Seis productos están escasos
en los abastos y supermercados
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AUDIO: Oscar Meza
■ Con respecto a la canasta básica, Meza manifestó que se ubicó en el mes de abril en Bs.F 6636,50.
■ Así lo informó Oscar Meza, director del centro de documentación y análisis social de la Federación Venezolana de Maestros (Cenda)
■ Desde el año 2000 hasta 2010 el aumento en los precios de los alimentos ha sido superior a la inflación general. Venezuela encabeza ese ranking indeseado en el continente.
■ La sardina en lata, leche en polvo, carne de res, margarina, aceite y harina de trigo, representantes del 10,5% de productos que contiene la canasta alimentaria, se encuentran escasos.
El ministro de Finanzas Jorge Giordani está muy optimista pues considera que la inflación registrada en el mes de abril (1,4 %) marca una tendencia descendente, lo que aunado a las medidas de aumentos salariales y bono alimentario, se traduce, a su juicio, en una de las más importantes reivindicaciones para la clase trabajadora. Así espera que el tope inflacionario quede en 25% para 2011. Una cifra escandalosa para cualquier economía pero que en la Venezuela de altos precios se ofrece como un logro.
Pero el común de los ciudadanos tal vez no la perspectiva no sea tan optimista y por ello el tema de los precios de los alimentos figura entre los tres problemas más importantes que afectan a los venezolanos según las firmas consultoras más importantes del país. De allí pues que la incertidumbre por la comida cara está muy presente en los 3,6 millones de venezolanos que sólo ganan entre 1 y 2 salarios mínimos, en 5 millones de trabajadores informales y a 2,6 millones de pensionados que no están incluidos en el bono alimenticio. Vale decir en más de 60% de la población económicamente activa.
Según destaca el ex ministro de Agricultura y diputado por UNT, Hiram Gaviria, entre los año 2001 a 2010, a excepción de 2009, la inflación atribuida a los alimentos ha sido superior a la inflación general registrada en el país, que en estos último 10 años ha ocupado los primeros puestos en el ranking mundial.
Un informe, recientemente presentado por la “Mesa Agroalimentaria de la Unidad Democrática”, en el que llaman a revisar toda la política agroalimentaria del Gobierno, destaca que, tomando cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, entre febrero de 2010 y febrero de 2011, los alimentos aumentaron 37,3%. En frutas y hortalizas 49%, pescado aumentó 35%. La tendencia es similar en el resto de los productos de la canasta alimentaria, que según el CENDAS esta en Bs 2. 892,20 y para el Gobierno se ubica en 1.452,2.
Esto es particularmente importante dado que en Venezuela, según destaca el informe “Hábitos de Consumo” del BCV, los venezolanos destinan 30% de los ingresos a la compra de alimentos. Por su parte precisa Hiram Gaviria, que el alto costo de los alimentos afecta fundamentalmente a las clases D y E ya que en ese segmento se destina 79% del ingreso.
Opina Gaviria que este incremento del salario mínimo decretado por el Presidente, está por debajo de la inflación. A parte hay que revisar que tiene dos tramos: Uno de 15%, pero el otro 10% a partir de septiembre se lo va a comer sin lugar a dudas la inflación de mayo, junio, julio y agosto. “Ese 10% es un crecimiento nominal, pero no es real porque la inflación hará desaparecer ese salario”.
Para la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias la causa del que el salario alcance cada vez menos para la compra de bienes es la “especulación” y no a la inflación, de allí que llama a los trabajadores a unirse en una suerte de lucha contra la especulación.
Es así que el Gobierno descarta como origen del drama inflacionario los errores en las políticas económicas que pudiesen haberse cometido y por el contrario anuncian que se profundizarán en 2011 las políticas de estatización de empresas, expropiaciones, controles de precio y de cambio, en el contexto de un nuevo modelo de producción socialista y comunal, que tiene como meta este año controlar al menos 50% de la industria alimenticia.
Para otros analistas, ello ha devenido en problemas como la escasez de alimentos, reducción de producción, devaluación de la moneda y mayor importación de alimentos, que según entienden, allí están las causas de la inflación y la escasez en algunos rubros.
Según las cifras que destaca la FAO, entre febrero de 2010 y febrero de 2011, mientras en Venezuela el costo de los alimentos aumentó 37,3%, el promedio en América Latina fue de 8,8%. De manera que los aumentos en los precios internacionales en alimentos parecen haber afectado mucho menos a los países vecinos.
Venezuela, Bolivia, Paraguay y Argentina son los países latinoamericanos donde más han subido los precios de los alimentos a lo largo del último año, con tasas de inflación en alimentos superiores a dos dígitos en términos anuales al cierre de febrero: Paraguay con 17,1%, Bolivia con 17% y Argentina con 10,6%, mientras que Colombia, México y Perú tienen un impacto menor a 5%.
En cuanto a la inflación general Venezuela ha figurado en los primeros puestos del ranking mundial compartiendo tan indeseada posición con países como la República de El Congo, Eritrea, Guinea y Argentina.
Descenso en la producción:
El Ministerio de Agricultura y Tierra ha reconocido el descenso en la producción de alimentos en el último año. Una tendencia que se afirma cada año y que ha llevado al país a ser un gran importador de lo que consume. “Nuestra despensa se encuentra en los países vecinos” señala Hiram Gaviria para dibujar esa realidad que contrasta con el lema “soberanía alimentaria”. Lo cierto es que en los 12 años de Chávez en el poder pasamos de importar 70 dólares en alimento por persona a 392.
Es decir, en 1999 se importaba en alimentos 1.600 millones de dólares y para 2008 la importación alcanzó a 7.500 millones. En el último año hay un pequeño descenso a 6.500 millones de dólares. Para Fedeagro esto sería 70% de lo que se consume.
Uno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno es que ahora los venezolanos consumen más alimentos y por tanto es necesario importar el faltante. Ante esa tesis Gaviria expone como ejemplo el caso de la carne. Señala que ciertamente estamos consumiendo más. En 1999 teníamos un consumo de carne de 17 kilogramos por cápita, pero los 17 kilogramos se producían en Venezuela. A diferencia para 2008 aumentamos el consumo pasando a 23 kilogramos. Pero de esos 23 kilos, 11 fueron producidos en el país y 12 fueron importados. Hasta hace 4 años producíamos 400 mil toneladas de carne y abastecíamos el consumo interno. En el 2010 produjimos 250 toneladas de carne e importamos 300 mil toneladas. Lo mismo ocurre con los rubros alimenticios más importante como la leche que en 1998, 67,7% era de producción nacional, mientras se importaban 30,3%. Ya en el año 2008 prácticamente se invierte la relación cuando la producción nacional llega apenas a 36,1% frente a 63,9% de productos lácteos importados. Esa tendencia continuó en el año 2009 y siguió en 2010.
El Ministerio de Agricultura y Tierras registra una reducción en la superficie de siembra que va desde 7% hasta 30% en algunos rubros. Por ejemplo el plan de sembrar caraota negra a fin de reducir su importación que ha llegado hasta 90% del consumo no prosperó y por el contrario tuvo una reducción de 31,3% según información de El Universal, tomada de la Memoria y Cuenta del MAT. En arroz la superficie disminuyó 7%, al pasar de 263.738 hectáreas en 2009 a 243.579 hectáreas en 2010. Los granos leguminosos (arveja, caraota, frijol y quinchoncho) disminuyeron 5,7% el año pasado, al caer de 62.130 a 58.608 hectáreas.
En cuanto a producción Fedeagro reporta que la caída más significativa en 2010 fue la cosecha de papa con un descenso de 59,72%; en arroz un descenso de 30,75%; cebolla 22,56%; caña de azúcar con 19, 78%. Esa tendencia se registra también en carnes, lácteos y otros rubros. Entre los que hubo un aumento están el maíz, girasol y café.
Revés histórico:
Aunque se atribuyen algunos descensos a problemas como la sequía y luego las lluvias, el Gobierno de la “soberanía alimentaria” no ha podido revertir 12 años de declive en la producción. Por ejemplo en café hace 10 años producíamos 1 millón 600 mil quintales. Hoy estamos por en apenas 600 mil quintales de café y sobraba un poco para la exportación. Hoy estamos trayendo entre 500 y 600 mil quintales de café.
En cuanto a precio del café se mantiene controlado en 24 bolívares por kilo, pero mientras en Venezuela un quintal de café, se compra a los productores nacionales entre 650 y 700 bolívares, el Gobierno paga a Nicaragua 1.500 y 1.800 bolívares, porque los trae con dólares a 4,30. Prefieren pagar más caro el café en el exterior que pagar a los productores de café de Venezuela 900 mil bolívares el quintal. En Colombia por ejemplo el café está en 1.400 bolívares el quintal. El Gobierno es quien aprieta más las clavijas para la escasez de café. Señala el ex ministro Hiram Gaviria.
Explica el diputado que, especialmente las marcas que menos se consiguen en los mercados son las expropiadas por el Gobierno como son Peñón, Fama de América y Madrid con lo cual controlan 50% del mercado, de manera que esas estatizaciones no solucionan el problema de la escasez y los precios se mantienen a fuerza de importaciones que subsidian a productores extranjeros. Ese mismo esquema se repites en otras industrias alimenticias que han pasado a manos del Gobierno.
Otros rubros emblemáticos como arroz, hace 10 años se tenía un excedente de arroz de 250 mil toneladas. Se producían más de un millón de toneladas. El año pasado según cifras de Fedearroz, produjimos 590 mil toneladas e importamos 400 mil toneladas. Mientras que en el año anterior, 2009 con lo que se registra una caída de 30, 75%.
En maíz blanco podríamos decir que un cuarto de la arepa venezolana es importada, mientras tuvimos dos décadas en que la arepa era 100% venezolano. Hoy se importan 400 mil toneladas del exterior. En este rubro sin embargo se registró un ligero aumento de la producción en 2110 de 4, 65%.
El principal proveedor de alimentos de Venezuela es Estados Unidos con cereales, aceites, trigo, soya. Brasil con carnes, jugos, azúcar, café. Argentina y Uruguay con lácteos y carnes. De China nos llegan las caraotas, granos, leguminosas, y también agroquímicos, de Ecuador el arroz y de Nicaragua viene café.
La industria pesquera tampoco escapó del declive registrado en el resto de los rubros alimenticios. Según cifras manejadas por Fundatun, la producción venezolana alcanzó su máximo nivel en 2004, con más de 50 mil toneladas de producción en la pesca marítima y 60 mil toneladas en la acuicultura. De allí en adelante el descenso fue indetenible hasta 2010 cuando se producen sólo 20 toneladas en la marítima y 23 toneladas en acuicultura.
En la pesca de atún Venezuela tuvo un crecimiento sostenido hasta 2002 con una producción de 140 mil toneladas. Pero ya para 1009, baja a 51 mil toneladas y en 2010 desciende a 39 mil toneladas.
En cuanto a este rubro explica Fudatun que la merma de la producción tiene dos factores. Uno de ellos es la baja de producción general en el Atlántico por problemas de orden ecológico o natural, y el otro ha sido la salida de varios buques, entre ellos los que fueron confiscados al empresario Ricardo Fernández Barrueco.
En cuanto a la producción de sardina, en 2004 se alcanzó un producción de 200 mil toneladas para descender a 41 mil en 2010.
La producción industrial actual de camarón es cero, como consecuencia de las nuevas leyes que eliminaron ese tipo de pesca en febrero de 2008. Como consecuencia de ello fueron desincorporados 263 buques.
Al mismo tiempo el proceso de reconversión de los buques no se ha llevado adelante y fue dejado en manos de los propios armadores. En los pocos casos que se han hecho no tienen todavía permiso para operar o no han tenido resultado en las nuevas funciones. Algunos buques se han deteriorado en el puerto. Debido a esas medidas se perdieron 25 mil puestos de trabajo en ese sector.
La producción actual de camarones actualmente está en manos de la acuicultura, que ha sido un proyecto bandera del Instituto Socialista de Pesca y Acuicultura. Debido a ello la producción de camarones registra un retroceso de 61,2% según información emanada de Isopesca.
El descenso en la producción pesquera lo registran también las cifras plasmadas en la Memoria y Cuenta de 2010 del Ministerio de Agricultura y Tierras difundidas por El Universal. Revelan que la producción pesquera pasó de 376.032 toneladas en 2009 a 175.965 toneladas en 2010, lo que significa una disminución de 113,6%.
Por Francisco Olivares
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