Edif. David Lobo y Atlántida agrupan
consultorios y miles de empleados
“En 1999 arrendamos la edificación a Rómulo García, ex candidato a diputado del Estado. Dos años después dejó de pagar el alquiler y fingió una invasión con personas que ocuparon 53 habitaciones hasta 2007. Tras dos homicidios en la empresa y consumo ilícito de drogas logré recuperar mi empresa. Pero la desmantelaron por completo”, relata Carlos Lobosco, dueño del hotel Marly, de la avenida Sur 2 de La Concordia.
El hotel de la parroquia Santa Teresa forma parte de las 44 nuevas expropiaciones de inmuebles que realizó la Presidencia en el municipio Libertador para la Misión Vivienda.
Lobosco cuenta que le tomó ocho años en recuperar el hotel que levantaron sus padres (italianos) tras llegar al país en 1956. “Luego de que los invasores rompieron paredes, baños y pisos saqué 53 camiones de escombros de mi inmueble. Solicité créditos en los bancos para remodelarlo y nunca me los otorgaron. El Estado estrangula, presiona y se apodera de nuestros edificios. Aquí no hubo negociación”, afirma.
Hace dos semanas Erick Bastidas, vocero de la vicepresidencia, y miembros de la Defensoría del Pueblo y Movimiento de Pobladores visitaron a Lobosco para consultarle si quería vender. “Les dije que lo vendía si pagaban un precio justo (la propiedad tiene 1.250 Mt2). Luego llegó la expropiación”.
Mientras, en la avenida Las Acacias de Plaza Venezuela el Ejecutivo expropió el edificio Atlántida, lugar donde funcionan las oficinas de la empresa de mantenimiento Fuller, donde laboran 5 mil empleados.
“No son espacios abandonados. Aquí trabajan abogados, la organización Ojo Electoral y Movistar. Hace tres semanas nos visitó el Ministro de Vivienda, Ricardo Molina, para indicar que tomarían el edificio. Como no pueden construir viviendas se apropian edificios que identificaron los damnificados que tienen en hoteles desde diciembre de 2010”, afirma Iván Molina, trabajador.
En la esquina Curamichate de la avenida Lecuna fue expropiada la Clínica David Lobo. Allí los consejos comunales se oponen rechazan la medida para albergar a damnificados. “La clínica del Consorcio Lepinia no está abandonada. En los pisos 4 y 5 hay consultorios de oftalmología y ginecología. Otros dos se remodelan para hospitalización. Hay un consejo comunal de San Agustín que promueve las invasiones. Abogados de la vicepresidencia y Movimiento de Pobladores (agresivos) nos visitaron hace 15 días”, aseguran los trabajadores.
Los edificios Río Negro (Santa Teresa), La Ceiba (Catedral) si estaban abandonados. Mientras que en el restaurante La Huerta de Sabana Grande ayer el Estado permitió trabajar, pero aún no hay acuerdos.
JORGE HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 29 de mayo de 2011