El cuerpo está incorrupto
■ En Semana Santa los católicos visitan el santuario de la milagrosa beata en Maracay.
El santuario de la Madre María de San José es uno de los lugares más visitados en Maracay por los católicos de Aragua y de todo el país. Los devotos asisten a venerar la imagen de la beata, cuyo cuerpo permanece incorrupto, rodeada de flores, dentro de una urna de cristal.
Los días de Semana Santa son propicios para conmemorar su nacimiento en Choroní, el 25 de abril de 1875.
Numerosos fueron los casos presentados ante el Vaticano desde 1983. El milagro de curación que produjo en la hermana Teresa Silva, enferma de osteoartrosis durante 26 años, fue el expediente definitivo que permitió al papa Juan Pablo II aprobar su beatificación, el 7 de mayo de 1995. Es la primera venezolana que alcanza tal jerarquía.
Uno de los prodigios que se le atribuye es que su cuerpo permanece prácticamente intacto. Cuando fue exhumada en 1994 la urna de madera estaba destruida por la humedad, pero ella todavía conservaba el atuendo religioso en perfectas condiciones, junto a una cruz de madera y un ramo de azucenas con las hojas aún verdosas.
Símbolo de fe:
La madre María de San José se ha convertido en símbolo de fe debido a los múltiples favores concedidos a los creyentes y por la vida que llevó como cristiana ejemplar.
Desde su niñez se dedicó a Dios y siempre llevó un crucifijo sobre el pecho, por lo que las personas comenzaron a llamarla La Niña del Cristo.
Se calcula que 60.000 personas visitan el santuario cada mes, especialmente los fines de semana.
Rubén González comentó que todos los domingos acude a escuchar misa y a reverenciar a un “símbolo de sacrificio, caridad, humildad y sencillez”.
Otros asisten para encontrar serenidad y conocer un poco más a la monja que “se dedicó ayudar a los huérfanos y enfermos sin esperar nada a cambio, sólo por amor a Dios y a la fe cristiana”, dijo Nidia López, quien viajó desde Maturín para visitar el santuario.
En pleno centro de Maracay, el lugar atesora algunos de los objetos personales de la religiosa, así como cuadros y fotografías familiares.
También se puede hacer un recorrido por la congregación Agustinas Recoletas, frente al santuario, orden fundada y dirigida por la religiosa hasta su muerte, el 2 de abril de 1960.
Por: LAUDELYN SEQUERA
ARAGUA MARACAY
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EL NACIONAL