Temen uso que se les
dé a las armas rusas
El Mando Sur admitió ayer que existe una creciente influencia de Rusia, China e Irán en América Latina que, aunque es más diplomática y comercial, afirmó que le preocupa la venta de armas automáticas a Venezuela porque pueden acabar en manos equivocadas.
“Vemos una creciente influencia de actores externos, pero esta varía de país a país”, señaló el responsable del Mando Sur, general Douglas Fraser, en una audiencia ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, en la que recalcó que la presencia de otros países en la región se centra todavía principalmente en relaciones político-diplomáticas y comerciales en todos los casos.
En cuanto a Rusia, el foco de atención de esa nación en América Latina “sigue siendo comercial y diplomático, aunque también hay ventas de armas que quieren hacer en la región”, dijo.
Agregó que en la mayoría de los casos el suministro de armas por parte de Rusia proporciona una oportunidad para aquellos países latinoamericanos que pretenden modernizar sus fuerzas.
Fraser manifestó que su mayor preocupación dentro de ese suministro de armas de Rusia es el número de armas automáticas que está proporcionando a Venezuela y el potencial de que estas puedan ser usadas en otros lugares.
Reducir aislamiento:
En lo que se refiere a Irán, Fraser dijo que la relación de la República Islámica con países latinoamericanos es muy similar a la que tienen los otros actores externos con destacada presencia en la región, principalmente de lazos diplomáticos y comerciales.
Admitió, no obstante, que Teherán “busca en muchas maneras limitar su aislamiento en la comunidad internacional, apoyar el sentimiento antiestadounidense y reducir la influencia de Estados Unidos no solamente en la región, sino también en otras partes del mundo”.
También se conoce la presencia del movimiento islamista palestino Hamás y el grupo chií libanés Hizbulá en América Latina, aunque el responsable del Mando Sur no ha visto que se hayan afianzado más.
Reconoció que los lazos entre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y las de Venezuela y Bolivia son mínimos.
WASHINGTON | EFE
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