Una explosión en el ducto
ocasionó esa situación
■ Un negocio que se evapora.
Bogotá (dpa).- Autoridades del departamento colombiano de La Guajira atribuyeron este domingo a un atentado cometido por presuntos guerrilleros la explosión que afectó a un gasoducto ubicado en la frontera con Venezuela.
La explosión ocurrió el sábado en la noche y provocó pánico en habitantes de la población colombiana de Maicao, en La Guajira, por donde pasa el tubo por el cual Colombia vende gas a Venezuela.
Habitantes de la región dijeron inicialmente a medios de prensa de Bogotá que pudo haberse tratado de un atentado contra el gasoducto “Antonio Ricaurte”, aunque las autoridades tenían dudas.
Sin embargo, portavoces autorizados atribuyeron después el hecho al frente 59 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según la edición en Internet del diario “La República”.
Clara Larrada, dirigente de la Junta de Acción Comunal del caserío de Carraipía, donde ocurrió el hecho, dijo a la cadena radial RCN que primero se sintió una fuerte explosión y después se vio una enorme llamarada.
El gasoducto tiene una longitud de 225 kilómetros, de los cuales 88 están en territorio colombiano y 137 en Venezuela. El conducto se extiende desde el yacimiento gasífero colombiano de Ballenas hasta la ciudad venezolana de Maracaibo.
La empresa Promigás, encargada del mantenimiento del gasoducto, dijo que el transporte del combustible se mantendrá suspendido durante al menos dos días mientras se hacen las reparaciones.
“Tan pronto como se asegure la zona y lleguen los materiales, los técnicos procederán a efectuar la correspondiente reparación. Dicha labor puede tardar hasta 48 horas”, dijo el presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gasífera, Eduardo Pizano.
Las FARC fueron acusadas de cometer dos ataques el jueves pasado contra un oleoducto que transporta petróleo desde el pozo de Caño Limón hasta la población de Coveñas, en un recorrido de 780 kilómetros por el norte de Colombia.
El atentado se produjo a corta distancia de la población de El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Asimismo, el martes pasado se produjo un atentado con explosivos contra otro oleoducto ubicado en Norte de Santander, lo que obligó una rápida acción de los expertos para evitar una emergencia ambiental por el derrame de crudo en el río Catatumbo, que desemboca en Venezuela.
Más teprano:
Una explosión de origen desconocido en la frontera norte de Colombia con Venezuela dejó interrumpido el suministro de gas del primer país al segundo por el ducto binacional “Antonio Ricaurte”, informaron hoy las autoridades regionales.
El estallido, al que siguió un incendio, se registró el sábado por la noche en la zona rural de Carraipía, aldea de la localidad limítrofe de Maicao, en el departamento de La Guajira.
Una fuente de la Policía Nacional en Riohacha, la capital guajira, aseguró vía telefónica que las causas de la explosión no han sido establecidas.
El comandante de la policía regional, el coronel José Edil Montoya, se desplazó a primera hora de este domingo al lugar para continuar con las investigaciones del caso, agregó el portavoz, que se abstuvo de considerar la hipótesis de un eventual ataque rebelde.
En la región actúan reductos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), guerrilla que con alguna frecuencia sabotea las infraestructuras de transporte de carbón de las multinacionales que explotan el mineral de la mina de El Cerrejón, considerada la más grande del mundo a cielo abierto.
Un portavoz del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Maicao dijo a Efe de que la emergencia debió haber sido atendida por organismos de socorro del otro lado de la frontera, dada la distancia entre la localidad y el lugar de la explosión.
De una hora a una hora y media toma el desplazamiento por tierra entre Maicao y el sitio de los hechos, agregó la fuente, que indicó que desde este centro urbano pudieron verse los gases de la explosión y el incendio.
El gasoducto, con una longitud de 220 kilómetros, 89 de ellos en territorio colombiano, transporta a diario hasta la ciudad venezolana de Maracaibo 200 millones de pies cúbicos de combustible extraído en los campos de Ballenas, situados en el mar Caribe guajiro.
La línea fue inaugurada en octubre de 2007 por el entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el gobernante venezolano, Hugo Chávez, en un acto en territorio de La Guajira al que asistió el jefe del Estado ecuatoriano, Rafael Correa.
Incidente Gasoducto:
Fuente de entera credibilidad le confirmó a RCN Noticias que sobre las 8:20 de la noche se presentó una explosión en uno de los tramos del Gasoducto Binacional que lleva el combustible desde La Guajira a Venezuela.
El incidente se habría presentado entre los sectores conocidos como Portón Negro y Andaluz, corregimiento de Carraipía, zona rural del municipio de Maicao, cerca de la línea fronteriza.
RCN Noticias, dialogó con la presidenta de la junta de acción comunal de Carraipía, Clara Larrada, quien dijo que se escuchó una fuerte explosión, acompañado de una llamarada que alcanzó a ser vista por los habitantes de la población.
La dirigente comunal anotó que las condiciones del terreno y la oscuridad reinante en la noche, no se ha podido establecer si hay personas lesionadas por la explosión y el fogonazo.
El Gasoducto Transcaribeño tramo “Antonio Ricaurte” tiene una longitud de 225 kilómetros: 88 en territorio colombiano y 137 kms en Venezuela, va desde los terrenos de exploración Ballenas, Guajira, hasta Maracaibo.
Un negocio que se evapora:
Venezuela enfrenta dificultades técnicas y diplomáticas para honrar, a partir de 2012, los compromisos de venta de este hidrocarburo a Colombia a través del gasoducto Transcaribeño. Los hallazgos en la costa de Falcón, sin embargo, consolidarían la oferta necesaria posiblemente para el año 2014
La tarde de aquel sábado 8 de julio de 2006 lucía calurosa, pero promisoria. Álvaro Uribe, Hugo Chávez y Martín Torrijos, como los tres mosqueteros, sellaban el comienzo de un acuerdo que podría materializar el sueño integrador del Libertador Simón Bolívar.
Para entonces los jefes de Estado de Colombia, Panamá y Venezuela iniciaban la construcción del primer tramo del gasoducto Transcaribeño, la tubería que casi dos años más tarde permitió por primera vez el intercambio comercial de hidrocarburos gaseosos entre el norte de La Guajira colombiana y la ciudad de Maracaibo.
Aquella soldadura del ducto binacional, en la estación El Tigre, localizada en el estado Zulia, en plena zona fronteriza, que dio inicio a la construcción del trecho conocido como Antonio Ricaurte, quedó bien hecha. Los 225 kilómetros de tubería, 88 Km del lado colombiano y 130 Km del lado venezolano, se instalaron y conectaron sin contratiempos.
Las pruebas realizadas a finales de 2007 resultaron exitosas. El 1 de enero de 2008 las primeras moléculas de gas del campo Ballena, operado por la estadounidense Chevron, viajaron por el gasoducto hasta territorio nacional.
Sin embargo, cuatro años más tarde, una serie de razones climáticas y diplomáticas han evaporado los esfuerzos hechos para que esta iniciativa cumpla dos objetivos fundamentales: mitigar el déficit de gas en la región occidental del país y dar los primeros pasos hacia la integración entre naciones de América Latina a partir de la comercialización de este hidrocarburo.
Ahora distintos aspectos técnicos y de infraestructura se unen formando una mezcla corrosiva que le impedirá a Venezuela honrar el compromiso de revertir los envíos de gas hacia Colombia a partir de 2012. Sólo la voluntad política y la ejecución puntual del proyecto Rafael Urdaneta, a partir de los nuevos yacimientos de gas recientemente descubiertos en las costas del estado Falcón, permitirían consolidar la oferta de hidrocarburos necesarios para cumplir con el contrato signado entre las estatales Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Ecopetrol, pero en 2014.