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@GeneraciónLibre: “La juventud comprendió que debe involucrarse”

Nelson Villavicencio, Ana Gabrielle Terán, Carlos Graffe, Sergio Contreras,Isabella Belleras y Jesús González son algunos de los jóvenes que pertenecen al movimiento que impulsa protestas.

Generación Libre quiere recuperar
la presencia en la escena política

 

■ Generación Libre: “Sin seguridad no hay libertad”

■ “Es inevitable asumir un papel en la sociedad. La juventud ha comprendido que debe involucrarse en lo público”.. 

El cierre de Radio Caracas Televisión, retirada del aire por orden del Gobierno el 28 de mayo de 2007, despertó una fuerza que parecía dormida: la de los estudiantes. Hubo un movimiento de protesta espontáneo, que salió a las calles y, poco a poco, ganó protagonismo. Aquellos jóvenes se convirtieron en actores dentro de la escena política. 

Hoy, después de cuatro años, quieren recuperar la presencia que lograron entonces. 

Los integrantes de ese movimiento estudiantil se organizaron en el grupo Generación Libre, que nació el 26 de febrero de 2011. Se trata de una plataforma a la que pueden unirse los jóvenes que no se conforman con criticar y que quieren, en palabras de ellos mismos, “protesta más propuesta”. Al principio se enfocaron en el problema de la inseguridad, pero recientemente decidieron ampliar su radio de acción a la lucha contra la intervención de las milicias en las aulas de clases. 

Aspiran a sensibilizar a la opinión pública sobre esos dos planteamientos que afectan a la sociedad. ¿Qué los diferencia de la generación del 2007? “Vamos más allá de denunciar las cosas malas que están pasando. Se trata de proponer algo distinto”, dice Jesús González, estudiante de Ingeniería y miembro de la organización. Carlos Graffe agrega que se trata de un movimiento coordinado en el que participan jóvenes de varias tendencias, sean estudiantes o no. 

“Yo nunca había visto una vinculación directa entre lo social y lo político. Ahora sí la veo y creo que es indispensable llevar las dos cosas de la mano”, dice González, que milita en Primero Justicia. 

La organización, heredera del movimiento estudiantil, agrupa a miembros de varios partidos y tendencias.

 Graffe aclara que Generación Libre no es un partido político. 

“Y no lo será. Somos un movimiento plural y autónomo”, indica. Ellos dicen que su intención es contribuir con los cambios en el país a través de movilizaciones. 

Las lecciones:  

Muchos jóvenes que participaron en las protestas de 2007 están vinculados a Generación Libre. 

Actualmente, tienen la convicción de que las cosas han cambiado. 

Para Sergio Contreras, secretario juvenil del partido Alianza Bravo Pueblo, el movimiento estudiantil recibió una gran lección después de los comicios parlamentarios de septiembre de 2010. “La juventud no estuvo articulada y, por eso, se dieron los resultados en la madrugada y no se hicieron las exigencias que debían hacerse. Esa desmovilización nos hizo entender que debíamos activarnos urgentemente”, dice. 

Desde entonces, empezaron a trabajar en la formación de un grupo que difundiera sus reclamos con más contundencia. Estrenaron Generación Libre con una protesta contra la inseguridad. En esa ocasión, recuerda González, participaron 1.500 jóvenes. 

“Generación Libre se va a convertir en la organización juvenil de mayor importancia. 

Sin duda, será el actor fundamental de los próximos años”, pronostica Contreras. Esperan que para finales de año en sus filas haya 10.000 integrantes. 

Nelson Villavicencio, politólogo de 25 años de edad, cree que antes de 2007 había mucha apatía. Después de esa fecha, los líderes del llamado movimiento estudiantil afirmaban que no tenían nada que ver con la política. “Ellos no conocían realmente a lo que aspiraban”, dice. Ahora los jóvenes tienen una plataforma: “Es inevitable asumir un papel en la sociedad. 

La juventud ha comprendido que debe involucrarse en lo público”. 

“Sin seguridad no hay libertad” es el lema de Generación Libre, cerca de 1,500 jóvenes provenientes de diversos rincones del país, se agruparon en acto alusivo a las muertes causadas por la violencia.

Contra la inseguridad: 

El 26 de febrero, cuando lanzaron el movimiento Generación Libre, los jóvenes se acostaron sobre el asfalto de la avenida Francisco de Miranda, en Chacao, durante un minuto para protestar por la inseguridad. Con esa manifestación pretendían que se escucharan las siguientes propuestas: Reestructuración del sistema judicial para acabar con la corrupción y aumentar el número de jueces. 

Mejoras salariales para quienes integran los cuerpos de seguridad. Piden que se les den tres salarios mínimos a los policías. “Tenemos que cuidar a quienes nos cuidan”, apunta Carlos Graffe. 

Regulación de la inversión militar. “Le pedimos al Gobierno que, a través de una ley, se garantice gastar más en seguridad ciudadana que en armas. 

No estamos en guerra con nadie”, dice Jesús González. 

Sin milicias: 

Generación Libre ha impulsado actividades contra la resolución del Ministerio de la Defensa ­publicada el 24 de marzo de este año- que expone la posibilidad de que las milicias planifiquen una materia para todo el Sistema Educativo Nacional. 

“Queremos hacer una alianza que promueva la educación para la paz”, dijo Jesús González Isabella Bellera, abogada que pertenece a Generación Libre, asegura que han repartido volantes y han conversado con la gente sobre las implicaciones de esta medida. “Es importante para nosotros llevar estos temas a las comunidades”, dice. Carlos Graffe afirma que en Valencia, ciudad en la que vive, han recibido el apoyo de representantes en los colegios para hacer las actividades de protesta. Dice que aunque son autónomos, cuentan con la asesoría de expertos.


Por: ARIANA GUEVARA GÓMEZ
arguevara@el-nacional.com
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