Sube a siete el número de
muertos adentro de Rodeo
■ Para dejar de resistirse, reos exigen que vuelva la normalidad al penal.
■ Comisión de familiares de reos se reunió con Tibayde Hernández, directora de DDHH del MIJ, y Adriana Táriba, directora de Atención Ciudadana de Vicepresidencia.
Durante la mañana de este domingo, mientras un grupo de mujeres -familiares de los reclusos de la cárcel El Rodeo II- se reunía con representantes de la Vicepresidencia y del Ministerio de Interior y Justicia, un recluso de ese mismo penal en conflicto fallecía.
De acuerdo a lo que indicaron los propios familiares congregados en la avenida Urdaneta, el hombre respondía al nombre de Pablo Jesús Solórzano Rivero y tenía 26 años. Estaba en el sector 2-A de La Torre.
De acuerdo a lo que informaron los propios internos a sus familiares, al parecer, murió por asfixia. Pero a lo largo de la tarde surgieron otras hipótesis que citaban que pudo fallecer a causa de alguna enfermedad o por deshidratación.
Sin embargo, el cuerpo permanece adentro del penal, por lo cual no ha sido revisado por ningún patólogo que pueda certificar la verdadera causa de muerte. Por su parte, las autoridades del Ministerio de Interior y Justicia, ni tampoco de la Guardia Nacional, han certificado esta información.
Con esta nueva baja suman siete los decesos en El Rodeo II desde el viernes 17 de junio, cuando comenzó la intervención de ese penal, la cual, hasta la fecha no se ha podido concretar, pues los internos se niegan a salir por temor a que los asesinen.
Reunión sin resultados:
Después de que el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, asegurara que este domingo, un grupo de familiares de los reos de El Rodeo II se reuniría en la Vicepresidencia, se concretó dicho encuentro, pero sin el vicepresidente Elías Jaua.
La vocera de los internos, María Grissel Zorrila, y otras seis mujeres, entraron para sentarse a conversar y negociar con Tibayde Hernández, directora general de Derechos Humanos del MIJ y con Adriana Táriba, directora de Atención Ciudadana de la Vicepresidencia.
Pero no hubo acuerdos. La mujeres presentaron las peticiones de los presos: “que se normalice la actividad en el penal. Para eso debe salir la Guardia Nacional y deben restablecer el agua, la luz y entrar comida. Dijeron que los internos aceptarán una requisa pacífica 45 días después que se normalice el estado del penal. Dejarán entrar, para esa requisa, al grupo ERIC del MIJ pero desarmado. No habrán traslados. Para la requisa exigen la presencia de todos los medios de comunicación, de distintas ONG, de un pastor y 20 familiares”, resumió Elenis Rodríguez, representante de los internos y coordinadora de la Asociación Civil Fundeci.
Las representantes del Gobierno no aceptaron y propusieron una contraoferta. Según explico Tibayde Hernández, ya en la calle, la contraoferta consiste en garantizar la vida de los reclusos. Propuso que los reclusos salgan por voluntad propia y afuera de La Torre serán recibidos por un grupo de familiares y representantes de Derechos Humanos. Serán llevados a un sitio del penal y una vez resguardados, entrará la GN a hacer la requisa, sin que haya contacto con los reos.
Pero, además, en la mesa surgieron otras ideas que luego fueron rechazadas por los internos. “Una vez afuera y ya garantizada la vida de los reos, serán atendidos por la Cruz Roja, contarán con agua, luz y comida; habrá traslado pero no masivo y dicho traslado se hará por aire. Habrá información constante y de primera mano para los familiares que estén afuera y como será una requisa pacífica, la cual según Hernández dura tres días, al cuarto será restablecida la visita”.
Por: MARÍA ISOLIETT IGLESIAS
CÁRCELES | EL UNIVERSAL
lunes 4 de julio de 2011
