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SEXO SIN TABÚ: La adicción fetichista se ejerce en solitario


Los psicólogos señalan que la obsesión
por los pies suele ser masculina

 

Alirio Vivas no puede ver unos hermosos pies femeninos porque se excita. “Qué puedo decirte… A mí me resultan más atractivos que una vagina”, responde este caraqueño ingeniero de computación y de 27 años de edad, cuyo fetichismo lo llevó a poner un aviso por Internet ­aparece en Google, sección “Fetichistas de Venezuela”­ para congregar a personas que, como él, sienten particular adicción por los pies de una chica, para acariciarlos y lamerlos hasta llegar al climax.

“No me importan el tamaño, la forma y ni siquiera el olor, siempre que estén arregladitos y se muevan con gracia”, explica Alirio quien, en su caso, supo de su parafilia a los 5 años de edad, “cuando le lamía los dedos de los pies a una primita”.

Otros, como Jorge y Ana, son algo distinto. Casados y con hijos, nada excita más al jefe de casa como hurtar el recuerdo de los pies femeninos que hace minutos disfrutó en un club exclusivo para fetichistas, ávidos de experiencias, en el que el placer se resume en dos verbos: mirar y tocar.

“Venimos más o menos dos veces al mes, y lo dejo suelto, como a un niño en el parque, para que disfrute mirando los pies de alguna chica de quien no sabemos el nombre y a quien jamás le veremos el rostro”, explica Ana, abogada y sin rollos con la afición del marido, un comerciante de 34 años de edad, quien premia la consideración de su mujer con una batalla nocturna en el hogar.

Sexo oculto:

¿Qué clase de locos son estos tipos?, podría preguntarse alguien que ejecuta su actividad sexual como todo el mundo. “Un fetichista no es un anormal; es alguien que tiene fantasías y obtiene gratificación sexual con el uso de objetos que son el centro de su atención, al punto de que sólo responde sexualmente si tiene el objeto deseado en el momento del acto”, explica Moisés Reizzer, psicólogo clínico y sexólogo, quien se apura a advertir que, siendo una parafilia, el fetichismo en sí mismo no es una perversión o trastorno de conducta.

“Al ser el objeto más importante que la persona misma, el fetichista satisface sus necesidades sexuales como cualquier otra persona”. Reizzer repara en el hecho de que esta parafilia es casi exclusiva de los hombres. “Por lo menos, a este consultorio no ha llegado una mujer para asegurarme algo semejante”.

El término surgió de `fetiche’, concepto general que originalmente refería a un objeto que contaba con poderes sobrenaturales o a un objeto creado por humanos con poder sobre otras personas.

El fetichismo sexual fue descrito por vez primera por Alfred Binet, aunque en realidad la atribución más conocida pertenece a Sigmund Freud. 

La hipótesis freudiana es que en muchas culturas la experiencia del niño con su madre puede involucrar adoración por su pie. Si esto deja una huella en la conducta sexual durante ese período, puede llegar a transformar el pie en el primer objeto de excitación sexual.

“¿Qué no se ha dicho del fetichismo?

Existe incluso otra teoría que considera que las personas jóvenes, cuando se masturban, van desarrollando un patrón particular. Los objetos que se encuentran cerca en el instante de la masturbación tienden a convertirse en objetos que desencadenan la excitación en el futuro”, indica Reizer. Esta teoría mantiene que el individuo asocia el objeto con el placer y el orgasmo.

Entre los fetiches más conocidos se encuentran pies, botas, pelo, peinados, guantes, pelucas, piercing, ropa interior, uniforme de militar o de enfermera, pañales, prendas de goma, piel, látex y nylon.

“Yo tuve un paciente, hace años ya, que se excitaba y podía consumar el acto si la mujer se vestía de enfermera”, refiere el psicólogo, para manifestar luego que, “en la medida en que avanzaban las sesiones, me enteré de que la primera vez que vio un acto sexual fue cuando, estando hospitalizado a los 13 años de edad, se levantó una noche y vio a un médico y a una enfermera que se acariciaban”.

Sociedad fetiche:

Otro psicólogo, Luis Alvis, con un estudio realizado en Italia sobre el fetichismo, cree que la sociedad moderna genera señales fetiches y que, aunque no puede asegurarlo, éstas podrían influir en los desarrollos posteriores de esta parafilia.

“Sin ir muy lejos, la publicidad de ropa íntima de mujer, las medias, las ligas y los zapatos de tacones altos y finos; una mujer vestida con esta indumentaria ejerce un control en el ámbito en el que se desenvuelve”, opina y menciona cifras que aseguran que 6 de cada 10 personas practican un tipo de fetichismo.

Claro está, “la adicción fetichista se ejerce en solitario, ya que se oculta a los demás por considerarla vergonzosa”.

Una modalidad fetiche con los pies es el Foot Fetish, considerado un género pornográfico en el que se usa la extremidad para la excitación sexual.


ELIZABETH ARAUJO

SEXO SIN TABÚ | Noticias
EL NACIONAL

2 COMMENTS

  1. No creo ser un fetichista porque me gusten unos pies femeninos hermosos, delicados y pulcros. También me gusta el cabello lavado del día y sin tinturas, un culito puposo, un cuello fino y suave, las curvas de sus caderas, sus tetas, tengan el tamaño que tengan, siempre que estén en armonía con el resto… y zambullirme en su tibia y húmeda caracola…

    De la mujer que me gusta… me gusta todo.

    PS: no me enrollé con miradas, voz, movimientos, y todo el resto, para no escribir la Biblia en verso.

    PS (2): En todo caso soy un fetichista del cuerpo femenino. Si.

  2. Hola., soy el famoso “Alirio Vivas” y sip es cierto soy un amante de los pies femeninos…solo que hay cosas ocultas de mi que nunca revele a la periodista Araujo…me gustaria profundizar esto mucho mas a fondo…Si estan interesados aqui les dejo un correo Pies_de_principe@hotmail.com

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