‘Van a morir’, gritaba el
asesino antes de disparar
Estudiantes que sobrevivieron a la matanza en la escuela de Brasil contaron cómo ocurrió todo.
“íUstedes van a morir ahora!”, fue el grito de Wellington Menezes de Oliveira, el hombre de 23 años que el jueves mató a 12 alumnos de una escuela primaria en Rio de Janeiro antes de suicidarse, con una determinación y sangre fría que sólo los relatos de los testigos consiguen transmitir.
“El tiraba en los pies de los niños. Mandaba mirar la pared y tiraba. Solo miraba para adelante y seguía. Mucha gente gritaba ‘no, no me dispares, no me mates’. Pero igual murieron”, comentó Jade Ramos de Araújo, una alumna de 12 años de la escuela, en un testimonio publicado este viernes por el diario ‘O Globo’.
Bien vestido y cargando una bolsa que no generaba sospechas, Menezes de Oliveira llegó poco después de las 8:00 a.m. (hora local) a la que fue su escuela primaria, la Tasso da Silveira, en Realengo, zona oeste de Rio, según los datos del caso divulgados por las autoridades en base a testigos.
En la escuela, en pleno horario de comienzo de clases, se encontró con una profesora que lo reconoció, y a la cual le dijo que venía para una charla con los alumnos, algo común en la escuela.
Una segunda versión, indica que habría hablado con el portero del establecimiento con el argumento de que venía a retirar su historia escolar.
Conocedor del lugar, Menezes de Oliveira se dirigió al segundo piso e ingresó a un salón de clases, donde había alumnos de 13 y 14 años de edad.
Un video del circuito interno de cámaras de seguridad muestra al agresor ingresando lentamente a la sala, sin armas a la vista, ante la mirada extrañada de dos alumnos adolescentes.
“Entró y pidió que los niños cerraran los ojos y levantaran las manos. Dijo que comenzaría una conferencia”, contó al diario ‘O Globo’ Francisco André, primo de una de las víctimas de la masacre y alumno de la escuela.
Según testigos, Wellington salió de la sala, se colocó un cinturón con varios cargadores, tomó un revólver calibre 38 en una mano y un 32 en la otra. Volvió a entrar al aula donde los alumnos estaban sentados y comenzó la matanza.
“Ustedes van a morir ahora”, gritó el hombre, según testimonios recogidos por el diario ‘Folha’ de Sao Paulo.
Los primeros disparos alcanzaron a los adolescentes que estaban en las primeras filas. Los tiros iban a la cabeza. El atacante pedía que los alumnos se pusieran contra la pared.
El video del circuito interno de la escuela muestra la salida desesperada de los estudiantes del primer salón al que ingresó el atacante: muchachos corriendo, cayendo al piso y levantándose, intentando escapar de las balas, ayudándose unos a otros.
Las balas, las corridas y los gritos alertaron a profesores y alumnos de otros salones sobre lo que estaba sucediendo.
“Escuché los disparos, pero no vi nada. Yo estaba en el tercer piso de la escuela y una compañera nos dijo gritando que fuéramos hasta el auditorio” en el cuarto piso, narró Pamela, una de las alumnas de la escuela, de 13 años.
“Bloqueamos las puertas del auditorio con unos armarios, bajo la dirección de los profesores, todos estábamos en pánico, pero nos quedamos tranquilos hasta que llegó la policía y todo acabó”, continuó. Los testimonios coinciden.
“Escuchamos mucho ruido y la profesora dijo que eran globos explotando. Llegaron dos niñas diciéndonos que subiéramos porque un hombre estaba matando personas allá abajo. Todos salieron pisotéandose, y algunos se desmayaron en la escalera. Había mucha gente agonizando en el piso”, relató de Araujo.
En el segundo piso, Menezes de Oliveira disparó dentro de una segunda sala. Recargó su arma en el pasillo, según el video, y luego corrió hacia la escalera que lleva al tercer piso mientras seguía disparando.
Ahí recibió un disparo del sargento de la policía Militar Marcio Alexandre Alves, quien realizaba un operativo en la zona y observó a alumnos heridos saliendo del establecimiento.
El tiro de Alves alcanzó a Wellington Menezes de Oliveira en una pierna, según algunas versiones, o en el abdomen, según otras.
El atacante herido cayó por la escalera, y se suicidó con un tiro en la cabeza. Una foto divulgada por las autoridades lo muestra con las ropas ensangrentadas y la cabeza herida, boca abajo en la escalera.
En las afueras de la escuela, padres y vecinos desesperados al escuchar los disparos intentaron ayudar a los alumnos que salían heridos, con sus camisetas blancas ensangrentadas, según un video de un aficionado puesto en el sitio youtube.com.
El ataque duró entre 15 y 20 minutos. Una multitud se agolpó delante de la escuela. Madres se desmayaron al no tener noticias de sus hijos.
Padres impotentes lloraban ante cámaras. Menezes de Oliveira se había suicidado dejando un saldo de 12 niños y adolescentes muertos y 11 heridos, algunos que aún corren peligro de vida, y otros que quedarán parapléjicos, según reportes médicos.