Se unieron en 2009 y actualmente
son más de 1.700 miembros
El comité de afectados señala que hay quienes han perdido todos sus bienes por la crisis eléctrica
Todo comenzó con un problema personal. La hija de Aixa López, que sufre de asma, recibía tratamiento de nebulización cuando falló el servicio en el año 2008. Tuvieron que asistirla de forma manual. López se preocupó por el incidente y, a raíz de eso, surgió la idea de un grupo para ayudar a los ciudadanos que han sufrido percances con el suministro de energía.
Benjamín Ezaine, Ana Pomba, Arlene Bossa y Ramona Burguillos habían perdido equipos por los inconvenientes con la electricidad. Ezaine conocía a López y, después de algunas conversaciones, se materializó el Comité de los Afectados por los Apagones. En 2009 legalizaron la organización; desde ese entonces, han hecho protestas Ezaine no las ha contabilizado, pero dice que han sido muchas en las compañías relacionadas con el sector. La última fue hace unas dos semanas y tienen planificadas otras más.
Además de hacer manifestaciones para exigir mejoras en el servicio, el comité recibe denuncias de la gente a través de las redes sociales. Luego sirven de apoyo para llevar esos reclamos a los entes encargados.
Las comunidades, por ejemplo, avisan sobre averías de equipos o inconvenientes con el suministro. Ezaine recuerda un caso particular: el dueño de una panadería en Nueva Esparta perdió absolutamente todo por las fallas registradas. “En diciembre de 2009 hubo problemas con los cables y la red tenía inconvenientes. Se presentó un cortocircuito y se dañaron todos los aparatos”, relata. El comerciante todavía continúa pagando el crédito de su negocio, a pesar de que es inutilizable.
El comité lo ayudó a canalizar la denuncia para que le indemnizaran las pérdidas, pero hasta el momento no ha recibido respuestas.
Los trámites no son siempre infructuosos. A una persona seguían cobrándole multas por los excesos en el consumo, pese a que anularon el decreto de emergencia a finales de 2010, explica Ezaine. La organización hizo el enlace y reembolsaron los montos a la interesada.
Las quejas llegan en cualquier momento del año; sin embargo, en días de emergencia como el jueves pasado, cuando se presentó un apagón que afectó 18 estados la actividad es intensa. En esa ocasión, los teléfonos repicaban y las redes sociales estaban abarrotadas de reportes; no obstante, la directiva no está sola: cuenta con 1.700 miembros formales y se ha extendido a otros estados del país como Zulia, Nueva Esparta, Cojedes, Guárico, Lara y Aragua.
Educación necesaria:
No sólo son mediadores. También se encargan de instruir a la ciudadanía sobre las acciones que debe emprender cuando pierde artefactos o presenta irregularidades en el servicio. Van a los lugares y explican los pasos a seguir. Ezaine es abogado, pero señala que el grupo recibe asesorías de especialistas en el área.
Los contenidos que imparten también están orientados a la sensibilización: hablan del ahorro de electricidad. “Le decimos a la gente, por ejemplo, que tienen que desconectar los equipos cuando no están en su casa. Los problemas eléctricos pueden generar cortocircuitos”, afirma Ezaine. La paranoia dice la hizo acostumbrarse a bajar los breakers de su oficina todos los días al salir.
Para Ezaine la integración es vital en las comunidades. “Así las personas pueden solicitar un servicio eficaz. Si hay un proyecto eléctrico en la zona, un frente constituido tiene la capacidad de hacer contraloría social”, enfatiza.
Bossa cree que lo que más le hace falta a la organización es fortalecer la economía: “Todo lo pagamos de nuestros bolsillos”. Ezaine asegura que el comité puede crecer más. “Mucha gente no denuncia porque teme represalias. A veces estamos atados de manos por esa razón. Hace falta que las personas pierdan el miedo, que se atrevan a reclamar”.
Recomendaciones:
Cuando los equipos se dañan. El Comité de Afectados por los Apagones elaboró un folleto informativo que se reparte en las comunidades. Allí explican, entre otros aspectos, los pasos que deben seguirse cuando los atefactos se dañan por fallas en el suministro eléctrico.
Lo primero es acudir al ente que presta el servicio y presentar el reclamo por escrito. Se debe especificar el nombre, cédula de identidad, dirección y la explicación de lo ocurrido. Hay que indicar con detalle cuáles y cuántos equipos sufrieron daño, e indicar serial, marca y modelo.
Si la compañía no soluciona el problema, se debe llevar el mismo documento a la alcaldía del municipio. El trámite debe realizarse en los 15 días hábiles siguientes a la entrega de la respuesta negativa de la empresa de servicio eléctrico.
Cuando el paso anterior es infructuoso, según la Ley de Servicio Eléctrico, se debe consignar la denuncia en la Comisión Nacional de Energía Eléctrica. Pero, en la práctica, esta instancia no existe.
Por lo tanto, el comité recomienda llevar la carta al ministerio relacionado con esta materia.
Si el paso anterior tampoco resulta, se recomienda acudir a Indepabis con el propósito de presentar la denuncia correspondiente.
El camino es largo cuando las fallas eléctricas ocasionan desperfectos.
Por: ARIANA GUEVARA GÓMEZ
arguevara@el-nacional.com
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