“Y los cagalitrosos guerrilleros
en jefe de aquella isla..”

Mientras muy poco se sabe de la enfermedad e intervención clínico-quirúrgica de Hugo Chávez en Cuba, y lo que se sabe son solo runrunes, el hermano del comandante venezolano, Adán Chávez, intervino públicamente para aclarar que en Venezuela continuarían por la vía de la lucha armada. Esa frase despertó en mí la sospecha de que algo negro se cuece en La Habana, y el hueso del cocido (ya sé que no es una imagen ideal para la ocasión) no es otro que el mismísimo Hugo Chávez.

Pocos ignoran que en Chile se ha comenzado una investigación alrededor de la muerte del presidente Salvador Allende, de quien se dijo que se había suicidado en el momento del asalto al Palacio de la Moneda por sus enemigos, el ejército de Pinochet. Sin embargo, varias han sido las versiones publicadas en diferentes formatos: artículos de prensa, libros, etc, de que quien mandó a matar a Salvador Allende fue el propio Fidel Castro, y quien disparó la ráfaga fue Patricio de la Guardia, un cubano perteneciente a su guardia personal.

Este cubano hoy se encuentra en una especie de prisión domiciliaria desde hace algunos años, antes pasó por la prisión para militares ya que en 1989 fue condenado a 30 años de cárcel, mientras su hermano gemelo, Antonio de la Guardia, fue ejecutado tras haber sido acusado por Castro de traficantes de droga. Sin embargo, tanto Antonio como Patricio de la Guardia fueron los hombres de toda confianza de Fidel y Raúl Castro, así como el General Arnaldo Ochoa, fusilado también en 1989.

Pero regresemos a Allende. Para nadie es un secreto que Allende era la espinita en el pie de los Castro. ¿Por qué? Pues porque Allende llegó a presidente socialista por la vía democrática, lo que desmentía la tesis de los Castro y del Ché Guevara de que en América Latina los pueblos debían liberarse o ser liberados a través de la lucha armada, y no de la democracia.

Con Hugo Chávez, militar ex golpista, guerrillero entrenado en Cuba, la historia se repite. La guerrilla fracasó con él, y fue finalmente elegido por el pueblo mediante elecciones libres. Los Castro se dijeron que con toda probabilidad había que cambiar el rumbo de sus proyectos, y que no era mala idea esa de ser elegidos por la vía democrática. Lo que se acaba de reafirmar en España con Bildu.

Sin embargo, pasados doce años, los Castro exigen más de Venezuela y de su presidente, tanto, que de buenas a primeras empiezan a morirse gente en Cuba, como ha sido el caso del contralor Clodosbaldo Russián Uzcátegui, y a enfermarse gravemente como al parecer sucede con Hugo Chávez. No sólo la enfermedad es grave, además se ha echado mano al nivel de secretismo que se hizo efectivo con la enfermedad de Fidel Castro. Los métodos son los mismos.

Los métodos son tan curiosamente semejantes que el hermano mayor de Hugo Chávez, como dije antes, ha decidido aparecer como la persona designada para tomar el poder en caso de que ocurra una desgracia a su hermano, y ya ha anunciado, como he citado, la posibilidad de la lucha armada. Ese anuncio podría corresponder a que estaría asegurando la vida de su hermano en manos de los hermanos Castro y la suya propia, en caso de que la de su hermano ya no consiga salvarse.

Pero la verdad es que Venezuela ?según el deseo de los cagalitrosos guerrilleros en jefe de aquella isla- debería entrar de una vez por el aro de sus obsesiones, y proclamarse, al igual que la Cuba de los matones, no una democracia, sino un bastión de la lucha armada, de la guerra de guerrillas. Solo así los Castro les perdonarían la vida, aun cuando la vida de los cubanos dependa del petróleo venezolano. Pero la chochería agudiza las viejas locuras de la juventud.

Por: Zoé Valdés
BLOG ZOÉ VALDÉS
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