Después de varios años de
ausencia en la palestra pública
El ex gobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez, pareciera haber concluido que el silencio no es la herramienta más idónea para defenderse de las graves acusaciones en su contra. Es así como decide abrir las puertas de su residencia (al norte de Valencia) para conceder una entrevista exclusiva al quincenario LA CUMBRE y, de esta manera, desmentir –según su opinión– la lluvia de denuncias que, desde hace más de tres años, lo han empapado, cual vaguada del estado Vargas.
El origen de los “fuertes chubascos” proviene de algunos voceros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), entre ellos el moderador del programa LA HOJILLA, Mario Silva, quien no escatimó esfuerzos para denunciar los supuestos negocios al margen de la Ley que manejaba Acosta Carlez, además de su cercanía con el presunto narcotraficante venezolano, de origen libanés, Walid Makled. Este último, en diversas entrevistas, afirma haberle entregado grandes sumas de dinero al General de Brigada, en los cuatro años que duró su gestión como Gobernador.
No obstante, tales imputaciones parecen “resbalarle” a quien fuera Jefe del Comando Regional Número 2 de la Guardia Nacional (GN), toda vez que se limita a decir: “A los que me acusan los invito a que presenten las pruebas en mi contra (…) En mi corazón lo que hay es amor”.
El ex oficial de la GN considera que todo el conglomerado de inculpaciones, que giran en torno a él, forman parte de un guión que busca un solo objetivo: el derrocamiento del presidente Hugo Chávez Frías mediante la ejecución de una operación militar estadounidense, similar a la efectuada en Panamá en diciembre del año 1989, y que concluyó con la salida del otrora Jefe de Estado del país centroamericano, Manuel Antonio Noriega.
Desmiente:
Quien fuera el primer mandatario regional durante los años 2004-2008 certifica que, durante su gestión, no se entregó ninguna concesión a la familia Makled para operar en el aeropuerto Arturo Michelena de Valencia ni en el terminal marítimo de Puerto Cabello. Además, niega tener lazos comerciales con el presunto narcotraficante venezolano Walid Makled, actualmente preso en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en el departamento de Boyacá, Colombia.
Desmiente haber hecho algún pacto con el actual gobernador de la entidad, Henrique Salas Feo, durante las pasadas elecciones en diciembre de 2010 para afectar a la tolda pesuvista en la región. No descarta, asimismo, ingresar al ruedo político, aunque insiste en que en la actualidad está dedicado a la actividad avícola y pecuaria en la población de Las Vegas, en el estado Cojedes.
HIPÓTESIS Y CARTELES DE DROGA
A través de una investigación que realiza desde hace meses atrás, el ex gobernador cree poseer los elementos que le permiten asegurar que detrás del caso Makled está un poderoso titiritero: La Drug Enforcement Administration (organismo de control antinarcóticos estadounidense, conocido por las siglas DEA).
“Lo que se materializó en el caso Makled fue una operación encubierta, confesada por los funcionarios de la DEA, a través de un informe que ellos remiten a Colombia que fue publicado por diferentes medios de comunicación, donde dicen que los confidentes CS1 y CS2 (nombres claves que maneja la DEA) se lograron infiltrar en la organización delictiva Makled y conocieron todas las operaciones”.
Acosta Carlez fundamenta su teoría en base a trabajos reporteriles publicados en el portal Web www.soberanía.org, realizados por periodistas estadounidenses, a quienes califica de “profesionales serios”. Para reforzar su testimonio saca un todo un dosier de informaciones, se coloca unos lentes y procede a leer una copia del informe que entregó recientemente en el Palacio de Miraflores para –según él– poner al tanto al presidente Chávez del peligro que pudiera avecinarse.
“El avión que contratan, un DC9, para sacar la droga pertenece a una empresa llamada Titan Group N3 Comunications, que es una empresa fachada, de acuerdo a los procedimientos de la DEA, para poder contratar a esa aeronave y, cuando capturarán esa droga, no tener ningún tipo de responsables.
“Estos elementos de juicio conllevan a concluir que quien contrató el DC9 para sacar la droga de Venezuela hacia los Estados Unidos fue la DEA, y utilizó a la estructura Makled para sacar la droga a través de sus contactos”.
–Pero la DEA tiene muchos años sin trabajar directamente con el Gobierno Nacional…
–¡Precisamente! Ellos no podían detener a Makled porque estaban haciendo todo mediante una operación encubierta, a escondidas del Gobierno (…) Entonces, inmediatamente, se evidencia que hay una entrega controlada de droga y, como no está permitida por la Ley, es un tráfico ilegal de drogas por parte de la DEA, utilizando a los Makled. Ellos, los funcionarios de la DEA, tenían conocimiento, de acuerdo a los informes, que allí había droga.
–¿Es decir que la DEA contravino la soberanía nacional?
–¡Violaron la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela! Fíjense que incautan la droga allá en México y dicen: “¡Oh!, ¡fue de Makled!”
“Eso fue una estrategia que ellos utilizaron: Un empresario que tuviese concesión de urea, concesión de patios, aeropuertos, almacenes tanto del puerto de Puerto Cabello como de La Guaira; que tuviese toda la permisología del Seniat para operar en todas esas actividades de importación. Entonces, consiguieron a este señor (Walid) Makled, lo convencieron para el tráfico de la droga y entonces él se prestó, de acuerdo a los informes de la DEA”.
“Ahora, ¿con qué finalidad era eso? (…) Vamos a inculpar a Hugo Chávez Frías, lo enjuiciamos en los Estados Unidos, presentamos las pruebas allá y después lo venimos a buscar. ¡Ese era el plan de la DEA!”
“JAMÁS SUPE QUE WALID MAKLED ERA NARCOTRAFICANTE”
Mientras degusta de un frío jugo de melón –que le sirvió su hermana, Olga–, Acosta Carlez rememora que conoció a Walid Makled durante el paro petrolero del año 2002. “Yo como Jefe del Comando Antidrogas le puedo decir que este señor no registraba antecedentes por tráfico ilegal de drogas”, subraya.
“La relación que yo tuve con ese señor fue desde el punto de vista comercial, Gobierno- empresario, como la tuve con 380 empresarios más… simplemente se limitó a eso. Bueno, a veces coincidíamos en reuniones, un matrimonio, unos quince años que iba yo. Así como me tomé fotos con él, me tomé fotos con más de cinco mil personas en diferentes reuniones”.
–¿Como por ejemplo el día que ofreció un concierto privado un cantante árabe a la familia Makled en un club de Valencia?
–¡Claro! A mí me invitaron y yo fui. Allí se pusieron a mi lado infinidad de personas y me tomé fotos, canté, bailé, eché vaina; o sea, yo soy un ente público. Ahora, esto no indica que yo soy traficante o que soy cómplice de Makled. El hijo de ex vicepresidente Ramón Carrizales (actual gobernador de Apure) estuvo allí; es más, se tomó fotos conmigo; se tomó fotos con (Walid) Makled también. Parece que él tenía amores con una sobrina de este señor Makled…
DAME SEIS MILLARDOS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
Recientemente Chávez reveló –durante la trasmisión de su programa dominical Aló Presidente 366, realizado en el estado Miranda– que uno de los motivos que propiciaron el distanciamiento entre Miraflores y la Gobernación de Carabobo se hallaban por los vínculos del general con Walid Makled. Sin embargo Acosta Carlez ofrece su versión de los hechos.
“A mí me dieron la orden, creo que fue en el año 2007 ó 2008, cuando estuve en Barquisimeto en una reunión de los consejos comunales. Él (Chávez) me dice: “regresa el dinero que te dio Makled”, entonces con la bulla y la cuestión yo escuché que me dijo “presuntamente proviene del narcotráfico”.
–¿Se refiere a los seis millardos de bolívares que le fueron donados por Walid Makled a la Gobernación en el programa Aló Mi Pueblo?
–Sí, eso fue un hecho público y notorio. Él (Walid Makled) se hacía pasar por un empresario socialista que quería colaborar con el Gobierno. “Bueno, dale el dinero a algunas fundaciones”, le dije (…) La Fundación para la Solidaridad, que pertenecía al Gobierno de Carabobo, y que presidía mi hermana, recibió un millardo y fue regresado ese dinero porque esa fundación no trabaja con donaciones.
–Pero ese sería un millardo nada más. ¿Y los otros cinco a dónde fueron destinados?
–Son de fundaciones netamente privadas que cumplían esa función social de beneficio a las comunidades.
–¿Pero por qué si eran fundaciones privadas usted recibió ese dinero?
––Yo no lo recibí. Yo fui el intermediario para que este señor (Walid Makled) donara eso a las fundaciones para que fueran intervenidas toda la gente de pobreza extrema que necesitaban ser operados, como en efecto se hizo.
Yo como Gobernador del estado iba mucho a fundaciones privadas pidiendo colaboración, y bueno, muchos empresarios, los 380 empresarios, hacían donaciones de los contratos que nosotros le otorgábamos y que ellos, en buena lid lograban obtener. Entonces hacían una donación de 10 millones, cinco millones, tres millones. Eso iba para la fundación, eso no iba ni para Acosta Carlez, ni para ningún familiar de Acosta Carlez…
–Usted habla de 10, cinco y tres millones de bolívares (de los anteriores). Sin embargo, son cifras pequeñas en comparación a seis millardos de bolívares que entregó una sola persona.
–¡No, chico! Hubo empresas que donaron 100 millones, otras 50. En bulto sumaron 50 ó 60 millardos.
–¿Nunca le despertó suspicacia que un solo empresario donara seis millardos de bolívares en menos de 30 minutos?
–Bueno, es que las sospechas se generan en todo. Eso prende un bombillo. ¡Epa, epa! ¿Cuánto estás donando? ¿Quieres donar? ¡Dónalo, pues! ¡Listo, se donó el dinero, se prendió el bombillo! ¿Cuánto gana este señor? ¿Hay evasión de impuestos? ¿No hay evasión de impuestos? Allí es donde viene la investigación por parte de los organismos de seguridad del Estado…
¿CONCESIONES?: NI LO UNO NI LO OTRO…
La familia Makled operaba en el Aeropuerto Arturo Michelena y en las aduanas portuarias de Puerto Cabello y La Guaira con empresas dedicadas a la carga y descarga de embarcaciones que trasladaban material de importación y exportación. Acosta Carlez rechaza que esté detrás de las firmas de esas licencias para tal fin. “Él (Walid Makled) dice que me dio el 20 por ciento de unas acciones de una empresa. ¡Qué lo demuestre con papeles! Eso que me dio 1000 millones de bolívares mensuales por la concesión de esos patios, ¡es mentira!”
–¿Y el Instituto de Puerto Cabello –que para entonces era dependiente de la Gobernación– no administraba los permisos?
–No, los administraba la junta directiva de ese instituto que era autónomo.
–¿Pero acaso ese instituto no era dependiente de la Gobernación de Carabobo?
–Dependía de la Gobernación, pero son autónomos, con una junta directiva completamente autónoma e independiente de la Gobernación.
–¿Es decir que los funcionarios que designaba la Gobernación no le rendían cuentas a usted como Gobernador?
–¡Claro! En lo absoluto, porque sus decisiones eran autónomas.
–¿Igual pasaba con el Aeropuerto Arturo Michelena de Valencia cuando dependía de la Gobernación?
–¡Claro! Igual pasaba, porque eso era un Instituto Autónomo.
–¿Pero el entonces presidente de Aeropuerto Arturo Michelena, Ángel Salas, no fue quien le otorgó la concesión a los Makled de este terminal aéreo?
–No. Los Makled nunca tuvieron concesión en el aeropuerto. Él (Walid Makled) compró una empresa, que no sé cómo se llamaba, que hacía toda esa serie de gestiones de embarque y desembarque de las aeronaves. Y bueno, entonces, esa permisología le fue revocada con Nidia Aguilar (tercera presidenta del Aeropuerto Arturo Michelena durante la gestión de Acosta Carlez) porque no se ajustaba a derecho, porque estaba trabajando en nombre de otra empresa pero le ponía (el nombre) Makled. ¡No señor! ¡Espérese! ¿Cuál es la permisología aquí? ¿Usted compró esa empresa? Entonces tú tenías que tener autorización para poder operar aquí; entonces se le quitó el permiso.
–¿En ese caso fue Nidia Aguilar quién tomó la decisión de revocar la concesión o fue suya?
–No, no. Es que son autónomos. El Gobernador no se mete en lo referente a las concesiones de los institutos autónomos porque son juntas directivas. En Puerto Cabello estaba en la junta directiva: El Alcalde, el sindicato; estaba la Cámara de Comercio, la Cámara de Industriales y dos representantes del Gobierno (de Carabobo): el Consultor Jurídico y el presidente del instituto.
–¿Y los recursos que se generaban tanto en el puerto de Puerto Cabello como en el Aeropuerto Arturo Michelena no iban destinados a la Gobernación de Carabobo?
–De acuerdo a la Ley iban al situado de la Gobernación. Igual que los peajes. Eso se introducía, previa aprobación del Consejo Legislativo, a las políticas públicas en donde el pueblo planteaba sus necesidades para que fueran resueltas.
Especial Prensa La Cumbre
Por:Oswaldo López Martíine
Comments are closed.