En el Ministerio se consolida una
estructura llamada “despacho móvil”
■ Personal de carrera han sido desplazados por personas que privilegian la lealtad al Ejecutivo.
Está aparte, lejos de las áreas de investigación, pero muy cerca del ministro de Relaciones Exteriores. Está integrado por jóvenes. Se le conoce como “despacho móvil”, una unidad dentro de la institución que funciona en paralelo a la estructura formal con la que, denuncian varias fuentes, se ha desplazado a los diplomáticos de carrera y para garantizar una política exterior de gobierno, en vez de una de Estado.
Funcionarios activos que declararon bajo condición de anonimato coincidieron en calificarlo de Ministerio paralelo, porque allí se toman las decisiones relacionadas con negociaciones de acuerdos con otros países, organización de visitas, recepciones o propuestas ante organismos internacionales.
“Lo llaman también `gabinete móvil’. La mayoría está en el piso 2, cerca del despacho del canciller Nicolás Maduro y otros, en la torre Industrial, en la avenida Baralt. Todos dependen y reportan directamente al Ministro”, explicaron.
“Trabajan también con los viceministros y con los asistentes de Maduro. En la estructura formal, en cada Vicecancillería hay personas que manejan los lazos con los países, en los llamados escritorios. Los integrantes del `despacho móvil’ son los espejos de estos analistas: trabajan dos y hasta tres países a la vez y se encargan de todo informes, análisis, acuerdos- y viajan con Maduro”, expresó un diplomático activo que optó por el anonimato.
“La gente que labora en los escritorios cumple con su trabajo levantando sus informes.
A veces apoyan a esos funcionarios que, al final, tienen el enlace directo con las autoridades”, informaron otros.
Aseguraron que está integrado, en su mayoría, por profesionales de 30 a 35 años de edad.
La mayoría no participan de la carrera diplomática y, en algunos casos, tienen contrato por tiempo definido.
“Los dirige Iván Zerpa, hijo del actual secretario de la Asamblea Nacional; él trabaja directamente con el Canciller”, precisaron otros funcionarios que pidieron el anonimato.
“Uno de sus principales problemas es que algunos son inexpertos, lo que aumenta el riesgo de errores o de que no se defiendan los intereses del país”, agregaron.
Las fuentes no aseguraron si para ser parte del grupo es necesario un compromiso. “No lo descartó alertó otra fuente-. Si no, por qué la lealtad”.
“Al ser contratados, su situación laboral es más frágil y son susceptibles de sucumbir al temor de hacer lo que sea para mantenerse trabajando”, advirtió Dixon Uzcátegui, del Sindicato Unitario Bolivarianos de Trabajadores del Ministerio.
Se comenzó a crear, afirmaron, a partir de 2006, cuando Maduro asumió la Cancillería en sustitución de Alí Rodríguez Araque. “Ha sido un proceso lento, pero que se ha consolidado, al punto de que muchos de los diplomáticos que quedan han sido anulados”, indicaron otras fuentes.
Este es, para muchos, el objetivo: desmontar la Cancillería con la separación de cargos clave de funcionarios de carrera cuya lealtad al proceso político está en duda.
“Al anular a los de carrera tienes la garantía de que se hará lo que quieren y no necesariamente lo que beneficia al país.
Esto se ha visto favorecido por la presencia de los damnificados en los dos edificios de la Cancillería. El personal diplomático está trabajando por turnos, mientras que los del `gabinete móvil’, laboran normalmente y hacen todo”, precisaron.
Maduro desmintió el jueves ante periodistas que esperaban la llegada de latinoamericanos provenientes de Japón que el “despacho móvil” fuera una estructura paralela. “Es un grupo de 20 personas que me apoya, dado que viajo mucho; su nombre lo indica; es un `despacho móvil’”, indicó.
Para este trabajo se intentó consultar a Gustavo Vizcaíno, uno de los asistentes del Canciller, y al viceministro y director del Despacho, Temir Porras, por medio de llamadas telefónicas y correos electrónicos pero no hubo respuesta.
Una ex funcionaria del Ministerio explicó por qué hay una estructura paralela. “En diplomacia las formas son clave; Maduro mantiene la institución para seguir los procedimientos mundiales; es una fachada; la parte política la manejan funcionarios del gobierno, no del Estado, un riesgos para el país porque la política exterior defiende los intereses de una parcialidad. Claro, las decisiones importantes se toman en el Palacio de Miraflores”, expresó.
Fuentes aseguran que el desmontaje de la institucionalidad en el Ministerio comenzó después del referéndum revocatorio presidencial de agosto de 2004. Muchos embajadores debieron renunciar por no apoyar al jefe del Estado.
Para 2006 muchos funcionarios ex vicecancilleres, ministros consejeros, primeros, segundos y terceros secretarios- fueron separados de sus cargos y acudieron desde entonces a firmar una listado y justificar sus salarios. Muchos renunciaron, a otros los jubilaron sin consulta y otros se acogieron al plan de retiro “jubílate con júbilo”, lanzado en 2009 y 2010.
Denuncian falta de recursos:
Otras de las preocupaciones de los funcionarios de la Cancillería es cómo garantizar su operatividad con un presupuesto que no permite cumplir con sus gastos.
“Hay dos problemas. Primero, el dinero insuficiente. Segundo, con la eliminación en enero de la banda cambiaria de 2,60 bolívares por dólar, el presupuesto se devaluó 40%; dicen habrá recursos hasta junio”, precisaron fuentes diplomáticas.
Indicaron que la salida será, como en años anteriores, recurrir a créditos adicionales ante la Asamblea Nacional para enfrentar los compromisos.
El presupuesto del Ministerio para 2011 es de 1.099.673.549 bolívares, 5,1% superior al de 2010, que ascendió a 1.046.149.918 bolívares, pero 0,68% mayor al de 2009, que se calculó en 1.092.200.250 pero que se redujo en marzo a 1.020.000.000 bolívares.
“Es deficitario. Para que funcione se debió elevar el presupuesto en 28%, según la inflación que previó el Gobierno para 2011”, dijeron fuentes.
En dos meses se han conocido de cartas del consulado de Venezuela en Medellín y del Agente que representa al Estado ante el sistema interamericano en la que expresan su preocupación por la falta de recursos. Otras fuentes diplomática aseguraron que se debe a algunos organismos internacionales desde 2008.
No se mostraron pruebas de ello.
Por: ARMANDO AVELLANEDA
aavellaneda@el-nacional.c
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