El conflicto continúa en El Rodeo II
■ Tener celulares y computadoras permite a los reos cometer delitos desde el penal.
■ El uso de las herramientas digitales por parte de los reclusos dificultó al Gobierno controlar la información sobre la intervención.
El fenómeno comunicacional que desataron los reclusos de Rodeo I y II a partir de la intervención militar que comenzó hace 16 días, ha permitido a la opinión pública conocer una versión de los hechos, distinta a la que mostraban los reportes oficiales. El acceso a nuevas tecnologías por omision, negligencia o complicidad de las autoridades facilitó que los presos tuvieran un rol activo para difundir mensajes, montar videos y publicar fotos con su propio sesgo, lo que dificultó los intentos estatales de controlar la información.
El coordinador del área de Comunicación y Redes del Centro Gumilla, Luis Carlos Díaz, explica que “la participación en las redes sociales es espontánea; es un proceso para todos por igual, estudiantes, amas de casa y privados de libertad”. El experto opina que, sea cual sea la razón, los presos tienen las herramientas, lo que le demuestra al Estado una vez más que la información no puede bloquearse porque siempre encuentra cómo salir a la luz, como filtrarse.
Carlos Correa, director de Espacio Público, destaca lo simple que para cualquiera resulta utilizar las nuevas herramientas. Señala que sólo se necesita saber manejar un teléfono inteligente y acceso a Internet para poder enviar fotografías, subir videos y tener vida activa en cualquier red social como Twitter, Facebook y Youtube. “Inclusive hay equipos que permiten PocketCaster. Es decir: transmisiones en vivo”, acotó. A esas herramientas recurrieron los reclusos para dar a conocer la realidad que estaban viviendo desde que un contingente de 5.000 guardias nacionales y 400 paracaidistas intentaron tomar el recinto.
“Las nuevas tecnologías evidentemente están democratizando el acceso y la difusión de la información, haciendo que más personas puedan ser parte de la cobertura virtual.
Sin embargo, hay que poner cuidado, pues todo lo que circula en Internet no es cierto; por la misma capacidad del efecto viral y la velocidad, es más fácil que corran los rumores”, afirma Correa, y advierte que las redes sociales tienen como característica que quién publica datos no sólo está informando, sino que también tiene una carga valorativa.
En opinión de Luis Carlos Díaz, lo que cabe estudiar y analizar en este momento es si los presos que montan la información están violando leyes: “Por ejemplo, en el caso de las fotos de personas muertas, el derecho que tienen sus familias de querer que se publiquen esas fotos”.
Díaz concluye que los privados de libertad, como cualquier ser humano, actuarán según su criterio, pero que es responsabilidad de los medios tradicionales de comunicación hacer el tratamiento pertinente de la información que ellos reciben y asegurarse de no hacer una exaltación a la violencia o una apología del delito.
Recuerda el caso de El Blog del Preso, un espacio que circuló en la red y fue cerrado hace unos años. Éste contenía información obtenida por vía de mensajes de texto, fotos o videos que les hacían llegar a amigos o familia, denunciando torturas o hechos violentos en las cárceles venezolanas.
Refiere que actualmente hay un caso similar en México, con El Blog del Narco, que inclusive ha ganado reconocimientos y, siguiendo la misma línea, presenta informaciones redactadas de forma anónima que los medios tradicionales no quieren o temen publicar.
Telemercadeo extorsivo. El sociólogo y director de Paz Activa, Luis Cedeño, ve como inconveniente el acceso a estas tecnologías de la comunicación en una prisión. Asegura que en ninguna cárcel alrededor del mundo se les permite a los presos tener un teléfono celular, y menos usarlo diariamente. Para comunicarse, sólo cuentan con los teléfonos públicos que instalan en los penales. Venezuela se ha convertido en una excepción y los privados de libertad cuentan con teléfonos, smartphones y acceso a Internet, lo que les facilita continuar realizando actos delictivos.
Uno de los crímenes más comunes es el telemercadeo extorsivo, en el que los reos se dedican a llamar a números de teléfonos para amenazar con cometer secuestros, pedir rescates y chantajear. Cedeño explica que quienes se involucran en estos hechos pueden llamar, al menos, a 100 personas diarias, de las cuales 2 suelen caer en la trampa. Para realizar la intimidación facilitan datos cortos, nombre, vivienda u otros bienes.
El experto enfatiza cómo estas herramientas permiten que se pueda continuar la actuación delictiva estando en prisión y “hasta de manera más segura”.
El conflicto continúa:
Cuando comenzó el conflicto entre los presos de Rodeo I, el domingo 12 de junio, la Guardia Nacional sólo fue un espectador, pues en ningún momento llegó la orden superior de intervenir y el resultado de la pugna por el control del centro de reclusión terminó con 27 reos muertos y 52 heridos.
Al cabo de 5 días, el panorama cambió: 5.000 militares entre tropa y grupos de combate, con tanquetas y helicópteros, fueron traslados hasta el centro penitenciario Rodeo I y II para ejecutar la intervención de ambos penales. Les tomó aproximadamente 7 horas dominar a los 1.700 hombres que estaban en La Torre y en l Anexo del edificio de Rodeo I. La operación empezó a las 5:00 am y no fue sino hasta después del mediodía cuando los reos fueron acorralados en el patio central del recinto para que la GN pudiera hacer la requisa. Después de las 6:00 pm fue cuando se inició la incursión en Rodeo II. El mismo contingente de funcionarios militares que tomó Rodeo I planificó repetir la misma operación y dominar a los 1.500 internos.
A lo largo de estos 16 días la presencia de los militares tanto dentro como fuera de la penitenciaría ha variado y aunque sólo al principio se confirmó la participación de los 5.000 hombres, la cantidad disminuyó significativamente. Hasta el viernes sólo se apreciaba el cordón de aproximadamente 50 militares ubicados en la entrada del sector Las Rosas, de Guatire. Otro cordón de 20 hombres frente a Rodeo II y otro grupo de hombres desplegado en las adyacencias de las instalaciones.
De la zona también fueron retiradas las tanquetas que durante la primera semana fueron apostadas en los alrededores del penal y sólo se mantienen los vehículos en los que son trasladados los guardias del Comando Regional Número 5.
Información compartida:
Extorsiones y secuestros con información de Facebook..
Luis Cedeño explica que los presos obtienen los contactos de bases de datos telefónicas, de bancos o registros del Estado. “Como tienen acceso a Internet, imagino que pueden enviárselas por correo. Incluso, una tarjeta de presentación en redes sociales como Facebook puede contener toda la información necesaria para proceder a la extorsión. Si te tomaste una foto en un yate o en un jet privado, se sabe que tienes dinero y eres un objetivo”, señaló el dirigente de Paz Activa.
La recomendación de Cedeño, en caso de que una persona sea víctima de una llamada de este tipo, es que no se proporcione más información ni responda preguntas y cuelgue el teléfono.
En el sitio web Paz Activa sugieren mantener la calma; en el caso de los supuestos secuestros, verificar que el familiar al que se refieren los presuntos plagiarios se encuentre bien, no entregar dinero, identificar el número del que están llamando y colocar la denuncia del hecho.
Por: MARÍA VICTORIA FERMÍN
mvfermin@el-nacional.com
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