“Cuando llueve es horrible”

■ Las fincas afectadas en Táchira tardarán 4 meses en recuperarse.

■ La producción de hortalizas está afectada en 60% en Mérida y Táchira.

■ Hay desabastecimiento porque se han perdido las cosechas y las vías están intransitables

En San Cristóbal, las lluvias han afectado por igual los sectores populares como El Río, El Paraíso, San Sebastián, Alianza, Metalúrgica, Altos de Bella Vista, Los Ángeles y Las Malvinas, y urbanizaciones como Las Lomas.

Viviendas inundadas, a punto de desplomarse o con daños en los techos es lo que ha generado el temporal que comenzó en diciembre de 2010 y, en el caso de Táchira, no ha terminado.

José Amaya vive en Metalúrgica, donde los terrenos han ido cediendo con las lluvias.

Pero él, así como otros habitantes del sector cuyas casas están en desnivel y con orden de desalojo, no se retira del lugar por temor a vivir en un albergue por tiempo indefinido.

Además del riesgo que representa la inestabilidad de las viviendas, los que todavía permanecen en la zona no cuentan con transporte público porque la carretera desapareció con los aguaceros. Les falla el agua y el servicio de recolección de basura y como no hay carretera, el camión del gas no llega. Las últimas lluvias tumbaron el poste y quedaron sin luz por algunos días.

“Nos solucionaron el problema de la luz porque trancamos la avenida. Ya tenemos como mes y medio sin gas. A veces ha tocado bajar hasta el río a pagar el doble y hasta el triple por una bombona”, señaló.

El sonido del agua hace que invoquen a sus santos, a los políticos y a Dios. “Cuando llueve es horrible porque esto se puede ir en cualquier momento. En estos días me dijeron que se había ido una pared y sí, el golpe avisó”, indicó una de las mujeres de la Metalúrgica.

Lady Campos vive en el barrio El Río y cuando llueve, la angustia se apodera de su grupo familiar. Recordó que cuando Diosdado Cabello fue ministro de Hábitat y Vivienda ofreció 400 casas. “Aquí estamos esperando que el Gobierno nacional se digne a venir a darnos respuestas. Muchos se fueron de aquí porque estaban en riesgo”, refirió Campos.

En Las Lomas de San Cristóbal, otrora exclusivo sector por sus residencias, también han sufrido los embates de las lluvias debido al desbordamiento de la quebrada La Blanca.

La avenida de Las Lomas, que es de cuatro canales, se reduce a más de la mitad por el arrastre de agua, lodo y piedras.

En la capital tachirense también hay escasez de alimentos debido a los derrumbes en las vías.

“No hay carne. Me ha tocado sustituirla por pollo, cochino o atún en lata porque el pescado está muy caro”, señaló Josefina Guerrero en uno de los supermercados de la parte alta de la ciudad.

Fincas en Táchira:

La región andina es una de las más afectadas por el impacto de las lluvias. Tanto en Táchira como en los estados Mérida y Trujillo, las principales zonas agrícolas han quedado aisladas.

La producción de carne, leche y hortalizas en esa región está severamente comprometida, pues el transporte que se encarga de la recolección y distribución de esos productos no puede penetrar a las zonas agrícolas por el mal estado en que se encuentran las vías.

Enrique Roche Lima, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de la Panamericana (Aganapa), informó que las fincas están ubicadas en la zona baja de la Cordillera Andina y “todas se encuentran inundadas”.

Estima que requieren de al menos cuatro meses para recuperar las unidades de producción.

Esta situación ha derivado en una disminución de 60% en la producción de leche en el Táchira, rubro que desde hace varios días no ha podido ser arrimado a las platas procesadoras.

El promedio de producción diario en el Municipio Panamericana es de 350 mil litros, “y eso ha bajado drásticamente por la situación de emergencia que estamos viviendo”, dijo.

Señaló que la única opción que han tenido los productores para evitar que se siga perdiendo la leche es cuajarla para preparar quesos.

Roche Lima señaló que en el Táchira se ha registrado un número importante de reses que han muerto ahogadas, aunque no han podido cuantificarlas porque el municipio se encuentra incomunicado.

Para asegurar el ganado, los productores han tenido que enviarlo antes de tiempo al matadero, mientras que otros han optado por dejarlo en concesión a ganaderos cuyas fincas no han sido impactadas por las lluvias.

“Si ves que se te están muriendo los animales y no tienes donde colocarlos no queda más remedio que sacarlos a matadero, así no tengan el peso, porque eso es mejor que perderlo todo”, apuntó el productor.

Estima que situación actual afectará el resultado de la producción en la región tachirense, no sólo en carne y leche sino también en hortalizas, cuyos cultivos han sido arrasados por el agua.

“Habrá una merma significativa de la producción de carne y leche este año. Los pasos están bajo el agua y recuperarlos tomará cuatro meses. Para eso también hay que sacar el ganado de la finca, porque sino todo lo que florece se lo comen y no se recuperan las fincas. La situación por donde se vea es crítica”, aseguró el vicepresidente de Aganapa.

Cultivos afectados:

La producción de hortalizas en los estados Táchira y Mérida, que surte 80% de la demanda del país, se encuentra afectada en 60%, como consecuencia de las inundaciones.

Carlos Molina, miembro de la Asociación Nacional de productores de papas y hortalizas del estado Mérida (Fenachort), dijo que desde hace 10 días, cuando se agudizaron las lluvias, el transporte de carga que recolecta el producto en las fincas para trasladarlo a los mercados no ha podido circular porque las vías, dentro y fuera del estado, se encuentran casi totalmente obstruidas.

Agregó que los rubros más afectados son hortalizas, raíces y tubérculos, papas y frutales de altura, en las zonas de Timote y Bailadores, donde no hay acceso, al igual que en el Sur de la región, donde los derrumbes han obstruido las carreteras.

Los cultivos además se han visto afectados por la proliferación de plagas, las cuales no han podido ser controladas por falta de agroquímicos.

“Los productores requerimos combatir las plagas y no hay suficientes productos, porque la confiscación de Agroisleña se hizo sin prever el daño a la agricultura, sobre todo en los estados andinos, que es donde más se requieren agroquímicos por la exposición de los cultivos a las lluvias”, explicó Molina.

Sostiene que la región necesita ayuda de emergencia, no sólo en atención a la vialidad agrícola, sino también en la distribución de insumos para recuperar los cultivos en el corto plazo.

Por su parte el directivo de Fedeagro, Gerson Pabón, expresó que las localidades La Grita y El Cobre también están aisladas. Allí se cultivan 6.000 hectáreas de hortalizas, lo que ha derivado en una pérdida de hortalizas de rama -brócoli, apio españa, lechuga, coliflor, repollo, acelga- por falta de recolección. Sostiene que el efecto de esta situación se verá en el mercado en los próximos días, debido a la merma de 60% en la producción.

“Esperamos que las autoridades no vean la ayuda como algo político sino que resuelvan el problema de la vialidad que es lo que nos tiene más afectados”, apuntó Pabón.

Bajo el agua:

En Turén, Portuguesa, las unidades de producción también se encuentran bajo las aguas, lo cual ha afectado las labores de siembra principalmente en cereales como maíz.

Esta situación ha llevado tanto a los productores como a las autoridades a replantearse la meta de siembra, puesto que hasta la fecha sólo se ha sembrado 20% de la meta prevista para el ciclo invierno.

Por: ELEONORA DELGADO
TÁCHIRA SAN CRISTÓBAL
LLUVIAS | VIALIDAD
EL NACIONAL