Ambiente electoral presiona
a ambas cancillerías
■ A pesar de la tensión actual, expertos coinciden en que no están dadas las condiciones para una ruptura de relaciones
Las sanciones que el martes anunció el Departamento de Estado estadounidense contra Pdvsa y la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares marcan un episodio más en las tensas relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington. Expertos descartan el riesgo de ruptura de los lazos, los cuales se mantendrán en un nivel bajo, en el que el diálogo será inexistente.
Tres son las penas aplicadas por Estados Unidos a la petrolera estatal: no puede recibir contratos del gobierno de Barack Obama; no tiene acceso al financiamiento del Banco de Comercio Exterior de ese país mecanismo al que no acude desde 2002- y tiene suspendido el otorgamiento de nuevas licencias para importar equipos y materiales las actuales, calculadas en 16, seguirán vigentes-.
“Las licencias generalmente duran dos años, aunque el Departamento de Estado puede evaluar la situación y tomar una decisión al respecto”, dijeron fuentes de Washington.
Quedó claro que las sanciones no afectan los negocios de las filiales de Pdvsa ni la venta de crudo a Estados Unidos, que según el comunicado emitido por el Gobierno de Venezuela, se calcula en 1,2 millones de barriles diarios.
Ellas son el resultado de una investigación abierta en enero y de la que fue notificada la Embajada en Washington en febrero, por la violación de la Ley Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión contra Irán, que data de julio de 2010.
El proceso determinó que entre diciembre de 2010 y marzo de 2011, Pdvsa envió a Irán al menos dos cargamentos de reformulado componente para mejorar la calidad de la gasolina-, valorados en 50 millones de dólares.
Un punto clave es que las sanciones no se aplicaron a la petrolera venezolana de forma aislada, sino que entraron en un paquete que incluyó a otras seis compañías de países como Singapur, Emiratos Árabes Unidos e Israel, todas castigadas por comerciar con Irán.
Dinámica electoral:
La reacción de Venezuela a la medida fue un discurso nacionalista destinado a repudiar un supuesto intento de Estados Unidos por intervenir en la soberanía nacional.
Desde Washington, el vicepresidente de la Comisión de Política Exterior del Senado, Richard Lugar, aplaudió la medida. “Es el resultado de la falta de voluntad del Gobierno de Venezuela de romper sus lazos con organizaciones terroristas y países que las apoyan”, expresó el martes.
Miguel Tinker Salas, profesor del Pomona College, en California, considera que la acción responde a una dinámica electoral. “Obedece a presiones internas; en Estados Unidos estamos en vísperas de la campaña presidencial de 2012 y Obama quiere cerrar cualquier flanco por donde puedan atacar los republicanos”, agregó.
La internacionalista María Teresa Romero rechaza esa visión. “Las sanciones no son sólo contra Pdvsa, porque el problema no es Venezuela, es Irán, que no quiere detener su programa de energía atómica; no es algo coyuntural”, alertó.
Coinciden en afirmar que las sanciones no representan un peligro para unos nexos diplomáticos que están en un nivel muy bajo.
Fuentes dijeron que la Ley Cisada, que determina las sanciones por comerciar con Irán, tiene nueve penas y era obligatorio para Estados Unidos aplicar alguna. Se decidieron por las que menos afectarían la relación comercial.
“Fue un acto simbólico que no alterará nada. No hay condiciones para la ruptura de relaciones formales; el precio de la gasolina está muy elevado y no conviene a Washington afectarlo más”, dijo Tinker Salas.
“Fue un alerta más allá del que se había dado antes a Pdvsa; con la particularidad de que se evitó afectar los lazos comerciales”, agregó Romero.
“Si el gobierno de Obama determina que hay más violaciones a la ley, podrían venir más sanciones”, advirtieron ex diplomáticos venezolanos.
Fuentes no descartan que Caracas aplique medidas para expresar su rechazo, como el retraso en el otorgamiento de visas a funcionarios que vienen a trabajar en el Consulado o la Embajada de Estados Unidos.
“Lo vienen haciendo desde hace años”, agregaron.
Cronología del desencuentro
Caminos cerrados entre Caracas y Washington:
Las relaciones entre ambos países se han debilitado desde que Hugo Chávez llegó al poder en 1999. La crisis mayor se desató después de los sucesos de abril de 2002, cuando Caracas acusó a Washington de estar detrás de la salida temporal de Chávez. Comenzó a consolidarse en el gobierno una “política exterior antiimperialista”.
En febrero de 2006, Venezuela expulsó al agregado militar estadounidense, John Correa, por supuesto espionaje. La respuesta del Departamento de Estado fue botar a la jefa de gabinete de la legación venezolana, Jenny Figueredo.
Los ataques mutuos se mantuvieron hasta que en septiembre de 2008, en un acto de campaña, Chávez declaró persona non grata al embajador Patrick Duddy, en solidaridad con Bolivia. En reciprocidad, Bernardo Álvarez debió dejar Washington.
Con la llegada de Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos en 2009 se tendieron puentes. En la V Cumbre de las Américas, celebrada en abril en Trinidad y Tobago, Chávez y Obama acordaron recuperar los lazos y reenviar embajadores.
Duddy y Álvarez volvieron a sus puestos, pero los nexos no mejoraron. Duddy terminó su misión en julio de 2010. Obama había seleccionado en febrero como sustituto al diplomático de carrera Larry Palmer. Chávez firmó el placet en junio.
Palmer acudió ante la Comisión de Política Exterior del Senado estadounidense para su ratificación, pero su comparecencia no convenció a los senadores. Richard Lugar, vicepresidente de la Comisión, le envió un cuestionario y en su respuesta, Palmer criticó a la Fuerza Armada Nacional y al Gobierno de Venezuela. Estos criterios se hicieron públicos y Chávez dijo que no lo aceptaría en Caracas. Se abrió un compás de negociación infructuosa.
Caracas revocó en septiembre el plácet de Palmer. En reciprocidad, EE UU retiró la visa a Álvarez, quien tuvo que dejar Washington. Actualmente, las embajadas las manejan encargados de negocios, indicativo del bajo nivel de los lazos.
“Lo que habrá será una profundización del estancamiento en el que están las relaciones de aquí a 2012”, remató Romero.
Por: ARMANDO AVELLANEDA
aavellaneda@el-nacional.com
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