Los pranes de las prisiones son quienes
autorizan el ingreso de nuevos detenidos
■ Cambiaron un jefe por denunciar.
■ Practicaron nuevas autopsias a las dos víctimas.
■ Tribunales y Defensoría sabían del hacinamiento en el Cicpc.
■ En el Departamento de Aprehensión hay detenidos que están en procesos de fianza.
■ Los jueces piden fianzas onerosas a los de escasos recursos, los cuales no consiguen fiadores.
■ Los funcionarios policiales encuentran dificultades para que en los penales acepten detenidos, porque capos (“pranes”) lo impiden.
En la dependencia del Cicpc de El Rosal donde, la semana pasada, murieron 3 detenidos hay cerca de 100 presos que aguardan meses para salir en libertad.
La situación de hacinamiento de presos en el Departamento de Aprehendidos del Cicpc no era ajena a los órganos del Poder Moral y del Poder Judicial.
Esta problemática fue notificada a la presidenta del Circuito Judicial de Caracas, la Fiscalía, Defensoría del Pueblo y ONG, según indicaron informantes.
Agregaron que la mayoría de los traslados de presos se hacían hacia el retén La Planta y el penal de Los Teques, donde apenas aceptaban cinco detenidos y devolvían 80 presos que quedaban en lista de espera para el próximo traslado.
Señalaron que policías encontraban obstáculos para que en los penales aceptaran a los detenidos.
En ocasiones, no eran admitidos, porque los pranes, o líderes de las cárceles, no querían, o los directores de esos recintos no los aceptaban.
El informante indicó que los pranes son las personas que mandan realmente en los penales, y cobrarían 100 bolívares por el espacio que ocupa cada preso que ingresa. Si no pagan la cantidad, abusan de ellos.
Las causas:
Otra causa para no admitir detenidos del Cicpc en las cárceles es el hacinamiento que se vive en esos recintos. Esta semana, Humberto Prado, director general del Observatorio Venezolano de Prisiones, informó que la población penal del país es de 47.000 personas y la capacidad real es de 12.000. Si a esta cantidad le suman 4.500 presos que están en retenes policiales, la cifra aumenta a 51.500.
La Planta fue construida para albergar 350 reclusos y actualmente aloja 2.200. Rodeo I tiene 3.400 presos y una capacidad para 750. El internado de Los Teques tienen capacidad para 450 reclusos y actualmente hay 1.850.
Centro de acopio:
La antigua División de Capturas estuvo, hasta 1999, en el Cicpc de Parque Carabobo. El primer director de la policía judicial, en este Gobierno, Carlos Fermín, ordenó eliminar los calabozos que había en diferentes dependencias. A partir de ese momento, Capturas fue trasladada a la sede de El Rosal, donde estaba la División de Vehículos.
El vocero indicó que Aprehensión es un centro de acopio de presos a nivel nacional, donde reciben personas solicitadas por tribunales y policías de todo el país, detenidos en los operativos Madrugonazo y Cangrejo, y los apresados por otras policías y la Guardia Nacional.
El único jefe de esa dependencia, quien públicamente denunció el hacinamiento, fue Ender Rodríguez. En respuesta a esa posición fue transferido a Monagas y luego lo jubilaron.
Humberto Prado, director del Observatorio de Prisiones, recordó que esa ONG denunció seis veces el hacinamiento de presos en Aprehensión, y destacó las condiciones insalubres de ese local.
Nuevas autopsias:
“Cuando lo toqué sentí todo blandito, como si tuviese las costillas partidas”. Rubén tenía la cara golpeada, y cuando lo toqué se sentía todo blandito, como si tuviese las costillas partidas. Cuando mi papá lo vio en el hospital, botaba sangre por la boca. En la sien tenía un morado también y como un raspón en uno de sus pies. No nos vengan a decir que él murió de una intoxicación por droga, porque él, para ese momento, estaba limpio”, dijo Marina Arnal, hermana de Rubén Arnal, una de las tres víctimas que falleció por las presuntas torturas sufridas en los calabozos del Cicpc la semana pasada.
La hermana del joven señaló que le parece muy sospechoso que el comisario Rafael Caicedo, jefe de la División de Aprehensión, se haya fugado, en vez de asumir la responsabilidad de los hechos. Recordó que cuando a su hermano lo preparaban para velarlo, el cadáver presentó varias lesiones a nivel del tórax, los costados y en la parte posterior de la cabeza.
Arnal también comentó que su hermano fue el primero en fallecer, a pesar de que la versión oficial señaló que él había sido la tercera víctima.
“Después que les dieron la pela, a mi hermano lo sacaron, porque el golpe de la cabeza lo mató. Ellos no sabían que él tenía una operación. Llegó muerto al hospital, pero la doctora que lo recibió armó todo el parapeto y lo mantuvieron respirando hasta que llegamos. A los otros dos los mandaron a la celda y murieron mucho después”, relató Arnal.
Los parientes explicaron que la víctima fue operada del cerebro el 11 de mayo, porque sufría de epilepsia. Ese expediente médico fue consignado al tribunal 12 de control el miércoles 25 de mayo, después que lo imputaron, y que la jueza le asignó como centro de reclusión la cárcel de Los Teques, a la cual lo trasladarían el jueves.
“A Rubén se lo llevaron de la casa. El martes lo imputaron por homicidio. Lo vimos el miércoles y estaba bien. Al día siguiente, cuando nos avisaron, ya muerto en el hospital. Apenas nos dejaron verlos”, explicó la hermana.
En el caso de Arnal, su familia espera que las actuaciones de la Fiscalía esclarezcan y saquen a la luz pública los hechos. “Esperamos que ellos tengan palabras y sean verdaderamente confiables. No pueden estar haciendo todo este espectáculo para engañarnos. Esperamos que den una versión de lo que sucedió”, comentó Nohemí Arnal, tía de la víctima.
Queremos justicia:
“Yo le vi un golpe en la frente y quienes lo arreglaron en la funeraria dijeron que el cuerpo presentaba como latigazos en los brazos”, relató Nancy Tovar, madre de William Pérez, otro de los tres detenidos que falleció.
Ayer, durante la exhumación del cadáver de su hijo, revivió todo el drama que se inició con la detención de Pérez el martes 24 de mayo. “A él lo detienen como a las 4:30 pm a dos cuadras de la casa, a través de la operación Cangrejo. Lo llevaron a la PTJ de Parque Carabobo y a las 10:00 pm a El Rosal. Allá nos dijeron que le lleváramos ropa y comida, porque lo llevarían el jueves para los tribunales, pero lo mataron en la madrugada.
A mi hijo lo torturaron, porque estaba todo golpeado”, señaló Tovar.
La familia clama justicia y calificó de irresponsables las declaraciones del comisario Alvis Pinto, subdirector de la policía científica y el ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, pues consideran que ambos funcionarios emitieron juicio de lo ocurrido sin tener evidencias que certificaran las verdaderas causas de muerte de las tres víctimas.
Investigación:
Se esperaba que ayer por la noche estuviesen listos los resultados de las autopsias practicadas a Rubén Arnal y a Wilmer Pérez Tovar.
Sus cadáveres fueron exhumados entre las 11:00 am y la 1:00 pm. Las comisiones del Ministerio Público y el tribunal 48 de control de Caracas llegaron al Cementerio General del Sur acompañados por comisiones de la Guardia Nacional y Policaracas, quienes custodiaron las áreas donde se llevaron a cabo las exhumaciones.
En el acto también estuvo presente la familia de Pedro Rivero, quien comentó que ya están los resultados de la autopsia practicada el jueves al cadáver y que fueron consignados al expediente, pero no se pueden hacer públicos todavía.
“Que dejen de mentir y de decir que ellos no estaban golpeados, porque mi hermano teníata un morado en el ojo. Lo tuvimos que drenar para poder velarlo. Que verifiquen las actuaciones de todos los policías, porque esos tres muchachos fueron torturados”, comentó a la salida de las exhumaciones Carmen Rivero, hermana de Pedro Rivero.
Por: SANDRA GUERRERO
THABATA MOLINA
Judicial | Política
EL NACIONAL
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