Este mensaje tiene destinatario:
Los oficiales y soldados de Venezuela. Me dirijo como ciudadano que soy, a los ciudadanos que ellos son, en referencia a nuestra Constitución (Art. 330) que les garantiza “derecho al sufragio”. En consecuencia, tienen derecho y obligación de estar informados del acontecer político, económico, social y militar, así como de las propuestas de candidatos y partidos, para formarse su propia opinión -libre y suya- sobre cómo y por quién votar. A ellos pido su voto para la democracia y en contra de la dictadura, la incapacidad y la corrupción; por el respeto de los DD HH, incluidos los de ellos, hoy golpeados y desconocidos por un gobierno que nos irrespeta a todos, que pretende dirigirnos según el criterio de uno solo, como si él fuera el único dueño de la verdad.
A oficiales y soldados les pido tomar conciencia y rechazar la reciente e inconstitucional declaración del Gral. Henry Rangel Silva -declaración indigna de un oficial de nuestra Fuerza Armada- por la que anuncia que no reconocerá la victoria de la oposición en 2012, e invita a no reconocerla. ¿Habla él por sí mismo, o en nombre de otro? Rangel Silva pretende reponer la historia del carujazo, el cuartelazo que depone al Presidente civil, intelectual y médico, Dr. José María Vargas.
Recién electo Vargas -Presidente civil, como ya recordamos- los militares de siempre, con sus mismos sables y aspiraciones, se aliaron esta vez para deponer al nuevo Presidente, al civil que no tenía tras sí soldados ni armas. En la madrugada del 8 de julio de 1835, concretan el golpe fraguado en los cuarteles. Un piquete de tropas se apresta frente a la morada presidencial, Carujo, entre ellos y al frente de ellos. Los militares insurrectos destronan al Presidente Vargas, lo expulsan y asumen el poder; será luego Páez quien restituya el orden constitucional, y haga regresar a Vargas a la Presidencia. Esta historia, al inicio de nuestra vida republicana, se repetirá muchas veces, y es señal de nuestra desgracia como pueblo. El último en intentarlo fue Chávez, con su fallido golpe de Estado el 4 de febrero de 1992. No más carujazos.
El Gral. Rangel Silva, al igual que todos los oficiales y soldados de nuestra FAN, tiene derecho al voto, pero nadie le ha dado el derecho a calificar y reconocer o no victorias electorales. Está obligado a “la disciplina, la obediencia y la subordinación” (Art. 328). Los militares tienen “derecho al sufragio, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”.
Por: Paciano Padrón
pacianopadron@gmail.com