El filosofo estadounidense Noam
Chomsky pide libertad de Afiuni
Lexington, Massachusetts, 3 de julio de 2011.- Con esta carta quiero expresar mi respaldo a la libertad dela jueza María Lourdes Afiuni, detenida en Venezuela desde diciembre de 2009. En noviembre del año pasado fui informado de su situación por la Iniciativa Latinoamericana del Carr Center para Políticas en Derechos Humanos de la Universidad de Harvard . Desde entonces, he participado directamente en un esfuerzo de mediación con el gobierno de Venezuela, con el propósito de lograr la libertad de la jueza Afiuni por un gesto de clemencia del presidente HugoChávez.
La jueza Afiuni contó con mi simpatía y solidaridad desde un primer momento. La manera como fue detenida, las inadecuadas condiciones de su encarcelamiento, el tratamiento degradante que sufrió en el Instituto Nacional de Orientación Femenina, la dramática erosión de su salud y el ensañamiento contra su persona, todo debidamente documentado, me dejó profundamente preocupado por su bienestar físico y psicológico, así como por su seguridad personal. Estas razones me motivaron a que en diciembre de 2010 dirigiera, j unto con el Carr Center, una solicitud de perdón oficial, en el marco de los indultos presidenciales decada año.
En enero recibí con alivio la noticia de que la Fiscal Generalde Venezuela había recomendado la medida de arresto domiciliario para la jueza Afiuni en vista de su frágil estado de salud, por el cual fue sometida a una operación de emergencia. Estar en casa, rodeada de sus familiares y con atención médica adecuada es sin duda una significativa mejora en su situación.
Sin embargo, la jueza Afiuni ha sufrido suficiente. Ella hasido víctima de actos de violencia y humillaciones que representan un agravio a su dignidad humana. Estoyconvencido de que debe ser liberada, no solo a causa de su maltratada salud física y psicológica, sino también de conformidad con la defensa de la dignidad humana que la Revolución Bolivariana se ha trazado como meta. En tiempos en que el mundo se ve sacudido por clamores de libertad, la detención de María Lourdes Afiuni sobresale como una flagrante excepción que debe ser remediada rápidamente, por el bien de la justicia y los derechos humanos en general y para afirmar el honorable papel de Venezuela en estas luchas.
Por eso quiero hacer del conocimiento de los venezolanos mi total solidaridad con la jueza María Lourdes Afiuni y manifestar mi compromiso inquebrantable con los esfuerzos que lleva adelante el Carr Center de la Universidad de Harvard para liberarla. Al mismo tiempo, mantengo en alto mi esperanza de que el Presidente Hugo Chávez considere un acto humanitario que ponga fin al cautiverio de la jueza.
Por: NOAM CHOMSKY
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