Aquí y ahora
El tema de la enfermedad de Hugo Chávez ha despertado una discusión en segundo plano sobre por qué no se trató sus dolencias en suelo patrio. Como suele ocurrir con los asuntos relacionados con el teniente coronel, este caso no escapa de las murmuraciones diarias. De allí que la discusión, que no ha trascendido demasiado en los medios de comunicación, sí se ha dado en las redes sociales y en las conversaciones personales.
Desde la traída de los médicos cubanos para la Misión Barrio Adentro en sus distintas versiones los gremios médicos y la gente cuestionaron la presencia masiva de estos en los barrios y pueblos de nuestra geografía. Incluso surgieron muchas conjeturas sobre la verdadera intención de traer a estos profesionales. Se les llegó, incluso, a asociar con los aparatos de inteligencia y espionaje de la isla caribeña, como integrantes del G2 y sabe Dios cuántas cosas más…
Sin embargo, como sucede en todos los órdenes de la vida, los venezolanos se acostumbraron a su presencia y, de alguna manera, aquellos se fueron integrando socialmente a las comunidades donde trabajan. A tal punto que ya nadie los menciona, salvo en raras ocasiones. Ya son parte del paisaje cotidiano. Incluso, se habla de un buen número de ellos que han desertado hacia otras latitudes en busca de nuevas perspectivas de vida y libertad. Sin embargo, como es costumbre en la revolución bolivariana, el secretismo impuesto no ha permitido verificar la veracidad y la cantidad de estas defecciones.
Pero ahora, la situación es distinta. Es el propio Presidente de la República quien ha preferido a los galenos cubanos; no los de la misión Barrio Adentro, por supuesto, sino, seguramente, a los que atienden a los hermanos Castro. O sea, los mejores del régimen comunista. Es aquí donde surge la pregunta que todo el mundo se hace: ¿Por qué, habiendo tantos y tan buenos médicos, debe recurrir a extranjeros para tratarse la enfermedad que lo aqueja? ¿Por qué, existiendo tantas y tan bien equipadas clínicas privadas, como las mejores del mundo, prefiere irse a otra parte? Las respuestas pueden estar condicionadas según el análisis que se haga a tantos factores como especulaciones, dependiendo de las intenciones y motivaciones de cada quien.
Y eso surge cuando los asuntos del Presidente que son asuntos de Estado no se ventilan públicamente… Las versiones dadas por los propios voceros gubernamentales son, muchas de ellas, contradictorias y en nada contribuyen a aclarar el panorama. Algunos se lanzan por el tobogán de que Chávez no se ve con médicos criollos porque no confía en ellos. Hasta presumen la absurda, audaz y peregrina versión de que podrían matarlo, aprovechándose de cualquier operación o tratamiento médico. Lo cierto es que el Gobierno no dice ni pío al respecto…
El presidente Lugo, de Paraguay, se trata el cáncer que padece en Brasil; eso podría tener cierta lógica porque, seguramente, la medicina brasileña está más avanzada. Pero, también estoy absolutamente convencido de que Cristina Kirchner se cura los frecuentes males de tensión alta en su país, sin buscar alternativas en otra parte. Ahora bien, más arriba mencioné el “secretismo” que rodea todos los actos gubernamentales, entonces, vistas las cosas así, la intención de tratarse en La Habana podría ser perfectamente esa: el Presidente quiere evitar que, al menos oficialmente, se sepa lo que tiene…
Por: FREDDY LEPAGE
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