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Thursday, November 21, 2024
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RODEO II: “Queremos a nuestros hijos, aunque estén descompuestos”

Una madre inconsolable clama por información sobre su hijo, cuyo nombre no aparece en la lista de los reclusos trasladados ni en los que siguen en el penal, tampoco entre los muertos.

Los reclusos de El Rodeo II siguen sin
rendirse tras cuatro días de tiroteo

 

■ “Quiero saber dónde está mi Daniel”

■ Piden entrega de reclusos que falleció en intervención de Rodeo I

■ “Eulises José Jáuregui tenía sólo nueve días en esa cárcel. Estaba preso por robar un celular”.

■ Sofía González está desesperada porque no sabe si su hijo sigue en Rodeo I, fue trasladado o está muerto

■ El padre de Eulises José Jáuregui, preso en Rodeo I por robar un celular, pide al Gobierno identificar los cadáveres que todavía están dentro.

■ Raymundo Jáuregui estuvo durante tres días seguidos en los alrededores del complejo penitenciario de El Rodeo, a la espera de alguna información sobre su hijo Eulises José Jáuregui.

Cuando comenzó la intervención del penal por efectivos de la Guardia Nacional el viernes 17, el hombre, de 21 años de edad, apenas tenía 9 días en Rodeo I, por el robo de un teléfono celular. Gracias a las conversaciones con pastores evangélicos que permanecían en el reclusorio, Raymundo Jáuregui supo que su hijo falleció al recibir 2 disparos, presuntamente, durante el intercambio de fuego con los guardias nacionales.

Desde entonces, su cadáver permanecería arrinconado con otros tantos en la planta baja de la edificación. Fue quemado durante la incursión militar, según Jáuregui, y los restos han continuado deteriorándose por efecto del calor y la humedad de la zona.

Raymundo Jáuregui pidió al Gobierno que identifique a todos los fallecidos.

“Queremos a nuestros hijos, así estén descompuestos. Ahí en La Torre no hubo cortocircuito, como dice el Gobierno.

Lo que hubo fue una masacre grande. Luego quemaron a los muertos”, gritó.

La muerte de Jáuregui se produjo, supuestamente, después de las 3:00 pm del viernes cuando los presos del sector La Torre quedaron sin municiones y optaron por rendirse.

Le dispararon cuando asomaba una tela blanca, en señal de rendición, según las informaciones que él recibió.

“Queremos justicia. Que digan la verdad sobre lo que allí ocurrió. Pasaron la ametralladora sin respetar ni siquiera a los evangélicos. No dejaremos que los lleven a La Peste”, dijo.

Las instalaciones del Rodeo I quedaron totalmente destruidas. El Aissami prometió regresar en dos semanas a los reclusos.

Drogas y armas:

Para Raymundo Jáuregui es imposible que los familiares de los presos hayan introducido en las armas y las drogas en el penal, que luego fueron decomisadas por la Guardia Nacional durante la toma del sector La Torre.

“A uno lo desnudan y le meten las manos por todas partes para ver qué es lo que lleva. Los que pasan las drogas y las pajizas (escopetas) son del Gobierno”, afirmó.

Recordó que durante su permanencia en los alrededores de la cárcel fue víctima de malos tratos por parte de los militares. Los presos de Rodeo I tenían armas cortas y largas, granadas fragmentarias y más de 44 kilos de cocaína en panelas, según la Guardia Nacional.

Jáuregui también criticó la cobertura realizada sobre estos sucesos por los medios de comunicación oficialistas.

“A veces han puesto a gente pagada para que se nos quite la angustia”, afirmó.

Exhortó finalmente al Gobierno para que identifique a todos los cadáveres que todavía permanecen en el complejo carcelario. En su criterio, ése va a ser el primer paso para lograr justicia.

Familiares se amontonaron alrededor del camión donde pegaron las listas, con la esperanza de encontrar los nombres de sus parientes.

“Quiero saber dónde está mi Daniel”

Fueron 15 o tal vez 20 los minutos que tardó Sofía González buscando el nombre de su hijo en las listas publicadas por el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia con los datos de los 2.500 reclusos de Rodeo I que fueron trasladados a otros penales el domingo. Después de revisar línea por línea y no hallar el nombre de Daniel Antonio Fernández González, cédula de identidad 18.604.119, comenzó el desespero.

“Yo sólo quiero saber dónde está Daniel porque no sé nada de él desde el sábado, cuando me dijo: `Mamá estoy bien, quédate tranquila y vete para la casa que estoy bien’. Pero ahora no aparece en las listas y no sé si sigue en Rodeo o le pasó algo”, expresó entre sollozos González Los datos de los reos trasladados a Puente Ayala, Tocorón, Yare II, Tocuyito y Uribana estaban en 14 pendones que fueron pegados en un camión de la Dirección Nacional de los Servicios Penitenciarios, a pocos metros del piquete de la Guardia Nacional que impide el paso hacia el área de los penales.

Mientras González ofrecía su testimonio, una decena de mujeres se acercó para dar los datos de sus familiares que tampoco aparecen en las listas.

Parientes de Antonio Torregosa Iriarte, Jean Piero Briceño, Oscar José Marcano, Cristian David Sucre, Ernesto Emiliani Polo, Martín Ramón Cordero, Jesús Gabriel Molina Jaime, Martín Hugas y Wuillis Araujo pedían que, por favor, se publicaran los nombres con la esperanza de conocer su paradero.

Muchas sólo quieren que les digan dónde están y si están a salvo.

Al final de la tarde fue difundida una lista con los nombres de los 951 reclusos que permanecen en Rodeo I.

Tensa calma:

En el sector El Tanque del barrio Las Brisas, algunos familiares buscaron la mejor ubicación para monitorear la situación dentro de Rodeo II. Ayer, hasta las 5:30 pm, el día había transcurrido con relativa normalidad, pues sólo se veía el humo de las bombas lacrimógenas lanzadas cada 15 minutos por la Guardia Nacional, sin respuesta de los reos. Sin embargo, casi a las 6:00 pm, seis tanquetas de la GN entraron en el penal y hubo otro enfrentamiento entre presos y militares.

Confusión y desinformación. Algunas de las mujeres agolpadas alrededor de las listas, a pesar de que se sentían más tranquilas porque ya conocían dónde se encontraban sus hijos y esposos, expresaron confusión por no saber dónde quedan los penales a los que los trasladaron.

Otros, familiares de reos de Rodeo II, exigieron a las autoridades un informe oficial de lo ocurrido en el penal.

“Cómo es posible que nosotras no sabemos cuántos heridos o muertos hay allá adentro. Los muchachos no tienen comida, no tienen luz, los teléfonos ya están sin pila, no les queda agua y los tienen todo el día tragando bombas”, se quejó Iraima Belisario.

Desobediencia civil en regiones:

Los reclusos del Internado Judicial José Antonio Anzoátegui, conocido como Puente Ayala, se declararon en desobediencia civil y se niegan a trasladarse a tribunales, en apoyo a los presos de Rodeo I y II. Como consecuencia, 80 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana se sumaron a los 100 funcionarios que diariamente custodian este penal.

El general Alejandro Keleris Bucarito, comandante del Core 7, indicó que por ahora las visitas a los reos que llegaron de Rodeo están suspendida.

Un grupo de familiares de reclusos de Rodeo se presentó ayer en el Internado Judicial de Carabobo en Tocuyito. Algunos trataron de ingresar, pero no se les permitió la entrada. Sin embargo, pudieron enviar alimentos y comidas preparadas a sus familiares.

En solidaridad con los presos de Rodeo que fallecieron el fin de semana y que han sido trasladados a diversos estados del país, los reclusos del Internado Judicial de San Felipe iniciaron una huelga judicial pacífica, y se niegan a ser trasladados a la sede del Circuito Judicial del estado Yaracuy para impedir la realización de las audiencias.

En Barquisimeto, cuatro reclusos de Rodeo que fueron trasladados a la cárcel de Uribana recibieron ayer boleta de excarcelación, y quedaron bajo régimen de presentación cada ocho días.

Solidaridad:

Los residentes del barrio Las Brisas han sido afectados por los 10 días de conflicto de los penales Rodeo I y II. Directivos de la escuela y el liceo de la zona tuvieron que suspender las clases y algunos habitantes de las residencias aledañas decidieron irse a casa de familiares mientras se soluciona el problema.

Mery Blanco, vecina del sector, dijo que lo más fuerte ha sido la suspensión de los servicios básicos y que no tienen transporte público desde el viernes. Sin embargo, ella decidió darle posada a un grupo de mujeres que esperan noticias de familiares.

“Yo las vi el viernes cuando estaba lloviendo y decidí abrir este espacio en mi casa para que se queden. Aquí nos hemos organizado para la comida y ellas se bañan, duermen y descansan. Yo me solidaricé con ellas porque soy madre también, y aunque no tengo ningún familiar allí, me imagino la angustia que están pasando”, expresó Blanco.

Más arriba, en el sector El Tanque, un vecino prestó su casa a otro grupo. Desde allí, ellas tienen una vista privilegiada de lo que ocurre en los penales. “El señor está vendiendo la casa, pero como nos vio el viernes aquí, angustiadas, nos dejó las llaves para que nos quedáramos y pudiéramos estar pendientes de lo que pasa en la cárcel”, dijo una de las mujeres.


Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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