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    Crisis: No hay materiales para las viviendas prometidas por Chávez

    La Gran Misión Vivienda supone un esfuerzo que el aparato productivo difícilmente podrá asumir.

    Deben incorporarse 5,000 Mw para darle
    electricidad a 2 millones de residencias

     

    ■ Las necesidades de cemento, cabilla, acero, estructuras metálicas, cables y otros insumos exceden la producción nacional y es complicado adquirirlos en el exterior.

    Edificar 2 millones de casas entre 2011 y 2017 supone un esfuerzo que el aparato productivo difícilmente podrá asumir en las condiciones actuales. Para el primer año se requieren, entre otros insumos, 750.000 toneladas de cabillas, 1,2 millardos de bloques, 4,4 millones de metros de marcos para puertas y 3 millones de metros para ventanas, 12 millones de metros de tuberías para cableado, 8 millones de metros de tubos, 2,4 millones de puntos de aguas blancas y 600.000 tanquillas para aguas negras.

    El suministro de materiales necesarios para construir las 300.000 viviendas anuales que se requieren para lograr el objetivo planteado por el Gobierno a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela ­edificar 2 millones de unidades entre 2011 y 2017­ supone un esfuerzo que el aparato productivo nacional difícilmente podrá asumir en las condiciones actuales.

    Las autoridades han emprendido acciones como la firma de compromisos con empresas productoras, la exoneración de impuestos y la propuesta de crear 48 centros de acopio en todo el país para garantizar la provisión de materiales, maquinarias e insumos, definida como uno de los “cinco vértices estratégicos” de la misión.

    El deterioro experimentado por las compañías proveedoras en los últimos años ­la mayoría en manos del Gobierno­ sugiere, sin embargo, que se necesitan más esfuerzos.

    Por eso, el presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, Juan Francisco Jiménez, hizo un llamado el mes pasado para que se invierta en el aumento de la capacidad de producción.

    En materia de cabillas y cemento, que son los principales insumos y también los que han presentado más fallas desde hace 2 años, Jiménez señaló que es ineludible incrementar las cantidades fabricadas en 50% y en 14% ­con respecto a 2010­ sólo para cumplir la meta de levantar 150.000 viviendas en 2011.

    Para construir 300.000 viviendas se requieren cerca de 3 millones de toneladas de cemento y 750.000 de cabillas. La producción de cemento (7 millones de toneladas el año pasado) supera la cantidad necesaria pero es insuficiente para satisfacer la demanda total. La de cabillas (500.000 toneladas) es deficitaria.

    Jorge Roig, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería, indicó que en el caso de las cabillas hay un problema adicional: Sidor ­responsable de 60% de la producción­ se ha concentrado en las de diámetros gruesos, que no sirven para viviendas sino para puentes, represas y sistemas de transporte masivo.

    Sin materia prima Las necesidades de acero van más allá de las cabillas. Para construir 300.000 viviendas se precisan casi 4 millones de metros de marco de tubo de hierro para puertas y ventanas. Roig dijo que la capacidad instalada de la industria metalúrgica es lo suficientemente grande, pero los problemas con el suministro de la materia prima limitan las operaciones, agregó.

    “Sidor produjo 1 millón de toneladas de acero en el primer cuatrimestre, con lo cual pudiera llegar a 3 millones en 2011. Eso es una mejoría con respecto al año pasado, pero está por debajo de la capacidad instalada de 4,3 millones de toneladas y de los niveles de producción alcanzados cuando todavía estaba en manos de la argentina Techint”, apuntó.

    La fabricación de estructuras metálicas, una opción para la construcción de unidades multifamiliares que propuso la Asociación de Industriales Metalúrgicos y que permite reducir el consumo de cabillas, también está limitada por la falta de insumos. “La industria tiene capacidad para producir 90.000 toneladas, que servirían para 20.000 viviendas, pero trabaja a 60% porque no hay materia prima”.

    La producción de materiales hechos con aluminio ­cables, cajetines y otros­ igualmente está restringida por la situación de las empresas de Guayana. Alcasa y Venalum utilizaron 60% de la capacidad instalada en 2010, según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias Básicas y Minería.

    El índice Laspeyres del volumen de producción de la industria manufacturera privada correspondiente al primer trimestre de 2011, publicado por el Banco Central de Venezuela, muestra que la fabricación de metales comunes ha retrocedido 52,8% desde 2007 y la de productos de metal ha descendido 23,9% en igual período.

    La encuesta de coyuntura de Conindustria, también correspondiente al período inicial de 2011, refleja que la falta de proveedores se ha convertido en el principal obstáculo que afrontan los empresarios del sector manufacturero, por delante de la incertidumbre política y social, la falta de divisas y el racionamiento eléctrico.

    Problemas adicionales En otros insumos la situación quizás no es tan crítica como en el cemento, el acero y el aluminio, pero igualmente hay dificultades que el Gobierno deberá superar para conseguir el objetivo de construir 300.000 viviendas anuales, advirtieron especialistas.

    En materia de electricidad, el Gobierno deberá incorporar 750 megavatios cada año (adicionales a los requeridos para cubrir el déficit actual) para brindar servicio a las nuevas residencias, según Ecoanalítica. En total se necesitan 5.000 megavatios para atender 2 millones de viviendas.

    Otro requisito indispensable es la actualización de las maquinarias y equipos, deteriorados por los problemas para obtener divisas para importar repuestos y hacerles mantenimiento, indicó Gustavo Izaguirre, decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

    Izaguirre agregó que también es importante incrementar la producción de las grandes empresas de cerámica, porque se requerirán como mínimo 300.000 juegos de piezas sanitarias. “Ni siquiera están produciendo para abastecer la demanda actual”.

    Los fabricantes de bloque de arcilla y concreto, se requieren 1,2 millardos para la cantidad de viviendas deseada, trabajan sólo contra pedido.

    Ladrilleras:

    Los fabricantes de bloque de arcilla y concreto ­se necesitan 1,2 millardos para la cantidad de viviendas deseada­ trabajan sólo contra pedido porque no tienen capacidad de almacenamiento, señaló Alfredo Cilento, profesor del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción.

    La lista de materiales es interminable, expresó la arquitecta Fina Weitz, porque también deben incluirse los que se necesitan para dotar de servicios públicos (agua, electricidad, cloacas) y equipamiento (canchas, escuelas, hospitales, parques, vialidad) a las viviendas construidas.

    Zulma Bolívar, presidenta del Instituto Metropolitano de Urbanismo, dijo que el cálculo de los insumos necesarios depende de la ubicación de cada uno de los proyectos que formarán parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela y la distancia con las redes de servicios y los equipamientos existentes.

    Recordó que existen normativas, como la Resolución 151 del extinto Ministerio de Desarrollo Urbano, que establecen los metros cuadrados requeridos para las instalaciones no residenciales (desde áreas verdes hasta plantas de agua) en función del número de habitantes.

    Importación difícil Roig consideró que una alternativa para que la industria metalúrgica pueda aumentar su capacidad de producción de insumos para viviendas es que el Gobierno permita la importación de materia prima y especialmente que facilite los trámites necesarios, que actualmente pueden llevarse un año.

    “El primer paso para comprar en el extranjero es obtener el certificado de no producción, que tarda 6 o 7 meses. Luego hay que solicitar divisas a Cadivi, lo que puede tomar 30 días o más. Y finalmente debes esperar 3 meses para que cualquier fabricante te haga llegar el pedido”, enumeró.

    Cilento coincidió en que la importación puede servir para conseguir algunos insumos, pero advirtió que tampoco puede recurrirse a ella de manera masiva porque hay materiales que son difíciles de trasladar y los principales puertos del país están congestionados.

    Esfuerzo conjunto:

    Compañías con experiencia. La Gran Misión Vivienda Venezuela prevé la incorporación ­como ejecutores de los proyectos­ de organismos de la administración central, compañías de países con los que se han firmado convenios bilaterales, gobiernos regionales, comunidades y empresas privadas.

    Gustavo Izaguirre, decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, dijo que lo más importante es contar con constructores capacitados para el trabajo. “Personas sin experiencia pueden edificar viviendas, pero no al ritmo necesario para llegar a 300.000 anuales”.

    Izaguirre precisó que el objetivo trazado por el Gobierno requiere que cada semana del año (incluidas Carnaval y Semana Santa) se terminen alrededor de 5.800 unidades. Es decir, casi 1.200 diarias. “Es factible, pero trabajando con gente experimentada”.

    Alfredo Cilento, profesor del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción de la UCV, concuerda con Izaguirre en la necesidad de que los proyectos sean ejecutados por empresas con capacidad para manejar todos los procesos que implica la construcción de viviendas.

    “La colocación de los pedidos de manera oportuna es vital para que todo llegue a tiempo y no haya retrasos en la obra. Si los encofrados no están listos, el electricista no puede montar las tuberías para cableado y el encargado de vaciar el concreto tampoco podrá realizar su labor”, ilustró Cilento.

    Ambos creen que será difícil alcanzar la meta dejando la mayor parte de la responsabilidad en las comunidades. “La autoconstrucción es importante, pero no es la solución”, señaló Izaguirre.

    “Es un proceso complicado y no se puede improvisar”, agregó Cilento.


    Por: ALEJANDRO HINDS
    ahinds@el-nacional.com
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    Escasez | Economia
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