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EEUU: Sanciones responden a presión política

El incidente con Estados Unidos servirá a Chávez para exacerbar y afianzar el nacionalismo.

 Internacionalistas descartan ruptura de
relaciones bilaterales con Washington

 

■ Según Nicmer Evans se fortalece el nacionalismo y el discurso antiimperialista de Chávez.

■ El politólogo Ángel Álvarez dijo que con la medida Obama baja el tono de críticas sobre debilidad hacia Venezuela.

El anuncio de sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos hacia Petróleos de Venezuela y la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares, por las relaciones comerciales con Irán, beneficia en diferentes sentidos a los presidentes Hugo Chávez y Barack Obama.

El analista Ángel Álvarez, director del Instituto de Ciencias Políticas de la UCV, destacó que para Chávez el incidente da la oportunidad de “aglutinar fuerzas y radicalizarse contra un enemigo externo, además de movilizar electores indecisos”. En ese contexto Álvarez no pasa por alto el temor que pueda generarse en los electores chavistas respecto a consecuencias como el desabastecimiento de productos que se importan de Estados Unidos.

Álvarez cree que el llamado de atención se basa hasta ahora en la retórica. Agregó que la decisión “le hace el daño electoral a Chávez que la oposición no está en capacidad de atender por resolver sus conflictos internos”.

El analista sostuvo, sin embargo, que el comportamiento del jefe del Estado frente a este conflicto, pese a ser impredecible, determinará su evolución.

Enfatizó el hecho de que el primer mandatario no participara en la cadena nacional de rechazo a las sanciones, cuando suele hacerlo por asuntos menos importantes; aunque quizás la ausencia se deba a su indisposición de salud.

Frente a la posibilidad de sanciones más fuertes de Estados Unidos hacia Venezuela y la visión de caos interno, las banderas del nacionalismo, el antiimperialismo y el intervencionismo del Gobierno norteamericano pueden afianzarse, de acuerdo con el politólogo Nicmer Evans. El analista cree que la unión nacional se impone ante una situación de crisis, pero en todo caso exhortó a medir las implicaciones si se concreta el veto a Venezuela en medio de la relación de interdependencia que mantiene con Estados Unidos.

Efecto Obama:

Nicmer Evans no duda en catalogar de política la medida del Gobierno estadounidense, sobre todo frente a un panorama electoral en el que el presidente Obama busca la reelección. Desde su punto de vista, el mandatario actuó impulsado por las fallas en su gestión “porque no ha logrado dar un rumbo coherente a su perspectiva de que un cambio es posible y debe apañarse tanto a los controles de fuertes capitales y de los sectores radicalmente conservadores que hegemonizan el imperio estadounidense, así como a los sectores radicales del Congreso de Estados Unidos. Obama busca generar respuestas y responder a las demandas de los sectores que tienen la posibilidad de financiar su campaña”, puntualizó.

A lo interno de su país, no puede pasar por desapercibido que el mandatario estadounidense cedió a la presión republicana que ha cuestionado duramente la política respecto a Cuba y Venezuela.

Así lo resaltó Ángel Álvarez, quien explicó que este aspecto fue cubierto con la decisión del Estado norteamericano de censurar a la principal industria nacional. “Pese a que las sanciones son muy magras, la medida responde al electorado conservador y a los latinos”, aseguró Álvarez.

Relaciones en pie:

El incidente con las sanciones ha puesto bajo la lupa las relaciones bilaterales entre Caracas y Washington, las cuales atraviesan una situación tensa cuyo resultado es que en ambos casos no hay embajadores sino los encargados de negocios: Ángelo Rivero y John Caulfield. Rivero asumió el control provisional después de que Estados Unidos no renovó la visa al embajador Bernardo Álvarez, decisión que fue ejecutada después de que el gobierno de Chávez rechazó a Larry Palmer como embajador estadounidense. El veto a Palmer, a finales de 2010, fue motivado a los señalamientos que hizo ante el Senado de su país, donde dijo que Venezuela cobija a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y señaló que agentes cubanos están infiltrados en la Fuerza Armada Nacional.

Pese a ese panorama, el internacionalista Antonio Rodríguez Iturbe descarta la posibilidad de ruptura diplomática entre ambos países. El analista subraya que la relación económica derivada del petróleo impera ante cualquier decisión de esta naturaleza, además de que electoralmente “al gobierno de Chávez no le conviene perder estos ingresos. Aristóbulo Istúriz ha dicho que Venezuela puede vender petróleo a quien quiera, pero Estados Unidos es su principal cliente”.

Rodríguez Iturbe advierte que una radicalización en la política exterior corre el riesgo de tomar medidas que pueden alcanzar el embargo económico, por lo cual los factores que están en juego no pueden menospreciarse. Respecto a la política exterior del Gobierno de Obama, el internacionalista subraya que Venezuela no es prioridad pero sí lo es la estabilidad del Medio Oriente y lo que ocurre en Irán.

El internacionalista Gerardo Arellano también ve lejos el corte de los vínculos diplomáticos, especialmente por el pragmatismo que priva en Estados Unidos y Venezuela.

No obstante el internacionalista acota que la señal enviada desde ese país no puede ignorarse, dada su seriedad e implicaciones.

“El Gobierno dice que no le importa nada y tiene una tendencia contraria a las políticas internacionales y a ignorar a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad. Por otro lado, no aclara sus relaciones con Irán y se coloca al límite con su comportamiento”, añadió Arellano. Cree vital que Venezuela permita una investigación y se abra para aclarar su situación frente al escenario mundial.

Cuestiona las estrategias basadas en el argumento de la traición a la patria y pregunta quién es más traidor, quienes piden prudencia o quienes no la tienen.

Defensa de Pdvsa:

El Bloque Parlamentario de la Unidad rechazó la decisión del Gobierno de Estados Unidos de sancionar a Venezuela por la relación comercial de Pdvsa con Irán. Julio Montoya, diputado a la Asamblea Nacional, señaló que esas medidas, en nada ayudan a ambos países. “Para los intereses de ambos pueblos, es necesario que no se decidan acciones de este tipo”.

Montoya repudió la actitud del Gobierno y señaló que los demócratas no apoyan ni apoyarán la política exterior del Ejecutivo. “No apoyamos la política externa que mantiene este Gobierno y que esconde las relaciones con gente como Gadafi, Ajdmadineyad, Mugabe, Lukashenko, al- Bashir y luego Asad, que masacran a sus pueblos cuando claman libertad y democracia”.

Mientras que el diputado al Parlatino Ángel Rodríguez afirmó que las agresiones de Estados Unidos contra Pdvsa amenazan la disponibilidad futura de petróleo en el planeta, lo cual se contrapone a los intereses del imperio norteamericano.

“Con los ataques de algunas potencias ricas a Irán, Libia y Venezuela, se compromete el bienestar de los pueblos en los años venideros, que está atado a la suerte de los países que exportan hidrocarburos. El mundo necesita cerca de 3 millones de barriles diarios extra, únicamente para compensar la declinación en los pozos antiguos. Sin contar el crecimiento proyectado de la demanda global”.

Rodríguez aseveró que con las actuaciones imperiales contra la principal industria nacional se busca detener la política de plena soberanía petrolera, adoptada con firmeza y dignidad por el presidente Hugo Chávez y el ministro Rafael Ramírez, en función de los intereses nacionales y del bienestar del pueblo. Por eso el gobierno bolivariano no se va a doblegar.


Por: SOFÍA NEDERR
snederr@el-nacional.com
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