Las empresas Cargill y Monaca no
dan respuesta de la carestía
■ Red paralela de harina colombiana surte las panaderías zulianas.
■ Mientras tanto, los panaderos criollos, quienes dicen estar amenazados de muerte.
■ Panaderos criollos deben pagar hasta 480 bolívares por un saco de harina neogranadina de 50 kilos.
Como sucede en tiempos de crisis y escasez, aparecen revendedores que distribuyen mercancía neogranadina a precios tres veces superior. Muchos panaderos han recibido amenazas si continúan denunciando la irregularidad. El pan francés está más caro.
Ante la escasez de la harina de trigo venezolana, ha aparecido en el Zulia una red paralela de distribuidores de harina colombiana, que a duras penas surte a las panaderías con alto poder adquisitivo, ya que los precios superan las nubes más altas.
Curiosamente, esta harina de marca La Nieve “cayó del cielo” para algunos establecimientos, ya que se les hace muy difícil comprar la mercancía venezolana.
Sin embargo, a juicio de los panaderos consultados, el producto no es de buena calidad, ya que la masa obtenida es muy elástica y pegajosa, parecida a un chicle. Pero lo peor es su precio: 480 bolívares fuertes el saco de 50 kilos, cuando el costo regulado es de Bs.F. 160.
Como siempre sucede en épocas de crisis, aparecen revendedores que aprovechan la situación en perjuicio de los panaderos y de los consumidores. Ante esta situación irregular, todavía no hay pronunciamiento de organismos estatales que garanticen la importación, distribución y venta de harina de trigo venezolana.
El problema es muy complejo, ya que la materia prima, el trigo, es importada principalmente de Canadá y Estados Unidos, y antes era comprado a un arancel preferencial de Bs.F. 2,30 el dólar, pero tras la devaluación que sufrió la moneda venezolana el primero de enero de este año, las panaderías tienen que adquirir el producto al cambio de Bs.F. 4,30 por dólar.
De hecho, en algunas panaderías visitadas cada pan francés cuesta entre Bs.F. 0,80 y 1,00 (800 y mil bolívares “viejos”), cuando el precio regular es de Bs.F. 0,50 (Bs. 500).
Temor de represalias:
Aunque la escasez de harina venezolana es evidente, pareciera que hay intereses que “quieren tapar el sol con un dedo”, y a raíz de la serie de reportajes publicada por Versión Final, muchos panaderos tienen temor de hablar, ya que han recibido amenazas de no recibir más mercancía por parte de ciertos distribuidores. Incluso, una fuente que reservó su identidad para evitar represalias, aseguró que recibió llamadas de supuestos funcionarios que le advirtieron que, si seguía hablando, su negocio sería fiscalizado, multado y clausurado.
Sin embargo, algunos otros comerciantes han accedido a denunciar una realidad que no pueden ocultar. Juvenal Santos, encargado de la panadería El Brillante (avenida Los Haticos de Maracaibo), confirmó que es muy difícil hallar harina, mucho menos en cantidades necesarias para satisfacer la demanda: “Muchas panaderías del sector se han quedado sin pan. No puedo aumentar el precio del producto porque los clientes se quejan, pero ellos desconocen la situación de los comerciantes”.
Ramón González, de la panadería Paladium III (barrio San José) precisó que anteriormente empleaba hasta 150 sacos de harina por semana, pero desde hace varias semanas bajó a 50. En el establecimiento El Rosal (sector Puerto Rico) la situación no es diferente: de siete paquetes bajó a tres.
Sin respuestas:
Mientras esto sucede, un equipo reporteril acudió ayer a los molinos de Cargill y Monaca, ubicados en la vía a Perijá (municipio San Francisco), pero los esfuerzos fueron infructuosos, ya que el personal administrativo aseguró que no tenía autorización para declarar a los periodistas.Ante el silencio de las autoridades, las panaderías se encaran a un cierre técnico a partir de la próxima semana, si no se normali-za la importación de trigo al país ni se adecúan los precios del pan.
Por: Abrahan Puche
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