un sucesor. Después de Chávez no hay otro líder; al menos no lo tenían en mente en las encuestas que Keller y Asociados había venido aplicando hasta la semana pasada, antes de que un Chávez convaleciente anunciara que enfrenta un tumor canceroso.

Un tercio de la muestra no veía otro abanderado del Partido Socialista Unido de Venezuela y otro tercio no sabía o no respondió la pregunta abierta que llamaba a pensar en un sustituto en el caso hipotético de que el Presidente no se midiera en los próximos comicios.

El vicepresidente de la República, Elías Jaua, encabeza las simpatías de los entrevistados, pero con apenas 9% de los simpatizantes del Chavismo. Nicolás Maduro y José Vicente Rangel siguen la lista de Keller y Asociados con 7% y 5%, respectivamente. A partir de allí saltan otras figuras entre las que Alfredo Keller destaca el caso de María Gabriela Chávez, porque aun sin recordar su nombre, 1% de los encuestados la prefirieron por ser “la hija de Chávez”.

En Datanálisis, por su parte, ubican a Diosdado Cabello y Elías Jaua en los primeros puestos, seguidos de Nicolás Maduro, Aristóbulo Istúriz y Tarek William Saab. De acuerdo con los sondeos que aplicaron en mayo -días antes de las elecciones internas del PSUV- las caras más visibles de los poderes Ejecutivo y Legislativo se presentan como los relevos más cercanos.

La gran mayoría, de cualquier forma, coincidió en que es difícil imaginar otro guía al frente de la revolución. Las cifras -de hace dos meses- advierten que 58% de chavistas y opositores no era capaz de señalar a un líder del PSUV distinto al Presidente-Comandante.

Frente a Chávez, ningún dirigente de las filas de la revolución ha logrado figurar. Ni siquiera cerca pero ante un nuevo escenario, esa percepción puede cambiar la imagen de una dirigencia que ha vivido a la sombra del “líder único”. Luis Vicente León, director de Datanálisis, recuerda que cualquier estudio de opinión previo no se puede aplicar a las nuevas coyunturas.

Las tendencias dentro del PSUV y sus aliados también dependerán del dedo del jefe. “Dentro del Chavismo no se había contemplado la posibilidad de la búsqueda de un líder alternativo”, indica.

Todas las mediciones se habían hecho con Chávez en el juego; cualquier sucesor designado por el mismo puede cambiar la percepción de las bases y fomentar la aceptación de sus seguidores. Luis Vicente León explica que este es el momento en que otros dirigentes pueden aumentar el porcentaje de 3% que mostraban al lado de su jefe.

La teoría de Tarzán:

Ahora nadie menciona el nombre del ex superintendente del Seniat, José Gregorio Vielma Mora, pero Keller recuerda que fue una de las fichas más populares dentro del Gobierno. Luego comenzó el ascenso de Cabello y más reciente el momento de Jaua. Coincide por eso en que cualquier ficha emergente necesitará que Chávez le alce la mano.

Aunque no figuraba en el panorama, el gobernador de Barinas, Adán Chávez, se ha hecho sentir en los últimos días. Mientras su hermano seguía callado desde Cuba, llegó a plantear el escenario de la lucha armada. Los especialistas no descartan que el Presidente finalmente privilegie a un familiar por encima de otros de sus colaboradores. Sin embargo, para dirigir tendencias tan diversas como las que hacen vida alrededor de Chávez además de su confianza y alguna conexión con las masas, hace falta experiencia. Esa es la razón por la que en medio del panorama hay quienes se aventuran a recordar la figura de José Vicente Rangel.

“Por principio, el Chavismo es una fuerza que se aglutina alrededor del Presidente y su misma estructura ha rechazado los liderazgos alternativos”, recuerda el director de Consultores 21, Saúl Cabrera. Por eso no se vislumbra el nombre de un heredero que reciba el testigo.

Estos 12 años han mostrado un desfile de ministros, gobernadores, diputados y demás colaboradores recibiendo regaños, asumiendo culpas y sintiendo el peso del dedo acusador del líder. Ese panorama ha afianzado la imagen del hombre bueno en medio de un entorno corrupto e ineficiente. Es lo que Cabrera alude a la “Teoría de Tarzán”: algo así como un humano en medio de la selva, que vive entre seres inferiores.

El hombre fuerte de cualquier modo también se enferma. Cabrera señala que la imagen de un coloso invencible se puede caer. “El Chavismo posiblemente pueda cambiar y apelar al amor y a la compasión del líder”, dice. Aunque esto apenas comienza, ahora más que nunca vuelven las preguntas sobre el “Chavismo sin Chávez”…

Por: Joseph Poliszuk
Francisco Olivares
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