Una unidad policial del MIJ rompió muros de
Rodeo I en busca de escondites de armas
■ Un portavoz de los familiares afirmó que no encuentran lugar en otras cárceles para 500 reclusos.
■ Se conoció extraoficialmente que anoche estaban listos los grupos de la Brigada de Acciones Especiales y de la Unidad de Reacción Inmediata para entrar en el penal.
■ Cuando se cumple una semana de la intervención militar, los 1.300 reclusos de la cárcel Rodeo II exigieron al Gobierno la reposición de los servicios de agua y electricidad.
Los reos transmitieron cuatro peticiones a Adriana Nimle, familiar de uno de ellos. La mujer negó que haya negociaciones entre los líderes de los presos y el Gobierno. Las conversaciones, añadió, tienen como condición previa que restituyan el agua potable y la luz en el penal. Dijo, además, que 500 de los 2.500 presos que fueron trasladados esta semana desde Rodeo I “andan del timbo al tambo”, pues hasta el momento no han encontrado espacio en ningún centro penitenciario del interior del país.
Nimle insistió en que el Gobierno debe precisar la identificación y la ubicación de todos los reclusos que fueron afectados por el traslado.
La población penitenciaria de Rodeo II también exige el retiro de la Guardia Nacional para iniciar cualquier conversación. La portavoz aseguró que las peticiones son producto de un consenso.
Señaló que los militares no han cesado de lanzar gas lacrimógeno en ese lugar.
“No podemos permitir que los presos mueran asfixiados”, señaló la mujer.
Nimle negó la versión gubernamental sobre un posible enfrentamiento entre los presos de Rodeo II. Indicó que los familiares exigen que se reanuden las visitas lo antes posible.
Dijo que el Gobierno debe dar información sobre el estado de salud de los 1.300 presos que permanecen en el llamado Rodeíto.
Hasta el cierre de esta edición, la situación en el complejo penitenciario estuvo calmada. Los familiares de los presos se aglomeraron en el sector Las Rosas, pendientes del desarrollo de la intervención que comenzó la Guardia Nacional la semana pasada.
El Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia emitió un boletín con declaraciones atribuidas al viceministro de Prevención y Seguridad Ciudadana, general de brigada Néstor Reverol, que desmintió las versiones sobre la entrada en Rodeo II de una furgoneta de la morgue ayer en la mañana.
Agua de lluvia. Los reclusos de Rodeo II sostienen comunicaciones intermitentes con el exterior.
Un familiar explicó que los líderes de ese grupo disponen de teléfonos celulares con varias pilas. Los prenden solamente para enviar mensajes.
A través de estas comunicaciones se han divulgado fotografías de los restos de las armas utilizadas por los militares y de los destrozos ocasionados en toda la edificación.
Igualmente, se ha podido conocer que los presos continúan alimentándose sólo de caramelos u otras golosinas, y que gracias a las últimas lluvias han podido colectar algunos tobos de agua.
Aproximadamente 45 reclusos tendrían problemas por heridas o por erupciones cutáneas ocasionadas por las malas condiciones sanitarias y por la constante exposición a los gases lacrimógenos.
Buscan caletas:
Agentes de la Unidad de Respuesta Inmediata del Ministerio de Relaciones Interiores iniciaron ayer la búsqueda de escondites de armas, dinero y drogas, conocidos como caletas, entre los escombros del sector La Torre de Rodeo I.
Un reporte de Venezolana de Televisión (único medio con acceso a esa instalación) mostró cómo los pasillos de la estructura fueron devastados por el incendio que se desató durante la intervención de la Guardia Nacional el 17 de junio.
En otra toma, un funcionario del llamado “carro negro” abría una de las paredes con una barra metálica, aparentemente tomada en el mismo lugar.
El periodista indicó que las llamas se desataron por un cortocircuito. No obstante, los presos han señalado que eso fue imposible, pues para ese momento el servicio eléctrico estaba suspendido en toda la instalación debido a la intervención militar. Aseguran que fue producto de las bombas utilizadas ese día.
Protesta en Los Teques. Familiares de los reclusos de la cárcel de Los Teques tomaron ayer al mediodía la carretera Panamericana, a la altura del kilómetro 23, para expresar su rechazo a los supuestos planes para trasladarlos a otros centros penitenciarios.
La jornada de visitas fue suspendida debido a la protesta que comenzó el lunes, de manera simultánea a la de los detenidos en el retén La Planta, en El Paraíso.
Hasta ahora se mantienen en conflicto 10 de los 34 centros penitenciarios del país.
Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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