Batalla campal
en el Legislativo
■ Tres estudiantes se sumaron al ayuno en Lara.
■ Destruido el salón de sesiones por piedras, sillas y cualquier otro objeto.
■ No se supo quién lanzó la primera piedra, pero sí que grupos de estudiantes del chavismo y la oposición no dejaron silla, mesa, matero, ni muebles buenos en el salón de sesiones del Consejo Legislativo, luego de iniciada una batalla campal.
Por lo menos 20 personas sufrieron lesiones en un enfrentamiento en el Palacio de Los Leones de San Cristóbal, sede del Consejo Legislativo, entre universitarios y un grupo que se identificó con el movimiento estudiantil chavista.
En la mañana, a la sede del legislativo regional se presentaron estudiantes, docentes y personal obrero de la Universidad Nacional Experimental del Táchira y del Pedagógico Experimental Libertador para hacer uso del derecho de palabra que les concedió ese parlamento.
Los participantes pidieron a los diputados que sirvieran de intermediarios ante el Ministerio de Educación Superior para que el Gobierno nacional cumpla con las exigencias presupuestarias y beneficios para el sector universitario.
Luego de la intervención de Wilmer Zabaleta, presidente del Centro de Estudiantes de la UNET, entró al salón un grupo identificado con el movimiento estudiantil de chavista y se produjo el enfrentamiento.
■ Ambos bandos se acusan mutuamente de haber propiciado los hechos y de portar armas.
Sillas, escritorio, piedras, materos y palos volaron de uno a otro lado, por lo que agentes de Politáchira tuvieron que intervenir.
Beatriz Mora, diputada del bloque democrático, dijo que entre los chavistas no habían estudiantes porque el grupo estaba integrado por personas de más de 50 años de edad, e identificó a un hombre apodado “el Boxeador”, que forma parte de los motorizados partidarios de la revolución.
A solicitud de los parlamentarios chavistas, una representación del Ministerio Público tomó fotos de los daños a las instalaciones, que forman parte del patrimonio arquitectónico de Táchira, al mobiliario y automóviles estacionados afuera.
Una batalla campal que duró más de 40 minutos, entre estudiantes universitarios de oposición y oficialismo, en el salón de sesiones del Parlamento regional, generó más de 20 heridos y pérdidas incalculables (hasta ayer) al recinto legislativo.
Todo comenzó cuando un grupo de universitarios, en vehículos de la Unet, llegó al Consejo Legislativo para estar presente en el derecho de palabra que previamente había solicitado el diputado Daniel Ceballos, para tratar el problema presupuestario que atraviesan las casas de estudio superior.
Sobre las 10:30 de la mañana se inició la sesión y en su derecho de palabra, el diputado Ceballos pidió que fueran escuchados los estudiantes (a puertas abiertas); el presidente, Luis Mendoza, dijo que en comisión de Mesa se acordó: darle derecho de palabra a un estudiante, a un profesor, a un representante administrativo y a un obrero, y en efecto así ocurrió, pero entraron todos.
Habló la profesora Carolina Perdomo, quien se refirió a la solicitud que hacen, en la lucha académica salarial, y seguidamente, en una lámina expuso los sueldos de los docentes: dijo que un instructor ganaba mil 912 bolívares; un asistente, dos mil 209, y un agregado, dos mil 552; de la Asociación, ganaba dos mil 972 bolívares, y un titular, tres mil 461 bolívares.
Rómulo Ostos habló sobre el problema laboral por el que atraviesan; el obrero Henry Duarte también hizo su exposición y hasta reconoció que tienen un seguro de HCM, “mejor que el de la Guardia Nacional”; pidió mejoras en el sueldo.
Wilmer Zabaleta, presidente del Centro de Estudiantes de la Unet, fue el último en intervenir y se refirió al caso de las becas y el servicio de transporte estudiantil; pero no llevaba tres minutos hablando, cuando de manera imprevista llegó un grupo, superior al que estaba en el recinto, cantando consignas sobre el socialismo.
Allí, ya sobre las 11:00 de la mañana, todo se descompuso: gritos, empujones e insultos, hasta que los dos bandos se cayeron a golpes, dejando en medio de la batalla a los diputados, personal de protocolo y periodistas.
Las sillas fueron las primeras en salir disparadas, algunas se volvían pedazos en las costillas de los universitarios, y hasta los escritorios (bien pesados) fueron levantados; las gavetas con documentos de los parlamentarios también salieron por los aires, hasta que apareció la “lluvia” de piedras.
Fueron momentos difíciles y desesperantes. En un pandemónium se convirtió el sitio donde se legisla y donde reposa la primera Constitución del Táchira.
El pavor, la desesperación y el miedo se apoderaron del personal legislativo; los diputados buscaron refugio en las oficinas parlamentarias, hasta donde fueron seguidos y algunos hasta golpeados por los exaltados, pues el control de la situación se perdió por completo.
Las piedras (se supuso que las llevaban los grupos en disputa) seguían saliendo de parte de los dos bandos; todo era confusión, las agresiones eran mutuas, al por mayor; los efectivos policiales que custodian el parlamento eran insuficientes, pues de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, salían objetos contundentes, sin importar las consecuencias.
Efectivos policiales lograron cerrar el destartalado salón de sesiones; pera ya todo había sido consumado por la fuerza bruta; la furia estudiantil de la oposición y el socialismo todo lo había destruido, ni siquiera las plantas que adornan el palacio legislativo se salvaron, pues los materos fueron tomados como armas; incluso aparecieron algunos con pedazos de cabillas, martillos de goma y palos, que sonaban cada vez que hacían contacto con los cuerpos de los desaforados contrincantes, quienes pensaron que el salón de sesiones era un ring de boxeo.
Heridos y destrozos:
En el lugar quedaron lesionados de gravedad. Por ejemplo, Yeison Varela acusó haber sido agredido por el diputado Daniel Ceballos, e incluso afirmó que fue atacado con un cuchillo.
Con varios puntos de sutura en el rostro, Jesús Colmenares fue el más grave de todos, pues estuvo a punto de sufrir lesiones en el ojo izquierdo. El es estudiante de Derecho en la UBV. En su pierna derecha sufrió un golpe la diputada Nellyver Lugo, y en la cabeza el diputado suplente, Carlos Julio Guerrero.
Por los lados de los estudiantes de la Unet, se anunció, fueron lesionados Naudy Corona, Reybor Córdoba y Diego García.
El diputado Miguel Reyes fue el más lesionado de los legisladores, pues dijo que con una cabilla alguien lo golpeó en el antebrazo derecho, lo que le ocasionó un hematoma, teniendo que buscar atención médica; el diputado Juan Carlos Palencia también denunció haber sido agredido, pese a que hizo de mediador.
Extraoficialmente, se afirmó que el número de heridos en la trifulca, nunca antes vista en el salón de sesiones del parlamento, pasa de 20.
Los destrozos materiales, hasta la tarde de este jueves, eran incalculables, pues no sólo acabaron con el salón de sesiones, sino que varias oficinas de los diputados quedaron parcialmente destruidas, sobre todo las cercanas a la presidencia.
Sobre la una de la tarde se hicieron presentes una comisión del Ministerio Publico y un tribunal, para hacer la inspección ocular de los daños allí presentados y dejar constancia de lo sucedido: más de 20 heridos y desolación en la sede parlamentaria.
Otros tres en huelga de hambre:
El profesor Rómulo Bervins, la estudiante de Enfermería Gleisys Peña y la obrera Haidec Aranguren se sumaron a la huelga de hambre que mantienen seis personas en la UCLA de Barquisimeto, en Lara.
En un comunicado afirmaron que no es suficiente el aumento de becas anunciado por el presidente Chávez, que además no ha autorizado aumentar el presupuesto universitario.
En la UPEL suspendieron la medida de ayuno indefinido, pero advirtieron que si en 24 horas no se resuelve el conflicto retomarán el ayuno.
Con togas y birretes:
Profesores de la Universidad de Carabobo protestaron ayer debajo del elevado El Viñedo en la avenida Bolívar de Valencia, vestidos con togas y birretes para llamar la atención sobre la exigencia que hacen al Ejecutivo nacional sobre un presupuesto justo, mejoras salariales y cancelación de deudas pendientes.
También ofrecieron apoyo a los universitarios en huelga de hambre en la sede del PNUD en Caracas y en el rectorado de la UC. “Estamos con nuestros trajes académicos para manifestar nuestro desacuerdo al trato indiferente que recibimos y nuestro descontento por la política oficial del Gobierno”, aseveró Jesús Villarreal, presidente de la Asociación de Profesores de la UC.
Los docentes portaban pancartas y entregaron volantes informativos a los que transitaban por la zona.
Por: E. D. SAN CRISTÓBAL
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