La ex diputada advierte sobre la
ilegalidad del financiamiento Chino
Tambien cuestiona que la Asamblea Nacional no revisó los efectos económicos de esos endeudamientos. “Cuando Giordani dice que el fondo chino no es deuda, me angustio porque el impacto del préstamo no está registrado”, afirma
Liliana Hernández desarrolló su carrera como parlamentaria prácticamente dentro de la Comisión de Finanzas y, si bien prefirió no participar como candidata a la Asamblea Nacional en las elecciones del 26 de septiembre de 2010, sigue de cerca cada movimiento que se adopta en materia presupuestaria y de crédito público. Advierte sobre la ilegalidad de los préstamos suscritos por el Gobierno con instituciones financieras de China.
–Usted sostiene que el fondo chino es endeudamiento, pero el ministro Giordani opina lo contrario.
-No sé si Giordani está pensando que los chinos nos están regalando 20 millardos de dólares, y que la cantidad puede aumentar a 40 millardos. No conozco país en el mundo que regale esa cantidad. Ese es un crédito que otorgan a cambio de algo.
En este momento los chinos tienen interés en el petróleo Vaya. Los chinos nos están amarrando con unas casitas. Muy bien; pero ese dinero debe cancelarse y se está dando petróleo como garantía.
–¿Por qué el Gobierno no lo registra como parte de la deuda externa?
-Prefirieron crear una figura casi mítica a la que llaman colaboraciones. Parten de la idea de que somos un país tan importante que los chinos vienen a colaborar con nosotros.
–¿Cuándo el Gobierno habla de colaboración se debe asumir que es deuda?
-Para Giordani parece que sí.
Esto me recuerda al primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando se habló de la Gran Venezuela y vinieron bancos suizos, franceses, alemanes, ingleses y organismos multilaterales a ofrecernos dinero. Nos pusieron a firmar contratos. El Gobierno cree que esos bancos nos buscan porque somos lo mejor, pero resulta que se lo debemos al petróleo, que arroja unos números que garantizan capacidad de pago. Los chinos son una cosa matemática en el mundo y no tienen corazón a la hora del ejercicio económico. Ellos consideran que en Venezuela hay facilidades y que aquí hay un hombre como el presidente Chávez, con un ego enorme, que mientras le manden 40 delegaciones al año siente que habla chino.
–¿Cuál es el problema de que los chinos vengan al país?
-No tengo problemas con que los chinos vengan a Venezuela si viéramos obras concretas.
También ocurre con el acuerdo firmado con los iraníes.
¿Dónde están las bicicletas? ¿Qué pasó con las plantas lácteas?
–El ministro Giordani habló de los nuevos puentes sobre el río Orinoco o los metros de Maracaibo y Valencia.
-El metro de Maracaibo no ha avanzado, el de Valencia está paralizado y los puentes sobre el Orinoco se los debemos a los brasileños. Giordani sabe mejor que nadie que los primeros que vinieron a “regalarnos” plata fueron los españoles, con un crédito blando de 400 millones de dólares, que exigía comprar todo en España; después los brasileños, todavía no con Lula sino con Fernando Henrique Cardoso, con un préstamo por 1 millardo de dólares del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil, con la tasa de interés más alta del mercado que se haya visto para ese momento. No entiendo cómo Chávez, un tipo que viene de Sabaneta, se deja caribear por todo el mundo.
–¿A Venezuela la caribean con todos estos préstamos?
-Claro que nos están caribeando. Esto va a tener un costo muy alto para los venezolanos porque nos estamos endeudando en unos proyectos que no se materializan. ¿Quiero que alguien me diga una gran obra hecha por los chinos?
–El proyecto ferroviario.
-Esa es una obra a medio andar. El fondo chino tiene más de 3 años. ¿Dónde se ha materializado las obras que se iban a hacer con ese dinero?
–Por lo que indica, prácticamente el Gobierno tiene una partida paralela de endeudamiento
-Totalmente y se desconoce el impacto global.
–¿Qué hubiera sido lo correcto?
-Que el acuerdo con los chinos, desde que se firmó el primero, hubiera aparecido en la Ley de Endeudamiento.
–¿Se regresó a la época cuando había una fragmentación en la deuda pública?
-Regresamos al desorden y eso favorece la falta de transparencia del Gobierno y la corrupción. Que lástima que no era diputada cuando Giordani dijo en la Asamblea “¿a quién se le ocurrió la Ley de Endeudamiento?”.
–¿Qué le hubiera respondido?
-Fue hecha por unas personas que pensaron en Venezuela.
–¿Cuál fue el motivo de esa ley?
-Imponer orden al endeudamiento público y tener una planificación fiscal del país de los años por venir.
–¿Eso no ocurre ahora?
-Los convenios como el de China no pasan por la Comisión de Finanzas sino por la de Política Exterior. Eso es un detallazo, porque estamos hablando de acuerdos que tienen un impacto económico que se desconoce. ¿Tenemos claros los números o las cláusulas pequeñas de todos estos tratados y del endeudamiento que nos genera? Estoy seguro que los chinos no prestan si sus contratos no se protegen con cláusulas pequeñas.
–¿Por qué la Comisión de Finanzas no revisa esos acuerdos? ¿Omisión o desconocimiento?
-Por comodidad y miedo.
¿Quién le dice al “Führer” que no?
–Después del primer período de Carlos Andrés Pérez vino Luis Herrera quien dijo que recibía una Venezuela hipotecada, ¿qué podría decir un nuevo presidente en 2013?
-Chávez me entregó el país quebrado. Tenemos hipotecas de primero, segundo y tercer grado.
–En los años ochenta Venezuela afrontó una crisis de la deuda externa, ¿eso puede repetirse?
-Al paso que vamos sí. Menos mal que ya queda poco para 2012, pero hay que tener claro que la transición será difícil porque hay que poner orden en la economía sin afectar los programas sociales del país. Va a ser complicado establecer el verdadero perfil de la deuda pública.
Cuando Giordani dice que el fondo chino no es deuda, me angustio porque el impacto de eso no está registrado en la oficina de crédito público del Ministerio de Finanzas.
El ministro me podrá decir lo que quiera, pero lo que no está en la Ley de Endeudamiento está fuera del marco jurídico. Claro hay que entender que en esta revolución una cosa dice la norma y otra la interpretación filosófica del proceso. Por eso entiendo lo que dice Giordani como una interpretación filosófica del proceso.
–¿Cómo es eso?
-Como los chinos son panas e ideológicamente somos muy parecidos, según el Gobierno, entonces con ellos no hay deuda.
–¿Qué puede hacer un nuevo presidente si dice que va a recibir un país en quiebra?
-En quiebra en manos de este Gobierno. Creo que si se revisan, se discuten y se pasan a un marco legal todos estos fondos podría lograrse que sean productivos para Venezuela. No soy de las que cree que si Chávez se va todo debe ir para una hoguera.
Creo que se deben renegociar todos esos acuerdos.
Por: ANDRÉS ROJAS JIMÉNEZ
AROJAS@EL-NACIONAL.COM
Política | Opinión
EL NACIONAL